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CLOVIS Y MÁS ALLÁ

Simposio sobre "El Hombre de Kennewick y el poblamiento de América"

Desde el primer momento que el Hombre de Kennewick fue descubierto en 1996, a lo largo de los bancos del río Columbia, él ha sido el centro de una tormenta de controversia y misterio. El misterio gira alrededor de la identidad del Hombre de Kennewick ¿De dónde venía? ¿Con quien está relacionado? ¿Y por qué luce tan diferentes a los modernos Amerindios?

La controversia concierne a quién tiene acceso y derecho al pasado. En juego están las creencias religiosas Amerindias y el derecho a conducir la investigación científica. El simposio "El hombre de Kennewick y el poblamiento de América" efectuado en conjunto con la 18ª Muestra Anual de Arte Indio de Marin, en febrero, fue bien recibida por aquellos que asistieron.

Una revisión de la investigación sobre los Primero Americanos y cómo el caso del Hombre de Kennewick tiene el potencial para impactar los Estudios sobre los Primero Americanos, fue realizada por Brad Lepper de la Sociedad Histórica de Ohio. El director del Centro de Estudios de los Primeros Americanos, Rob Bonnichsen, ofreció un interesante audiovisual sobre cuantos de los sitios de los Primeros Hombres en Norte y Sudamérica, que están haciendo retroceder el reloj sobre cuando los Primeros Americanos llegaron al Nuevo Mundo. Él discutió sobre las nuevas teorías de invasiones múltiples que están emergiendo para explicar muchas de estas antiguas fechas. Es un emocionante momento en el campo de los Estudios de los Primeros Americanos.

Allan Schnedier, el principal abogado representante de los científicos en el caso del Hombre de Kennewick, entregó información y visiones que solo una persona involucrada en el caso podría proporcionar. Lo que asombró a la audiencia fue el maltrato por parte del Gobierno de los restos y el sitio donde el Hombre de Kennewick fue hallado, y la cantidad de dinero de los contribuyentes derrochada; el poco apropiado almacenamiento de los restos en un lugar que carece de controles de temperatura y humedad, nos cuesta $ 80.000 anuales, cuando el Instituto Smithsoniano ofreció el uso de sus ultra modernas instalaciones, gratis; la abismal seguridad de los restos donde el cedro y otros materiales foráneos fueron puestos en contacto con los huesos y una tan pobre seguridad en el acceso, que los huesos resultaron perdiéndose; la prisa del Gobierno para cubrir el sitio del descubrimiento con escombros y la plantación de vegetación cuyas raíces destruirán la estratigrafía; el cuestionable uso de la ciencia por parte del Gobierno para vincular al Hombre de Kennewick con tribus modernas y su insistencia que todos los restos de más de 500 años son Amerindios, fue también sobresaliente.

La audiencia tuvo oportunidad para hacer un montón de preguntas a los expositores y se pasó una agradable velada.

"Navegantes Costeros - Los Primeros Americanos pueden haber llegado por el mar"
Artículo de E. James Dixon

Si los nómades que crearon la cultura Clovis penetraron en Norteamérica, ellos tuvieron que pasar a través del por largo tiempo descrito "corredor libre de hielo". Pero un creciente cuerpo de evidencia indica que el sendero entre los grandes glaciares de la última Edad del Hielo estaba cerrado - en efecto, el camino hacia el sur pudo haber estado bloqueado hasta siglos después del surgimiento de Clovis. Si los primeros Americanos no pudieron haber penetrado en el Nuevo Mundo ¿Cómo llegaron allí? Las rutas costeras u oceánicas cruzadas por medio de naves es la explicación más plausible.

Ningún resto humano comprobablemente fechado de América es más antiguo que alrededor de 11.500 años de radiocarbono (unos 13.350 años calendarios). Esto, junto con otra evidencia, sugiere que los primeros humanos arribaron a América hace no más de 15.000 años atrás (17.950 años calendarios), cerca del fin de la última Edad del Hielo, el Wisconsin Tardío.

El clima era mucho más frío entonces, y macizos glaciares en el este y el oeste formaban una inmensa capa de hielo que cubría la mayor parte de Canadá. El hielo bloqueaba el acceso entre lo que es hoy Alaska y los EE.UU. continentales. El mar de hielo polar se extendía hacia el sur, hasta el Pacífico, cubriendo Groenlandia, Islandia, y todas Irlanda e Inglaterra, excepto sus áreas más meridionales.

Debido a que gran parte del agua de la tierra estaba atrapada en el hielo glacial, el nivel del mar era más bajo. Las placas continentales y el piso de los mares de Bering y Chukchi estaban expuestos, creando el puente de tierra de Bering. La geografía de la Edad del Hielo limitó las posibles rutas de migración hacia América, a las siguientes: la centro-continental de Beringia, la Costa Noroeste, y las rutas Pacífico y Atlántico. La ruta centro-continental de Beringia presume que los cazadores y recolectores entraron por primera vez en Norteamérica, desde Asia, a través del puente de tierra de Bering.

