razacosmica

Mitos Peligrosos

Aquí está una de las numerosas fuentes del más puro Integracionismo, la Madre de las Matrices Integracionistas "Latinoamericanas"; el Cáncer Igualitarista en su más venenosa y pura esencia.

Esta es una de las tantas fuentes contaminadas de las que beben numerosos movimientos de la América castellano-parlante. Y asombrosamente muchos que dicen ser nacionalsocialistas o racistas (?)... Pero a la hora de enunciar sus postulados, de difundir su doctrina, no hacen más que esparcir la confusión y la oscuridad entre los numerosos y sinceros Creyentes NS o Conscientes Raciales de nuestra tan caótica América, al sur del río Grande.

Esto es para que nadie caiga en más engaños o en mayor confusión. La teoría de la "Quinta Raza" o "Raza Cósmica" de José Vasconcelos, no es más que un patético intento por torcer la Ciencia Genética, por distorsionar la Antropología Racial y reescribir la Historia Real, para hacernos creer que en este mundo hay "nuevas" razas producto del mestizaje, y que la Mezcla Racial creará una Raza Mundial...

Y como si no fuera poca tanta distorsión de la realidad, la ensalada resultante está exóticamente aliñada con fantasiosas referencias a la Atlántida, a la Lemuria; a Razas Rojas; junto con peligrosas distorsiones e inexactitudes históricas; y una no oculta Anglofobia decimonónica...

El cóctel resultante - obviamente - reproducirá sandeces como las que ustedes leerán a continuación...


UNA RE-LECTURA Y REVISIÓN CRÍTICA DE
Misión de la raza iberoamericana de José Vasconcelos (1882-1959)

primera parte

"La tesis central del presente libro que las distintas razas del mundo tienden a mezclarse cada vez más, hasta formar un nuevo tipo humano, compuesto con la selección de cada uno de los pueblos existentes".

"Se publicó por primera vez tal presagio en la época en que prevalecía en el mundo científico la doctrina darwinista de la selección natural que salva a los aptos, condena a los débiles; doctrina que, llevada al terreno social por Gobineau, dio origen a la teoría del ario puro, defendida por los ingleses, llevada a imposición aberrante por el nazismo. Contra esta teoría surgieron en Francia biólogos como Leclerc du Sablon y Noüy, que interpretan la evolución en forma diversa del darwinismo, acaso opuesta al darwinismo".

En nuestra humilde opinión, el Darwinismo ha tenido entre sus muchos aciertos y errores, la capacidad para explicar la vida, más allá del inmóvil dogma bíblico, como una lucha eterna de superación, de aprendizaje y asimilación de errores y de aciertos, de especialización, de Supervivencia de especies superiores y de Extinción de especies inferiores, del triunfo del más apto contra la derrota del menos apto...

Recordemos que - en aquellos años - aún se creía que el Hombre había aparecido en la tierra, hacía solo 3.000 años, que se había originado por generación espontánea (obra divina) en Mesopotamia, y que su progenitores únicos eran Caín y Abel (?), hijos de Adán y Eva, en un mundo habitado solo por ellos, y unos enigmáticos "no-mencionados", pero que tras el homicidio de Abel a manos de Caín, se insinúa que podrían haberle hecho daño a este último, en su camino de expulsión...

¿Alguien entiende algo? ¿Cuánto tiempo se perdió sin investigar, a causa de este Mito religioso transformado en Realidad casi científica?

Y entonces aparece Charles Darwin y su Teoría de la Evolución de las Especies... Para crear polémica y obligar a redefiniciones, para obligar a investigar con mayor ahínco, para abrir la tierra, para analizar despreciadas osamentas, para discutir, para defender, para atacar, para argumentar, etc. etc. etc.

¿Sus errores? Nuevamente, en nuestra humilde opinión, el no conseguir explicar definitivamente la sorprendente aparición del Hombre Moderno - como Especie aparte de los homínidos más cercanos a los simios - sobre la Tierra.

Añadiremos que en contra del inmovilismo físico e intelectual, de los que quieren reducir la historia humana a una "eterna siesta" en una hamaca sacudida por los "Vientos de la Historia"; la Concepción de Mundo que se basa en la lucha constante y eterna por la supremacía y la supervivencia, es nuestra Concepción de Mundo.

"Por su parte, los hechos sociales de los últimos años, muy particularmente el fracaso de la última gran guerra, que a todos dejó disgustados, cuando no arruinados, han determinado una corriente de doctrinas más humanas. Y se da el caso de que aún darwinistas distinguidos viejos sostenedores del espencerianismo, que desdeñaban a las razas de color y a las mestizas, militan hoy en asociaciones internacionales que, como la Unesco, proclaman la necesidad de abolir toda discriminación racial y de educar a todos los hombres en la igualdad, lo que no es otra cosa que la vieja doctrina católica que afirmó la actitud del indio para los sacramentos y por lo mismo su derecho de casarse con blanca o con amarilla".

Eso es lo que nosotros llamamos ser Políticamente Correcto. Los que en tiempos antiguos levantaban furibundos su mano, al estilo fascista (y hablaban de razas y supremacía); cuando la tortilla se dio vuelta, y los "Vientos de la Historia" soplaron hacia otro polo ideológico, simplemente optaron por empuñar su mano al estilo marxista.

Esa conveniente actitud la vemos también reflejada entre quienes, en secreto, aborrecen a los No-Blancos, pero en un extraño caso de esquizofrenia ideológica, diseñan leyes tras leyes para imponerlos sobre los Blancos, para protegerlos y para mantenerlos... ¿Alguien tiene dudas hoy, sobre de dónde diablos brotó ese Complejo de Culpabilidad Blanco?

"Vuelve, pues, la doctrina política reinante a reconocer la legitimidad de los mestizajes y con ello sienta las bases de una fusión interracial reconocida por el Derecho. Si a esto se añade que las comunicaciones modernas tienden a suprimir las barreras geográficas y que la educación generalizada contribuirá a elevar el nivel económico de todos los hombres, se comprenderá que lentamente irán desapareciendo los obstáculos para la fusión acelerada de las estirpes".

Nos gustaría saber que pensaría este caballero si hubiera podido ver en el futuro, la lamentable visión de sus amerindios y negroides mestizos, una y otra vez fracasando estrepitosamente, en todos y cada uno de los aspectos que son o forman parte de lo que nosotros denominamos Desarrollo Humano o Civilización Verdadera.

