albores

COMENTARIO DE GdK

Rara vez uno se encuentra con reportajes o artículos interesantes - y que valgan la pena discutir - en medios tan políticamente correctos como National Geographic o Time. Pero la avalancha de nueva información que llega - día tras día - desde diversos frentes hacen imposible a este tipo de medios, el acallarla o minimizarla, sin correr el riesgo frente a sus subscriptores de quedar de cavernarios o oscurantistas.

Decidimos colocar la edición casi entera (es posible que la incluyamos completa), sobre los "Albores de la Humanidad", porque nos pareció necesario para reabrir el debate sobre la Evolución de las Especies. Justo en este momento, de derrumbe de tantos mitos y de tanta mentira "oficial". Y cuando entre nosotros - GdK - es un asunto que nos dio bastante problema en el pasado.

Creemos haber dejado muy en claro, en diversos artículos y en ese monstruo cada vez más grande y que no obedece reglas llamado "Colaboracionismo", que NO somos Creacionistas. No creemos que el Homo Sapiens sea un género aparte de la Naturaleza. Ni que haya surgido por Generación Espontánea. Porque si partimos desde esa base, entonces nos sería ilícito el clasificar a las distintas especies de Humanos que deambulan por el planeta.

Creemos también, haber dejado claro como el agua, que dadas las divergencias que están surgiendo en diversos planos de la ciencia, la historia, la psicología, etc. más que hablar de razas, es mucho más pertinente hablar de especies distintas. Es un hecho que hay menores divergencias entre especies animales (que pueden cruzarse en cautiverio, pero NO en estado natural) que entre las diversas especies humanas.

¿Por qué decidimos adoptar la Evolución de las Especies como una realidad científicamente comprobable? Por el simple hecho de las hondas diferencias entre la humanidad sub-Sahariana, la humanidad Euroasiática y la humanidad Vedoide-Australoide. Y porque la avalancha de pruebas sobre la existencia de diferentes especies de Homínidos simiescos BÍPEDOS es ya indesmentible.

LOS ARTÍCULOS EN CUESTIÓN

Para empezar desde el inicio, es que queremos constatar y dar a conocer (a quienes no sepan) que esta diferenciación tan honda y porqué no, tan apasionante, entre los tipos de Homo Sapiens, se inició no hace poco (30.000 años), sino desde los primeros pasos que dieron los prototipos de humanidad, que nosotros conocemos por el nombre de "Homínidos" (o sea, casi 7 millones de años atrás).

Muchos paleoantropólogos aceptan hoy la existencia simultánea de varias especies de homínidos durante centenares de miles de años, obligando a poner en duda la antigua percepción de una línea evolutiva directa ¿Por qué, entonces, hoy, los modernos Homo Sapiens debiéramos ser la excepción?

Es como si la naturaleza le hubiera dado la oportunidad de existir y progresar a varias ramas homínidas, al mismo tiempo, evolucionando unas (en lapsos de casi 1 millón de años) y extinguiéndose otras.

Cuando uno intenta comprender el concepto de Humanidad, es bueno dejar atrás (o de lado, si es demasiado difícil despojarse de ese suelo psicológico) toda creencia basada en ideologías o religiones. Llega un momento en que estas - tras su nacimiento y apogeo - se estancan, se detienen, no siguen acompañando nuestros pasos, y se transforman en un pesado y molesto lastre que dificulta nuestra comprensión, nuestra percepción de los increíbles procesos que posibilitaron la aparición del Homo Sapiens. Mejor ejemplo de este estancamiento o detención son el Islam o el Marxismo.

Por mucho tiempo el Creacionismo basó su dogma en la virtual ausencia de restos humanos anteriores a ciertas fechas, generalmente los restos más antiguos provenían del valle del Nilo (6 mil años atrás), lo que reforzaba la creencia que la vida había surgido en alguna parte de Asia (el Paraíso bíblico). Sin embargo, el hallazgo de los primeros fósiles Humanos y Homínidos - en regiones tan dispersas como Europa central, Africa oriental o medio Oriente - comenzaron a desmoronar inexorablemente dicha certeza, reforzada en nuestra civilización Blanca y Occidental, por el Cristianismo.

Mucho agua ha corrido bajo los puentes de la historia, y hoy, el seguir negando la existencia de los prototipos de la Humanidad, más bien parece la ceguera del fanático que la certeza científica de un hecho.

La interpretación que se le da a dichos hallazgos es muy diversa, muchas veces contradictoria. En numerosas oportunidades se intenta hacer que la política calce con la ciencia, deformando la realidad o revistiéndola de subjetividad. Pero eso es lo que produce el debate, la discusión, la polémica... O sea, el valioso caldo de cultivo para el arribo o al menos el atisbo de la Verdad, por parte de los Hombres.

En primer lugar, hemos optado por omitir en las imágenes de los artículos, toda recreación de los Homínidos y primeros Homo (que repletan la edición de National Geographic), porque se adivina cierto sesgo igualitarista y humanista que no se corresponde con la realidad. No hay pruebas concretas de la psique de los Homínidos, por lo que el representarlos en actitudes "humanas" es solo intención del que los recrea, no la realidad. Tampoco hay pruebas concretas sobre su pigmentación, ni de epidermis, ni de vello, ni de ojos, ni de nada; por lo que las recreaciones son más bien suposiciones del artista.

Esa es la razón por la que sólo mostraremos imágenes (mayoritariamente provenientes de los sitios Time-Space Chart of Hominid Fossils y The Human Origins Program at the Smithsonian Institution) de los restos fosilizados hallados. Nada más.

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