Luego avanzaron hacia el sur, en Canadá centro-occidental a través del hipotético corredor libre de hielo. Pero los geólogos trabajando en Canadá han demostrado recientemente que el "corredor libre de hielo" no existía en aquella época, y que las conexiones entre Beringia oriental y las áreas al sur de los glaciares continentales, no se asentaron hasta alrededor de 11.000 años atrás (13.020 años calendarios).

Respaldando esta conclusión, los paleontólogos no han encontrado huesos animales que sean fechados alrededor de 21.000 a 11.500 años atrás, en la región anteriormente pensada como el corredor libre de hielo. Esta evidencia demuestra bastante concluyentemente que el corredor libre de hielo no existía durante la última Edad del Hielo. Y presume una ruta centro-continental para la entrada humana, anterior a los cerca de 11.000 años.

El deshielo a lo largo de la Costa Noroeste de Norteamérica había empezado alrededor de 14.000 años atrás (16.800 años calendarios) y estaba lo suficientemente avanzada para permitir que los humanos usaran embarcaciones para colonizar las áreas costeras, unos 13.000 años atrás (15.350 años calendarios). Restos de mamíferos terrestres y marinos, aves y peces que datan de aquella época, han sido descubiertos a lo largo de la Costa Noroeste, demostrando que suficientes recursos existieron a lo largo de la costa para que la gente sobreviviera.

Debido a que anteriores interpretaciones geológicas habían indicado que la región había estado enteramente congelada hasta alrededor de 10.000 años atrás (11.350 años calendarios), muy poco trabajo arqueológico ha sido llevado a cabo para explorar esta región como una posible ruta migratoria. Hasta ahora, ningún sitio ha sido hallado que sea más antiguo que los 10.500 a 10.000 años atrás.

Algunos investigadores creen que los humanos pudieron haber cruzado la vasta extensión del Pacífico y colonizado Sudamérica antes que nadie alcanzara Norteamérica. El respaldo para esta teoría se basa en sitios tales como Monte Verde en el sur de Chile, y Tiama-Tiama en el norte de Venezuela, que pueden ser más antiguos que los más viejos sitios en Norteamérica. La evidencia biológica sugiere que algunos de los más antiguos esqueletos en Sudamérica pueden compartir similitudes con los habitantes de Polinesia y Australia.

La ruta Atlántica es defendida por los arqueólogos Dennis Stanford y Bruce Bradley, quienes han documentado un sorprendente número de rasgos tecnológicos compartidos entre el complejo Clovis de Norteamérica, que data de entre 11.500 y 10.900 años atrás, y la tradición Solutrense de Europa, que terminó posiblemente a finales de 16.000 años atrás (19.100 años calendarios). Teorizan que los pescadores y cazadores marítimos Solutrenses pudieron haberse abierto camino a lo largo de los márgenes meridionales del mar de hielo Atlántico, hasta el Nuevo Mundo, durante el Wisconsin Tardío.

La preponderancia de evidencias lingüísticas y biológicas indican que los Amerindios se originaron con toda probabilidad en algún lugar de Asia nororiental. Solo la Costa Noroeste y las rutas centro-continentales llevan desde allí hacia América. Debido a que la ruta centro-continental no estaba abierta hasta alrededor de 11.000 años atrás, la ruta más plausible para la colonización inicial de América parece estar a lo largo de la Costa Noroccidental.

La colonización de los continentes es un proceso complejo que abarca un largo período de tiempo y probablemente involucra numerosos grupos de gentes de diferentes lugares. Los arqueólogos deben tener la mente abierta para muchas ideas que están siendo ofrecidas para explicar el poblamiento del Nuevo Mundo.

Hay apasionantes pistas biológicas y tecnológicas que sugieren un posible contacto, inclusive colonización, entre América y Australia, Polinesia, Europa e incluso Africa. La velocidad y proceso de colonización de América son importantes porque las adaptaciones culturales de las primeras poblaciones del Nuevo Mundo, establecieron la base para todo desarrollo cultural subsecuente en América, y para las diversas y ricas culturas que siguieron.

Es Conservador de Arqueología del Museo de Historia Natural de Denver. Su último libro, "Huesos, embarcaciones y bisontes: Arqueología y la Primera Colonización de América Noroccodental", es una publicación de la Imprenta de la Universidad de Nuevo México.