Si nos ponemos metafóricos, lo único que conseguimos vislumbrar es el triste cuadro de un miserable esclavo liberado, vistiendo las viejas ropas de su amo, hablando la antigua lengua de su amo y habitando las ruinas de la antigua casa de su amo... Imitando de la forma más desastrosa y patética, el modo de vida de su amo. Nada más.

"Las circunstancias actuales favorecen, en consecuencia, el desarrollo de las relaciones sexuales internacionales, lo que presta apoyo inesperado a la tesis que, a falta de nombre mejor, titulé: de la Raza Cósmica futura".

Y más encima, después de glorificar la promiscuidad interracial, como un hecho beneficioso para la grandeza humana, se reconoce completamente incapaz de definir lo que nosotros denominamos crudamente "mestizo" o "híbrido", viéndose en la obligación de acudir a la Poesía (que para estos efectos, de ciencia no tiene nada) y así calificar esa asimilación genética como... "Cósmica".

Atentos, que a lo largo de este escrito, aparecerán nuevos títulos y rimbombantes adjetivos, para barnizar y suavizar de forma políticamente correcta, la palabra "mestizo".

"Queda, sin embargo, por averiguar si la mezcla ilimitada e inevitable es un hecho ventajoso para el incremento de la cultura o si, al contrario, ha de producir decadencias, que ahora ya no sólo serían nacionales, sino mundiales. Problema que revive la pregunta que se ha hecho a menudo el mestizo: "¿Puede compararse mi aportación a la cultura con la obra de las raza relativamente puras que han hecho la historia hasta nuestros días, los griegos, los romanos, los europeos?" Y dentro de cada pueblo, ¿cómo se comparan los periodos de mestizaje con los periodos de homogeneidad racial creadora? A fin de no extendernos demasiado, nos limitaremos a observar algunos ejemplos".

El mestizo ya no necesita buscar respuestas... Es más, ya no hay nada que averiguar. El experimento (si es que alguna vez pudo concebirse como algo así) falló estruendosamente. Hoy podríamos responderle categóricamente al Señor Vasconcelos.

El mestizaje ha sido completamente negativo para el desarrollo de los pueblos. Ha quedado desastrosamente comprobado, que ningún pueblo mestizo (producto de una hibridación exógena o multirracial) ha sido capaz de recrear nada semejante a la Grecia Clásica o a la Antigua Roma, ambos productos de mezclas endógenas perfectas (mediterráneo-alpino-nórdicas).

Ni siquiera han sido capaces, los pueblos mestizos (inclasificables ensaladas de genes blancos, amerindios y negros), de imitarles. O si lo han hecho, ha sido de la forma más grosera y corrupta que uno pudiera imaginar, casi semejante a las muecas y morisquetas del chimpancé, tratando de imitar al Hombre.

"Comenzando por la raza más antigua de la Historia, la de los egipcios, observaciones recientes han demostrado que fue la egipcia una civilización que avanzó de sur a norte, desde el Alto Nilo al Mediterráneo. Una raza bastante blanca y relativamente homogénea creo en torno de Luxor un primer gran imperio floreciente. Guerras y conquistas debilitaron aquel imperio y lo pusieron a merced de la penetración negra, pero el avance hacia el norte no se interrumpió".

Al principio reconoce que la Civilización Egipcia descansaba sobre un pueblo (no raza) netamente blanco.

Y esto ha sido una y otra vez demostrado por la Antropología física, la arqueología, y la Genética moderna: Los antiguos egipcios eran un pueblo de extracción sub-racial Mediterránea casi pura, con ciertos aportes nórdico-alpinos, y mínima o ninguna absorción de sangre negra. Y todo esto, debido a su exclusivo y afortunado aislamiento, enclaustrados, frente al mar, en un angosto valle fluvial; rodeados de acantilados rocosos, áridos desiertos por ambos lados, y cataratas imponentes hacia el sur.

"Sin embargo, durante una etapa de varios siglos, la decadencia de la cultura fue evidente. Se presume, entonces, que ya para la época del segundo imperio se había formado una raza nueva, mestiza, con caracteres mezclados de blanco y de negro, que es la que produce el segundo imperio, más avanzado y floreciente que el primero. La etapa en que se construyeron las pirámides, y en que la civilización egipcia alcanza su cumbre, es una etapa mestiza".

Grave error histórico... Es durante las dinastías del Reinado Antiguo y Medio, que todas las maravillas del Antiguo Egipto brotan. Y es justamente en ese período cuando la pureza racial de los Egipcios mediterráneos queda patentada no solo en sus representaciones artísticas, de por si extremadamente precisas, sino en sus restos óseos o momificados, analizados concienzudamente por antropólogos físicos de talla mundial.

Durante el Nuevo Reinado, tras un turbulento período de dominio Hicso, cuando empieza a incrementarse la utilización de mercenarios negros por decenas de miles - y de sirvientes domésticos y obreros nubios por centenas de miles - es que el aporte genético negro empieza a surtir su nefasta influencia. Este período es simplemente una era de virtual estancamiento, donde solo se limita a copiar lo antiguo. De esta época surge el decimonónico mito, que los Egipcios eran los Chinos de occidente, debido a un supuesto "conservadurismo", que ahora sabemos se debía a la creciente incapacidad (debido al mestizaje con sangre negra) para superar la etapa más pura del pasado reinado.

Cabe agregar que las postrimerías del Nuevo Reinado y los inicios del Período Tardío, son testigos de la absoluta decadencia cultural, religiosa y militar egipcia, con la transformación de su religión (basada en una profunda y ética fe, en una vida después de la vida y un castigo a las malas acciones) en un aberrante culto Zoofílico, de obvia raigambre negroide; la creciente hibridación de su población en una masa de mulatos de cabellos crespos y pieles oscuras; gobernados por una corrupta (e intelectualmente estéril) elite real y sacerdotal mulata, que es aplastada y expulsada hacia Etiopía, por los Asirios. Egipto será sojuzagado sucesivamente por Persas, Macedonios, Romanos y todos los que vendrán después...

¿Por qué? Todos conocemos la respuesta.

"Los historiadores griegos están hoy de acuerdo en que la edad de oro de la cultura helénica aparece como el resultado de una mezcla de razas, en la cual, sin embargo, no se presenta el contraste del negro y el blanco, sino que más bien se trata de una mezcla de razas de color claro. Sin embargo, hubo mezcla de linajes y de corrientes".

Nuevamente más inexactitudes históricas (¿inconscientes o diabólicamente conscientes?).

La extraordinaria civilización helena, que se denominó como la Grecia Clásica, es el fehacientemente comprobado resultado de una mezcla endógena de Alpinos y Nórdicos - tribus de la Edad del Bronce, como los Aqueos, y de la Edad del Hierro, como los Dorios (antepasados de los espartanos) - y los Mediterráneos (pueblos minoicos de Creta y pelasgos de Grecia, estrechamente emparentados con los egipcios y sumerios). En ninguna parte vemos los "aportes" de otras razas. Ningún vestigio de pueblos No-Blancos interviniendo en esta perfecta amalgama sub-racial Nórdico-mediterránea.

"La civilización griega decae al extenderse el Imperio con Alejandro y esto facilita la conquista romana. En las tropas de Julio César ya se advierte el nuevo mestizaje romano de galos, españoles, británicos y aun germanos, que colaboran en las hazañas del Imperio y convierten a Roma en centro cosmopolita. Sabido es que hubo emperadores de sangre hispano-romana. De todas maneras, los contrastes no eran violentos, ya que la mezcla en lo esencial era de razas europeas. Las invasiones de los bárbaros, al mezclarse con los aborígenes, galos, hispanos, celtas, toscanos, producen las nacionalidades europeas, que han sido la fuente de la cultura moderna".

La civilización griega decae debido al suicidio racial de los antiguos griegos, muriendo por miles en las interminables guerras inter-ligas, las pestes y hambrunas subsecuentes, que disminuyeron alarmantemente sus números. Sumado a esto, la llegada de masas de esclavos mestizos del medio Oriente (semítico-negroides) y claramente negros (del Egipto mulato o de Nubia).

Roma es la repetición del mismo patrón que resultó en la Edad de Oro griega. Una perfecta mezcla sub-racial entre Latinos y Ligures nórdicos, Etruscos y Sabinos mediterráneos, y pequeñas tribus alpinas. Posteriores mezclas con celtas y germanos, no hicieron más que añadir más sangre similar al caudal romano.

Cuando las cosas se pusieron malas para Roma (apogeo de la época imperial), y que produjo su lenta decadencia, fue cuando disminuyó demográficamente la etnia originaria, y más encima comenzó el ingreso de sangre mestiza proveniente del medio Oriente (semito-negroide) y definitivamente negra (norafricana).

Por lo tanto, igualar la mezcla endógena y monorracial de romanos, galos, bretones, germanos y celtíberos; con el mestizaje exógeno y multirracial acaecido en "Latinoamérica", es un error de grueso calibre... Porque si el Señor Vasconcelos consideraba a los habitantes celtíberos de Hispania, como no-blancos ¡Entonces los habitantes de Angola son escandinavos!

"Pasando al Nuevo Mundo, vemos que la poderosa nación estadounidense no has sido otra cosa que crisol de razas europeas. Los negros, en realidad, se han mantenido aparte en lo que hace a la creación del poderío, sin que deje de tener importancia la penetración espiritual que han consumado a través de la música, el baile y no pocos aspectos de las sensibilidad artística. Después de los Estados Unidos, la nación de más vigoroso empuje es la República Argentina, en donde se repite el caso de una mezcla de razas afines, todas de origen europeo, con predominio de tipo mediterráneo; el revés de los Estados Unidos, en donde predomina el nórdico. Resulta entonces fácil afirmar que es fecunda la mezcla de los linajes similares y que es dudosa la mezcla de tipos muy distantes, según ocurrió en el trato de españoles y de indígenas americanos".

Nuevamente se recalca lo que se rechaza. Si comparamos los cuadros estadísticos en América, veremos que estos crecen o decrecen geométrica y paralelamente a los mayores o menores índices de presencia blanca en la población de cada país.

Los mejores índices de estabilidad política, económica y social, desarrollo creciente y orden nacional; van de la mano con mayores índices de presencia genética blanca en la población. Los peores índices en educación, salud, vivienda, delincuencia, inestabilidad política y caos económico-social; están estrechamente vinculados a la menor o nula presencia blanca entre la población.

Es un hecho que los únicos países de América que salieron o intentan salir del subdesarrollo (o que nunca estuvieron en él), son los países con mayores porcentajes de sangre blanca en su caudal genético... De los demás, ni hablar.

"El atraso de los pueblos hispanoamericanos, donde predomina el elemento indígena, es difícil de explicar, como no sea remontándonos al primer ejemplo citado de la civilización egipcia. Sucede que el mestizaje de factores muy disímiles tarda mucho tiempo en plasmar. Entre nosotros, el mestizaje se suspendió antes de que acabase de estar formado el tipo racial, con motivo de la exclusión de los españoles, decretada con posterioridad a la independencia. En pueblos como Ecuador o el Perú, la pobreza del terreno, además de los motivos políticos, contuvo la inmigración española. En todo caso, la conclusión más optimista que se puede derivar de los hechos observados es que aun los mestizajes más contradictorios pueden resolverse benéficamente siempre que el factor espiritual contribuya a levantarlos".

Para nosotros no es difícil de explicar... El mestizaje nunca terminará de plasmar, y como hecho comparativo tenemos la actual situación de la India, un crisol racial que jamás ha cuajado, ni tampoco ha resultado en una potencia de desarrollo y tecnología. Sus habitantes con mayor proporción de ancestro blanco, o están en la capa social acomodada, llevando las riendas del país, o simplemente se largan en masa a Europa y Norteamérica. Los que quedan, empobrecidos y desesperanzados, son los negroides dravidianos y sus mestizos más cercanos, muriendo como moscas (de hambre, SIDA y malaria) en las míseras calles de las sobrepobladas e inmundas ciudades indias; o desapareciendo por decenas de millares tras los monzones e inundaciones que asolan anualmente aquel mestizado sub-continente.

Es más, nosotros podemos utilizar sin ningún temor a equivocarnos, el ejemplo Indio, como paralelo de lo que va a ocurrir en Sudamérica, si la tendencia al mestizaje continúa como va.

"En efecto, la decadencia de los pueblos asiáticos es atribuible a su aislamiento, pero también, y sin duda, en primer término, al hecho de que no han sido cristianizados. Una religión como la cristiana hizo avanzar a los indios americanos, en pocas centuria, desde el canibalismo hasta la relativa civilización".