La Solución Solutrense - ¿Provenían algunos Antiguos Americanos de Europa?
por Dennis Stanford y Bruce Bradley

Durante medio siglo, los arqueólogos han supuesto que los ancestros de la gente de Clovis - largo tiempo considerados los primeros Americanos - cruzaron el puente de tierra de Bering, desde Asia nororiental, unos 14.000 años calendarios atrás, y luego se dispersaron hacia el sur a través del continente. Pero hay algo malo con aquel cuadro.

Años de investigación en Asia oriental y Alaska han entregado poca evidencia de cualquier conexión histórica o tecnológica entre el Paleolítico (Edad de Piedra) Asiático y las gentes de Clovis. Así mismo, el sudeste de los EE.UU. han ofrecido más sitios Clovis que el Oeste, y unas pocas fechas de radiocarbono sugieren que algunas de ellas pueden anteceder aquellas de los estados occidentales. Si esto es correcto, entonces difícilmente encaja la noción que la tecnología Clovis se originó en Asia nororiental o Alaska.

Durante años, numerosos estudiosos han notado similitudes entre las puntas de proyectiles Clovis y puntas "Solutrenses", producto de una cultura Paleolítica de la costa norte de España, entre unos 22.000 y 16.500 años atrás. Poca credibilidad se le ha dado a las sugerencias de una conexión directa entre estas tecnologías, debido a la brecha de 4.500 años entre lo último del Solutrense y lo primero de Clovis, y debido a las dudas que gente del Paleolítico Superior pudiera navegar el océano Atlántico.

Pero evidencia indirecta para el viaje oceánico Paleolítico ha estado sumándose. A pesar que ninguna embarcación ha sido encontrada, sabemos ahora que al menos unos 40.000 años atrás, naves marinas trajeron población a Australia. Unos 28.000 años atrás, los talladores de piedra estaban recolectando materia prima desde islas tan lejanas como la costa Japonesa. Y más cerca de España, los pueblos Paleolíticos habitaban algunas de las islas Mediterráneas al menos 14.000 años atrás.

Los pueblos Solutrenses podrían haber usado este conocimiento de embarcaciones, para viajar y explotar recursos marinos, que habrían sido especialmente importantes durante la última glaciación máxima, unos 18.000 años atrás, cuando la mayoría de Europa estaba cubierta de hielo y la competencia por decrecientes recursos terrestres debió haber sido intensa. Debido a estos hechos, creemos que la hipótesis de un ancestro del Viejo Mundo para Clovis debiera ser reconsiderado.

Para determinar si la idea valía la pena estudiar, examinamos colecciones arqueológicas en España, Francia y Portugal, buscando afinidades tecnológicas entre el Paleolítico Superior Europeo y Clovis. Nuestro examen focalizado reveló una asombrosa semejanza entre el Solutrense y Clovis; efectivamente, el Solutrense tiene más en común con Clovis que con las tecnologías Paleolíticas que le siguieron en Europa.

Los talladores del Solutrense y Clovis, usaron casi idénticas tecnologías de tallado en piedra. Observamos un alto grado de similitud entre las herramientas de piedra y hueso, así como en las tablillas grabadas, las reservas de bifaciales extra grandes y otros conjuntos de herramientas. El equipo de herramientas es, con unas pocas excepciones, casi idénticas a las de Clovis. A pesar que algunas de las puntas de proyectiles Solutrenses de base cóncava están sumamente adelgazadas, ninguna de las que vimos exhibían el bien desarrollado estilo aflautado de Clovis. Los ensambles de Clovis carecen de puntas anchas y de la navaja Solutrense en forma de hoja de laurel.

Un origen Solutrense de la cultura Clovis parece una explicación más plausibles de la evidencia, que un ancestro Asiático. Ciertamente, si las industrias Solutrenses fueran encontradas en Siberia, nadie cuestionaría su relación histórica con Clovis.

El último examen para esta hipótesis puede ser hallado en la investigación genética de antiguos restos humanos. Michael Brown y sus colegas informaron en 1998, que el haplogrupo X de ADN mitocondrial (un marcador genético de grupos de población) se encuentra en bajas frecuencias en ambas poblaciones, Europeas y Amerindias, pero no entre los Asiáticos. Esto les indicó que algunos de los fundadores Americanos pudieron haber llegado desde Europa, entre unos 36.000 y 12.000 años atrás.

Sin importar si el vínculo Solutrense-Clovis es efectivamente comprobado, el explorar esta hipótesis debiera incrementar nuestro entendimiento del desarrollo de las innovaciones tecnológicas y ampliar nuestro conocimiento de los antiguos pueblos del Nuevo Mundo.

DENNIS STANFORD es Presidente del Departamento de Arqueología del Museo Nacional de Historia Natural, Instituto Smithsoniano.

BRUCE BRADLEY es Presidente de " Primitive Tech Enterprises, Inc" en Cortez, Colorado, y Profesor Adujnto en el Augustana College en Sioux Falls, South Dakota.

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Febrero 2000