¿En qué han avanzado los Amerindios gracias al Cristianismo? Nosotros los vemos como siempre, de hinojos idolatrando como paganos, las imágenes de santos europeos en las iglesias; levantando pequeños altares de adoración a los muertos, en las calles de América; rindiendo una insidiosa, taimada e insolente pleitesía a los mismos antiguos dioses, transfigurados en santos y santas cristianas, a los cuales antaño bañaban con sangre y corazones humanos... Y en las mismas narices de los sacerdotes cristianos.

Afortunadamente, nos encontramos en el siglo 21, y el ejemplo dado por los pueblos de raza mongoloide pura, son un duro mentís a tan romántica teoría. El abierto racismo asiático, su histórica habilidad para imitar la tecnología blanca, y no el Cristianismo, han lanzado a países como Japón, Corea o Taiwan, a las cumbres del desarrollo, mientras que nuestros mestizados y cristianos países, cada vez se acercan más al nivel haitiano o camerunense de vida.

"...A medida que las investigaciones progresan, se afirma la hipótesis de la Atlántida, como cuna de una civilización que hace millares de años floreció en el continente desaparecido y en parte de lo que es hoy América. El pensamiento de la Atlántida evoca el recuerdo de sus antecedentes misteriosos. El continente hiperbóreo desaparecido, sin dejar otras huellas que los rastros de vida y de cultura que a veces se descubren bajo las nieves de Groenlandia; los lemurianos o raza negra del Sur; la civilización atlántida de los hombres rojos; en seguida la aparición de los amarillos, y por último, la civilización de los blancos..."

Luego no acusan a nosotros de utopistas y de no basarnos en la realidad, para afirmar que el Racismo no tiene asidero en la realidad. El señor Vasconcellos súbitamente se arranca hacia el desaparecido continente de la Atlántida, para decretar la existencia de Cuatro Razas; o sea la raza blanca, la negra, la amarilla y... ¡la Roja!

Pasa por alto el hecho ya comprobado, que América fue poblada hace miles de años por sucesivas oleadas de caucasoides del Paleolítico Superior y numerosas tribus paleo-siberianas (híbridos caucásico-mongoloides), que se expandieron por un continente asombrosamente ya habitado por una enigmática población negroide, vinculada a los australoides... Y esto no es mito ni fantasía. Estos son hechos comprobables, producto de los últimos descubrimientos de la antropología, de la arqueología, de la lingüística, de la genética, etc.

Mas luego, obviando todos estos hechos (comprendemos que desconocidos en su época), se dispara en afiebradas elucubraciones sobre Lemuria y otros enigmáticos continentes y civilizaciones perdidas.

Pues bien, mientras no surjan pruebas plausibles y científicas de eso... Todo quedará en el campo del mito.

Incluso la moderna Máquina de Mentir actúa a favor nuestro. Toda la increíble parafernalia técnica y científica del Proyecto Genoma, sumada a una inmenso marketing (que repentinamente desapareció de los medios de comunicación), simplemente ha comprobado lo que los antropólogos físicos de la vieja escuela, descubrieron hace casi cien años atrás, basados en los humildes cráneos y huesos largos de vetustas osamentas.

Hay solo tres razas principales, o mejor dicho, (si hilamos fino y damos crédito a los políticamente incorrectos descubrimientos genéticos), hay solo tres Especies del Género Humano, más sus subdivisiones internas y regionales.

"...Tenemos entonces las cuatro etapas y los cuatro troncos: el negro, el indio, el mogol y el blanco. Este último, después de organizarse en Europa, se ha convertido en invasor del mundo, y se ha creído llamado a predominar lo mismo que lo creyeron las razas anteriores, cada una en la época de su poderío. Es claro que el predominio del blanco será también temporal, pero su misión es diferente de la de sus predecesores; su misión es servir de puente".

Tratar de encajar números y épocas, con fórmulas cuasi-cabalísticas, nos parece mas esoterismo barato de secta masona, que argumentos racionales de gente seria...

En algo estamos de acuerdo. El predominio de los Blancos puede ser y SERÁ temporal, si prestamos oído a los Enemigos de la Raza Blanca, a los Adoradores de la Disolución (como el Señor Vasconcelos), a todos los Proselitistas del Síndrome Cobain; y dejamos que nuestro predominio mundial nos sea arrebatado por la Raza Mongoloide (mucho más racialmente consciente que nosotros).

"El blanco ha puesto al mundo en situación de que todos los tipos y todas las culturas puedan fundirse. La civilización conquistada por los blancos, organizada por nuestra época, ha puesto las bases materiales y morales para la unión de todos los hombres en una quinta raza universal, fruto de las anteriores y superación de todo lo pasado. La cultura del blanco es emigradora; pero no fue Europa en conjunto la encargada de iniciar la reincorporación del mundo rojo a las modalidades de la cultura preuniversal, representada, desde hace siglos, por el blanco. La misión trascendental correspondió a las dos más audaces ramas de la familia europea; a los dos tipos humanos más fuertes y más disímiles: el español y el inglés".

Perdón... Pero no es que nosotros seamos puente entre otras razas. Son las otras razas, que al contacto con el Blanco, salen de su barbarie o de su inmovilismo, y alcanzan el desarrollo. Los Chinos nunca pasaron del Neolítico agrícola en el sur de China, hasta que entraron en contacto con los blancos (los ancestros Neolíticos de los Tocarios, Escitas, Sacas, etc.) quienes trajeron la rueda, el hierro y el caballo a esas latitudes.

China, Japón y Corea, por ejemplo, siempre han estado igual. Desde sus remotos contactos con los antiguos blancos de Asia, adoptaron de ellos la greca (deformación de la svástica), la cerámica cordada (o Jomon), el uso del caballo y el carro con ruedas, el uso de los metales, etc. Luego, cuando los blancos fueron expulsados o absorbidos (mediante el genocidio o el mestizaje) en el este de Asia, vino un largo período de aislamiento, con el obvio inmovilismo y estancamiento (tan típico de los amarillos), hasta que nuevamente estos países entraron en contacto - forzoso, eso sí - con los blancos, en tiempos modernos. China, Mongolia, Norcorea e Indochina se moldearon con el rígido patrón soviético (de clara mezcla judeo-germano-eslava); mientras que Japón, Surcorea, Taiwan, Singapur y Malasia imitaron el modelo judeo-euro-americano (con variantes religiosas semito-islámicas)... Si ambas concepciones de mundo (nos guste o no) son netamente blancas ¿Dónde está la originalidad mongoloide?

La India pre-aria, que creó la enigmática civilización del valle del Indo, era la India Mediterránea, y Mediterráneos eran los habitantes de Mohenjo-Daro y Harappa. Antes de eso, solo era un nido de ignorada barbarie negroide. Y cuando la civilización del Indo se mestizó en mayor proporción con el elemento negroide que subyugaba (siendo absorbido el elemento Mediterráneo, digamos al "estilo egipcio"), ésta decayó de inmediato y fue fácil presa para los Arios provenientes de Afganistán.

Y si nos zambullimos más hondo, en las supuestas diferencias entre los ingleses y españoles de la época; descubriremos que había una capa racial bastante similar entre ambos países de la época. Inglaterra es producto de una capa nórdico-alpina, superpuesta a una fuerte sabana mediterránea. La España de aquella época (centro y norte), era producto de una mezcla bastante pareja nórdico-mediterránea. Cuando el elemento nórdico (inquieto y ambicioso) abandonó la península Ibérica, en busca de nuevas tierras, quedó mayoritariamente solo el actual elemento mediterráneo, con fuerte presencia genética de mestizos negroides en el sur (y que está siendo constantemente reforzada por nuevas oleadas de inmigrantes mestizos de Noráfrica).

"Desde los primeros tiempos, desde el descubrimiento y la conquista, fueron castellanos y británicos, o latinos y sajones, para incluir por una parte a los portugueses y por otra al holandés, los que consumaron la tarea de iniciar un nuevo período de la Historia conquistando y poblando el hemisferio nuevo. Aunque ellos mismos solamente se hayan sentido colonizadores, trasplantadores de cultura, en realidad establecían las bases de una etapa de general y definitiva transformación".

Una de las mayores incongruencias modernas, en el constante y desvergonzado manoseo de la historia mundial por parte de supuestos "expertos", es el tan prostituido término "Latino".

Actualmente, cuando uno quiere referirse a un pequeño mestizo braquicéfalo, de piel muy oscura, de cabellos negros y grasientos, con rasgos faciales acusadamente negroides o amerindios, que suda copiosamente y baila cadenciosamente al ritmo de los bongós: Se utiliza el término "Latino"... Y nadie siquiera enarca una ceja (menos, se detiene a pensar).

Llega a tanto la confusión, que en TV tenemos que tragarnos a un tal DJ Mendez, un mestizo amerindio-chileno, avecindado en Suecia, con la palabra "Latino", tatuada en su torso.

Pero cuando pacientemente explicamos al confundido, que "Latino" es el nombre de un antiguo nórdico de la Edad del Hierro, emparentado con los Celtas, generalmente dolicocéfalo, de cabellos rubios y ojos azules, con una talla promedio de 1.80 mts.; que invadió el norte de Italia, y que al mezclarse con los Etruscos y otros pueblos mediterráneos, dio origen al pueblo Romano... Entonces nuestro interlocutor se nos queda mirando extrañado.

"Los llamados latinos, poseedores de genio y de arrojo, se apoderaron de las mejores regiones, de las que creyeron más ricas, y los ingleses, entonces, tuvieron que conformarse con lo que les dejaban gentes más aptas que ellos. Ni España ni Portugal permitían que a sus dominios se acercase el sajón, ya no digo para guerrear, ni siquiera para tomar parte en el comercio".

No eran "latinos", en el actual sentido de la palabra, los poseedores de tanto genio y arrojo. No eran eso los conquistadores españoles y navegantes portugueses, que cruzaron océanos y conquistaron inmensos territorios... Nosotros sabemos cual era su extracción racial mayoritaria. Hasta los amerindios sabían de su extracción racial, confundiendo a españoles, portugueses, ingleses, holandeses y franceses por igual... Hasta que abrían la boca y hablaban su idioma. Ahí acababa la semejanza.

"El predominio latino fue indiscutible en los comienzos. Nadie hubiera sospechado, en los tiempos del laudo papal que dividió el Nuevo Mundo entre Portugal y España, que unos siglos más tarde, ya no seria el Nuevo Mundo portugués ni español, sino más bien inglés. Nadie hubiera imaginado que los humildes colonos del Hudson y el Delaware, pacíficos y hacendosos, se irían apoderando paso a paso de las mejores y mayores extensiones de la tierra, hasta formar la República que hoy constituye uno de los mayores imperios de la Historia..."

Nosotros sabemos el porqué... Una y otra vez, Pureza Racial, Pureza Racial.

Mientras los Ingleses llevaban, en su misión colonizadora, a sus mujeres e hijos con ellos; los españoles y portugueses penetraron solos en la inmensa América, y prodigaron su semilla cuantas veces pudieron, siendo genética y literalmente ahogados en un mar de color, formando una población que no era ni blanca ni amerindia, sino mestiza.

En todo caso, el Señor Vasconcelos, derrumba de un plumazo e involuntariamente, la teoría de la influencia medioambiental en el desarrollo de la civilización. Hoy, los países denominados "latinos", se asemejan a un pobre muerto de hambre, sentado sobre un cerro de oro y piedras preciosas.

"...Despojados de la antigua grandeza, nos ufanamos de un patriotismo exclusivamente nacional, y ni siquiera advertimos los peligros que amenazan a nuestra raza en conjunto. Nos negamos los unos a los otros. La derrota nos ha envilecido a tal punto, que, sin darnos cuenta, servimos los fines de la política enemiga, de batirnos en detalle, de ofrecer ventajas particulares a cada uno de nuestros hermanos, mientras al otro se le sacrifica en intereses vitales. No sólo nos derrotaron en el combate, ideológicamente también nos siguen venciendo. Se perdió la mayor de las batallas el día en que cada una de las repúblicas ibéricas se lanzó a hacer vida propia, vida desligada de sus hermanos, concertando tratados y recibiendo beneficios falsos, sin atender a los intereses comunes de la raza".

Tratar de explicar la decadencia española y portuguesa debido a las derrotas militares y la corrupción de sus elites, es como echarle la culpa de la decadencia egipcia o romana, a la finalización de un extraño "ciclo".

Nuevamente se soslaya el hecho que la sangre de los conquistadores, simplemente se evaporó en el océano amerindio y negro, que poblaba la Hispanoamérica y el Brasil lusitano. Mientras que en el norte se reforzaba año tras año, con la llegada de más y más colonos racialmente afines; nuestra América era un crisol racial que engulló como una larva hambrienta, todo pequeño aporte racial blanco que llegó a sus costas.

Y luego el Señor Vasconcelos se pregunta extrañado, del porqué no hubo unidad en "Latinoamerica", mientras los colonos blancos del norte se unían en un solo país.

Por favor... ¿Qué lazo de hermandad podemos tener con mulatos ecuatoriales y amerindios altiplánicos, para formar los Estados Unidos de Sudamérica?

"Los creadores de nuestro nacionalismo fueron, sin saberlo, los mejores aliados del sajón, nuestro rival en la posesión del continente. El despliegue de nuestras veinte banderas de la Unión Panamericana de Washington deberíamos verlo como una burla de enemigos hábiles. Sin embargo, nos ufanamos, cada uno, de nuestro humilde trapo, que dice ilusión vana, y ni siquiera nos ruboriza el hecho de nuestra discordia delante de la fuerte unión norteamericana. No advertimos el contraste de la unidad sajona frente a la anarquía y soledad de los escudos iberoamericanos. Nos mantenemos celosamente independientes respecto de nosotros mismos; pero de una o de otra manera nos sometemos o nos aliamos con la Unión sajona".

Muy luego brota la típica envidia "latinoamericana", casi insinuando ciertas culpas de la América anglosajona por las desventuras de "Caosamérica", y preguntándose el porqué ellos sí se unieron y nosotros no.

Pareciera que estamos escuchando a Galeano y sus "Venas abiertas de América Latina", culpando a la CIA y a EE.UU. por la absoluta incapacidad, una y otra vez demostrada por nuestras repúblicas mestizas, para transformarse en Naciones Reales.

Y seamos sinceros: una similar búsqueda de chivos expiatorios, es la que abunda al otro lado de la cordillera, entre muchos políticos e ideólogos (¡incluso NS!) de Argentina, culpando a ingleses y judíos por su caótica situación; pero negándose una y otra vez (en una incomprensible y arrogante ceguera) a ver la cambiante realidad racial de su país, que aumenta año tras año, en contra de la Raza Blanca.

¡Ni mexicanos como Vasconcelos, ni NS argentinos se preguntan por la real causa de su decadencia, teniéndola frente a sus narices!

"...Pero no advertimos que a la hora de obrar, y pese a todas las dudas de los sabios ingleses, el inglés busca la alianza de sus hermanos de América y de Australia, y entonces el yanqui se siente tan inglés como el inglés en Inglaterra. Nosotros no seremos grandes mientras el español de la América no se sienta tan español como los hijos de España. Lo cual no impide que seamos distintos cada vez que sea necesario, pero sin apartarnos de la más alta misión común. Así es menester que procedamos, si hemos de lograr que la cultura ibérica acabe de dar todos sus frutos, si hemos de impedir que en la América triunfe sin oposición la cultura sajona. Inútil es imaginar otras soluciones".

El que un inglés, un norteamericano, un canadiense, un australiano o un neozelandés se sienta en casa, en cualquiera de estos países; es el resultado de la Pureza Racial. Esto es sentirse Blanco. Un blanco se siente en casa, en cualquier país blanco. Simplemente aprende el idioma (si habla otro), se consigue un trabajo y arrienda una casa.

Al contrario, el mestizo blanco-amerindio-negroide, cuando es despojado de su "bandera" y de su "país", simplemente desaparece, queda desnudo frente al mundo, no tiene arraigo ni sentido de pertenencia en ningún lado... Y por vez primera se siente lo que es, un mestizo.

Y cuando llega a una nación blanca, simplemente aplasta su trasero contra el suelo, nunca logra aprender el idioma, jamás trabaja y vive de allegado junto a 10 mestizos más, sobreviviendo a costa de beneficios sociales entregados por sus mismos anfitriones blancos y reclamando contra el "racismo blanco".

"...Resultaría, pues, infantil que pueblos débiles como los nuestros se pusieran a renegar de todo lo que les es propio, en nombre de propósitos que no podrían cristalizar en realidad. El estado actual de la civilización nos impone todavía el patriotismo como una necesidad de defensa de intereses materiales y morales, pero es indispensable que ese patriotismo persiga finalidades vastas y trascendentales. Su misión se truncó en cierto sentido con la Independencia, y ahora es menester devolverlo al cauce de su destino histórico universal..."

Los únicos beneficiados con ese nacionalismo decimonónico, estrecho y chovinista, son los Enemigos de la Raza Blanca.

Y mientras se persista en esa actitud, los países de Sudamérica se oscurecerán cada vez más, haciéndose cada vez más difícil evitar el colapso final... Esto es, o una revuelta amerindia que acabe en una masacre general de los blancos restantes; o una guerra fratricida entre las elites blancas, que acabará con el mismo resultado de la primera opción: exterminio racial y absorción genética.

"...La obra portentosa iniciada por los férreos conquistadores y consumada por los sabios y abnegados misioneros fue quedando anulada. Una serie de monarcas extranjeros, tan justicieramente pintados por Velázquez y Goya, en compañía de enanos, bufones y cortesanos, consumaron el desastre de la administración colonial. La manía de imitar al Imperio romano, que tanto daño ha causado lo mismo en España que en Italia y en Francia; el militarismo y el absolutismo, trajeron la decadencia en la misma época en que nuestros rivales, fortalecidos por la virtud, crecían y se ensanchaban en libertad".

Lo que retrataron los grandes pintores españoles, fueron diminutas elites nórdicas, gobernando sobre un pueblo que había perdido recientemente su vitalidad racial, trasvasijada completamente al nuevo continente y fatalmente absorbida por los amerindios.

Podemos decir que la imitación al imperio romano fue una imitación al calco de su irresponsabilidad racial, perdiendo lo mejor de su elemento genético, borrado y ahogado por la sangre No-blanca... Y al otro lado del río, en la América anglosajona, se hacía justamente lo contrario. Se cuidaba la raza, trayendo familias completas y enviando nuevos colonos racialmente afines, para ocupar y desarrollar más y más territorios, previa expulsión o exterminio de sus ocupantes amerindios.

"Junto con la fortaleza material se les desarrolló el ingenio práctico, la intuición del éxito. Los antiguos colonos de Nueva Inglaterra y de Virginia se separaron de Inglaterra, pero sólo para crecer mejor y hacerse más fuertes. La separación política nunca ha sido entre ellos obstáculo para que en el asunto de la común misión étnica se mantengan unidos y acordes. La emancipación, en vez de debilitar a la gran raza, la bifurcó, la multiplicó, la desbordó poderosa sobre el mundo; desde el núcleo imponente de uno de los más grandes Imperios que han conocido los tiempos. Y ya desde entonces, lo que no conquista el inglés en las Islas, se lo toma y lo guarda el inglés del nuevo continente. En cambio, nosotros los españoles, por la sangre, o por la cultura, a la hora de nuestra emancipación comenzamos por renegar de nuestras tradiciones; rompimos con el pasado y no faltó quien renegara la sangre diciendo que hubiera sido mejor que la conquista de nuestras regiones la hubiesen consumado los ingleses. Palabras de traición que se excusan por el asco que engendra la tiranía, y por la ceguedad que trae la derrota".

No es que los criollos renegaran de su ancestro español. Lo que sucede es que el mestizo, al darse cuenta de su número superior a los blancos, comenzó a expresar pública y violentamente su rechazo a la cultura, no de sus ancestros, sino de sus conquistadores.

Así como los no-blancos no cambiaron racialmente porque fueran "romanizados"; sino Roma fue la que se volvió mestiza; el amerindio y su prole mestiza, nunca se convirtió en blanco porque fuera convertido al cristianismo. Simplemente se exacerbó su insolencia y su resentimiento. Vio al cristianismo como un signo de debilidad, de los descendientes de los antiguos conquistadores, así como un barniz obligatorio y necesario, pero que en nada cambió su psicología genética.

No es que los criollos aborrecieran a España. Estos querían sinceramente un nuevo trato, pero sin cortar los lazos con la metrópoli. Pero fueron los mestizos, con mayor proporción de sangre amerindia y negroide en sus venas, quienes ejecutaron entusiastamente una guerra a muerte contra los españoles y los criollos "realistas", jalonando de masacres, represalias y salvajadas sin nombre, la era de la Independencia; y de paso envenenando de resentimiento las relaciones hispano-americanas.

Y los Criollos, aunque ganaron militar y políticamente, instaurándose gobiernos criollos en toda América (salvo Haití); simplemente perdieron racialmente en la mayor parte del continente, cortando de cuajo la posibilidad de una inmigración blanca post-colonial... Y los resultados están a la vista de todos. Comparemos al México "emancipado" con los EE.UU, independientes.

"...Este pecado, común a cada una de nuestras patrias, es resultado de épocas en que la Historia se escribe para halagar a los déspotas. Entonces la patriotería no se conforma con presentar a sus héroes como unidades de un movimiento continental, y los presenta autónomos, sin darse cuenta que al obrar de esta suerte los empequeñece en vez de agrandarlos. Se explican también estas aberraciones porque el elemento indígena no se había fusionado, no se ha fusionado aún en su totalidad, con la sangre española; pero esta discordia es más aparente que real. Háblese al más exaltado indianista de la conveniencia de adaptarnos a la latinidad y no opondrá el menor reparo; dígasele que nuestra cultura es española y en seguida formular objeciones".

El mismo reconoce que la causa de la división en la América hispanoparlante es la presencia de dos (e incluso tres) razas completamente extrañas y hostiles entre si. Pero luego, inexplicable y paradojalmente, insiste que el mestizaje o la "Latinidad" (?) logrará solucionar este grave e indisoluble problema de Fractura Racial...

Podríamos agregar que hoy, con la existencia no de tres grupos étnicos separados, sino de cuatro (si incluímos a los mestizos entre los tres grupos) entremezclados, estamos pagando las consecuencias de ese experimento en fusiones raciales.

"...Los días de los blancos puros, los vencedores de hoy, están tan contados como lo estuvieron los de sus antecesores. Al cumplir su destino de mecanizar el mundo, ellos mismos han puesto, sin saberlo, las bases de un período nuevo, el periodo de la fusión y la mezcla de todos los pueblos. El indio no tiene otra puerta hacia el porvenir que la puerta de la cultura moderna, ni otro camino que el camino ya desbrozado de la civilización latina. También el blanco tendrá que deponer su orgullo, y buscará progreso y redención posterior en el alma de sus hermanos de las otras castas, y se confundirá y se perfeccionará en cada una de las variedades superiores de la especie, en cada una de las modalidades que tornan múltiple la revelación y más poderoso el genio".

Si él pensaba que una amalgamación racial compulsiva, resolvería los problemas raciales, podemos asegurarle con pelos y señales, cuán completamente equivocado estaba.

La única forma de hacer surgir algo superior de Sudamérica (ni hablar de Mesoamérica o el Caribe) es extraer definitivamente el cuerpo amerindio y negroide que nos mantiene "atragantados" en la Historia. Y si no hacemos eso pronto, no solo nunca tragaremos ese pedazo de por si intragable, sino simplemente nos asfixiaremos de la forma más miserable.

Lo repetiremos una y otra vez:
INTEGRACIÓN = VIOLENCIA / SEPARACIÓN = PAZ.

"...Ya que la imbecilidad de la época impidió que se cumpliera este genial designio, procuremos al menos tenerlo presente. Reconozcamos que fue una desgracia no haber procedido con la cohesión que demostraron los del Norte; la raza prodigiosa, a la que solemos llenar de improperios, sólo porque nos ha ganado cada partida de la lucha secular. Ella triunfa porque aduna sus capacidades prácticas con la visión clara de un gran destino. Conserva presente la intuición de una misión histórica definida, en tanto que nosotros nos perdemos en el laberinto de quimeras verbales. Parece que Dios mismo conduce los pasos del sajonismo, en tanto que nosotros nos matamos por el dogma o nos proclamamos ateos. ¡Cómo deben de reír de nuestros desplantes y vanidades latinas estos fuertes constructores de imperios! Ellos no tienen en la mente el lastre ciceroniano de la fraseología, ni en la sangre los instintos contradictorios de la mezcla de razas disímiles; pero cometieron el pecado de destruir esas razas, en tanto que nosotros las asimilamos, y esto nos da derechos nuevos y esperanzas de una misión sin precedente en la Historia. De aquí que los tropiezos adversos no nos inclinen a claudicar; vagamente sentimos que han de servirnos para descubrir nuestra ruta".

Qué más podemos agregar a lo anterior... El Señor Vasconcelos ha hecho una maravillosa síntesis de las causas del fracaso de "Latinoamérica" y el éxito de "Angloamerica".

Nuevamente RAZA, RAZA y RAZA.

Pero después de una clarividente aceptación de la realidad, lanza un argumento mesiánico que arruina todo lo anterior: Porque si el pecado mortal de los Anglosajones fue expulsar y exterminar a los Amerindios, nuestro pecado mortal (a nuestros ojos, peor) fue el haberlos asimilado racialmente. De esa manera nos condenamos ambos, y advertimos que nada bueno va salir de eso.

"Precisamente, en las diferencias encontramos el camino; si no más imitamos, perdemos; si descubrimos, si creamos, triunfaremos. La ventaja de nuestra tradición es que posee mayor facilidad de simpatía con los extraños. Esto implica que nuestra civilización, con todos sus defectos, puede ser la elegida para asimilar y convertir a un nuevo tipo a todos los hombres. En ella se prepara de esta suerte la trama, el múltiple y rico plasma de la Humanidad futura. Comienza a advertirse este mandato de la Historia en esa abundancia de amor que permitió a los españoles crear una raza nueva con el indio y con el negro; prodigando la estirpe blanca a través del soldado que engendraba familia indígena y la cultura de Occidente por medio de la doctrina y el ejemplo de los misioneros que pusieron al indio en condiciones de generar en la nueva etapa, la etapa del mundo Uno".

Ni la cultura blanca ni el cristianismo volvieron blanco al amerindio o al negro. Simplemente el blanco se volvió amerindio o negro. Y los resultados están a la vista. Guatemala, Haití o Bolivia no tienen punto de comparación con EE.UU. o Canadá, por más esfuerzos de imaginación que hagamos.

Siempre ha sido el exclusivismo y el racismo puesto en práctica, el que ha elevado a las civilizaciones blancas, a las alturas que nosotros conocemos. Una vez que tal o cual civilización pierde su Conciencia Racial y se abre de par en par las puertas a la "Diversidad" y al "Multiculturalismo", somos testigos de su lenta (y en algunos casos, acelerada) decadencia, que aparece una y otra vez descrita en todos los textos de historia.

América "latina" ni siquiera tuvo tiempo de crear, simplemente nació con el germen de su autodestrucción, en el mismo instante que los Conquistadores blancos mezclaron su sangre con la de los Conquistados no-blancos.

"La colonización española creó mestizaje; esto señala su carácter, fija su responsabilidad y define su porvenir. El inglés siguió cruzándose sólo con el blanco, y exterminó al indígena; lo sigue exterminando en la sorda lucha económica, más eficaz que la conquista armada. Esto prueba su limitación y es el indicio de su decadencia. Equivale, en grande, a los matrimonios incestuosos de los Faraones, que minaron la virtud de aquella raza, y contradice el fin ulterior de la Historia, que es lograr la fusión de los pueblos y las culturas. Hacer un mundo inglés; exterminar a los rojos, para que en toda la América se renueve el norte de Europa, hecho de blancos puros, no es más que repetir el proceso victorioso de una raza vencedora..."

Más basura integracionista. El caballero, que trasluce un odio y una envidia vesánica por la pureza racial de Norteamérica, incluso vaticinando una rápida decadencia (?) a causa de su "reprobable" insistencia en no mezclarse con los amerindios; acude al manoseado e infantil mito de la "perversión" de la consanguineidad racial y las maravillas de "enriquecer" nuestra sangre con dudosos y obviamente nefastos aportes negroides y amerindios.

E incluso tiene la tupé de poner como ejemplo, los enigmáticos e incestuosos matrimonios entre las familias reales de Egipto. Ni siquiera se pone a pensar que los amerindios Incaicos hacían lo mismo en el Perú precolombino ¿Por qué? Suponemos que en ambos casos, se acudía a ese desesperado extremo, para evitar la entrada de sangre foránea y la consiguiente caída de sus imperios... Algo, que cuando la última gota de sangre blanca pura desapareció en el caudal mestizo, acaeció sin más demora.

"El objeto del continente nuevo y antiguo es mucho más importante. Su predestinación obedece al designio de constituir la cuna de una raza quinta en la que se fundirán todos los pueblos, para reemplazar a las cuatro que aisladamente han venido forjando la Historia. En el suelo de América hallará término la dispersión, allí se consumará la unidad por el triunfo del amor fecundo, y la superación de todas las estirpes. Y se engendrará de tal suerte el tipo síntesis que ha de juntar los tesoros de la Historia, para dar expresión al anhelo total del mundo. Los pueblos llamados latinos, por haber sido más fieles a su misión divina de América, son los llamados a consumarla. Y tal fidelidad al oculto designio es la garantía de nuestro triunfo".

Desde los tiempos de "Raza, racismo y evolución" que no escuchábamos semejante barbaridad. Un integracionismo caótico y furibundo, que promueve la creación de una "Quinta Raza".

¿De qué fidelidad habla? ¿Fidelidad a su Sangre y su Ancestro? Pues creemos que en Centro y Sudamérica, la primera traición cometida por los Conquistadores, fue a sus propios antepasados y su verdadera misión divina que era encontrar tierras donde fundar una Nueva España, Blanca y Cristiana... Y no una Proto-Nueva York a escala continental.

En todo caso, creemos que todos ya captan de qué vertientes arrancan o abrevan tantas confusas y exuberantes ramas NS "latinas".

"Hidalgo, Morelos, Bolívar, Petion el haitiano, los argentinos en Tucumán, Sucre, todos se preocuparon de libertar a los esclavos, de declarar la igualdad de todos los hombres por derecho natural; la igualdad social y cívica de los blancos, negros e indios. En un instante de crisis histórica, formularon la misión trascendental asignada a aquella zona del globo: misión de fundir étnica y espiritualmente a las gentes. De tal suerte se hizo en el bando latino lo que nadie ni pensó hacer en el continente sajón. Allí siguió imperando la tesis contraria, el propósito confesado o tácito de limpiar la tierra de indios, mogoles y negros, para mayor gloria y ventura del blanco..."

Juntar "próceres" criollos, mestizos y negros en una especie de épica gesta Igualitarista, está muy de moda últimamente.

Es tan políticamente correcto equiparar valerosas y justas épicas guerreras, que buscaban (inocentemente) una nueva identidad para los confusos territorios americanos; con miserables partidas de homicidios, violaciones y saqueos masivos, emprendidas por salvajes montoneras de amerindios, mulatos y mestizos.

El caótico "Bolívar-socialismo" del coronel zambo Chávez, junto al neo-marxismo indigenista de los "Zapatistas", el "Narco-socialismo bolivariano" de las FARC y el "trotskismo-amerindianista" (salpicado de Teología de la Liberación) del ELN "Camilista"; son tentáculos claramente Anti-Blancos, que arrancan de este discurso, de este verdadero Dogma de Disolución.