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EL MISTERIO DE LOS PRIMEROS AMERICANOS

15 de febrero del 2000

NARRADOR: Caminando a lo largo de los bancos del Columbia, cerca de Kennewick, estado de Washington, dos hombres hicieron un tenebroso descubrimiento. Tratando el caso como un posible homicidio, la policía llamó el investigador forense Jim Chatters. A orillas del río, buscó el resto del esqueleto.

JAMES CHATTERS: La mayoría de los grandes huesos eran visibles. Las grandes partes de la pelvis estaban ahí, habían fragmentos de ambos huesos de los muslos, piezas de ambos brazos yaciendo ahí en la superficie del lodo.

NARRADOR: Ahora, su trabajo era proveer a la policía la descripción de la víctima. Juzgando por el tamaño de los huesos y el desgaste de los dientes, parecía ser un hombre de unos 45 años de edad. Para determinar la raza, examinó el cráneo.

JAMES CHATTERS: Bueno, la primera cosa que vi, cuando observé la calavera fue su bóveda alargada con unos arcos superciliares ligeramente prominentes y una larga nariz. Esto, para mí, decía casi automáticamente: OK, estoy probablemente tratando con un caucásico. Y observando al individuo, si él tiene las características que son similares a las de los europeos, entonces creo que es una persona fallecida recientemente.

NARRADOR: Parecía un caso resuelto. Pero entonces él encuentra algo que no calza, un objeto grisáceo incrustado en su cadera.

JAMES CHATTERS: Era el color de piedra gris o plomo corroído. Lo tomé y lo radiografié. Bien, los rayos X no lo detectaron, lo que significaba claramente que no era plomo u otro metal, así que lo escaneamos al día siguiente y encontramos que era la base de una gran punta de lanza. Aquello volvió la historia bastante diferente.

NARRADOR: ¿Por qué estaba un arma de la edad de piedra alojada en la cadera de un esqueleto aparentemente moderno? Chatters envió una pequeña muestra de hueso para ser datada en un laboratorio radiocarbonológico. Una semana más tarde los resultados fueron enviados. El Hombre de Kennewick tenía casi 9.000 años de antigüedad.

NARRADOR: Un arqueólogo también es un investigador forense, y Jim Chatters sabía que el Hombre de Kennewick de 9.000 años de antigüedad era un extraño hallazgo. Solo un puñado de esqueletos de esta antigüedad han sido alguna vez encontrados en Norteamérica, y este estaba en excelente estado. Chatters comenzó a documentar las patologías de los huesos.

JAMES CHATTERS: Este tipo me contó más de una historia, que la mayoría de la gente con la que he tratado. Quiero decir, no solo tenía la punta de lanza incrustada, que había cicatrizado y que la había tenido por largo tiempo, sino que tenía una serie de otras heridas también. Si empiezas desde su juventud, se rompió su codo izquierdo y parece que tuvo una infección, o una especie de daño óseo grave. Él tenía su pecho aplastado con una masivo golpe circular, que rompió las costillas a ambos lados y las dejó separadas. Es una herida generalmente fatal. Está sanó. Él tenía una pequeña fractura de cráneo en el frontal izquierdo, el tipo de fractura que queda al ser golpeado por un garrote empuñado por una persona diestra, y esta también sanó. En pocas palabras, el hombre llevó una peligrosa existencia.

NARRADOR: Pero la más asombrosa cosa sobre el Hombre de Kennewick era la forma de su rostro y cráneo. En un esqueleto así de antiguo, Chatters habría esperado ver los anchos y prominentes pómulos en un cráneo braquicéfalo de un amerindio. Pero el Hombre de Kennewick tenía una bóveda alargada y rostro angosto, caracteres más típicos de gentes de Europa, del medio oriente o de India. Chatters había tropezado con un misterio que hasta entonces había sido solo conocido por unos pocos antropólogos. Uno de ellos era Douglas Owsley del Instituto Smithsoniano.

DOUGLAS OWSLEY: Jim me llamó y me dijo que estaba trabajando en un esqueleto, y que mostraba ciertas características que eran diferentes a las que él esperaba. Bueno, él me explicó la morfología. Y parecía como que podía calzar con los tipos de caracteres, de particularidades que hemos visto en algunos otros esqueletos de ese período de tiempo.

NARRADOR: Durante la década pasada, los antropólogos han detectado un sorprendente patrón en un pequeño puñado de esqueletos de más de 8.000 años, en Norteamérica.

DOUGLAS OWSLEY: Son extremadamente raros. Un esqueleto bien preservado y así de antiguo, los puedes contar con los dedos de la mano. Cuando empezamos una investigación sistemática, quedamos totalmente confundidos por cuán diferentes las gentes más antiguas eran, en términos de características físicas, en su morfología.

NARRADOR: Parece que ninguno de ellos luce como un moderno amerindio, quienes son probablemente sus descendientes. Quiénes eran y de dónde venían es un misterio. Uno que el Hombre de Kennewick podría ayudar a resolver.

DOUGLAS OWSLEY: Y porque son tan pocos, es lo que hace a cada uno más importante. Y el hecho que tuvieras uno de ellos tan bien preservado, con un cráneo casi completo, eso podría añadir tremendas cantidades de información a lo que sabemos sobre estas gentes.

NARRADOR: Chatters tenía uno de los más importantes hallazgos antropológicos del siglo.

JAMES CHATTERS: No lo esperaba. Nunca pensé que sería tan afortunado. Y como salieron las cosas, estoy en lo correcto. Cuatro días después que la fechación llegó, recibí una llamada del forense, diciendo: "Hey, compadre. Tengo malas noticias para ti. Voy a tener que llevarme los huesos".

NARRADOR: Una coalición de cinco tribus indígenas del noroeste, lideradas por los Umatilla, habían reclamado el esqueleto, acogiéndose al Acta de Repatriación y Protección de Tumbas Amerindias, una ley federal que provee el retorno de restos amerindios a sus descendientes actuales. Si el Hombre de Kennewick tenía 9.000 años de antigüedad, según ellos, él debía ser su ancestro, sin importar su aspecto. Es un sentimiento compartido por muchos amerindios.

BEA MEDICINE: Los ancestros representan el vínculo hacia nuestro mundo, hacia nuestra tierra. Y estamos muy comprometidos con el respeto y la responsabilidad de como esos restos humanos son tratados y encontrados.

NARRADOR: Los Umatilla demandaron la detención de todo estudio científico y la inmediata devolución del Hombre de Kennewick para su inhumación en un lugar secreto. Con el forense en camino a recoger los huesos, Chatters hizo una acelerada grabación en vídeo, pensando que nunca serían vistos de nuevo.

JAMES CHATTERS: Eran las cinco de la tarde, al final de la jornada de trabajo, final de la semana. Sabía que cuando la hora sonara, quedaría muy poco tiempo, pero pensé en unas dos semanas. Sin embargo él llegó al rato, en una hora, y ese fue el final de todo.

NARRADOR: El Cuerpo de Ingenieros del Ejército (ACE) estaba a cargo. Los científicos solicitaron una oportunidad para estudiar los huesos primero, pero fueron ignorados.

DOUGLAS OWSLEY: No tuvimos respuesta del ACE y no tuve respuesta de los Umatilla. Así que llegamos al punto en que el esqueleto iba a ser retornado a menos que tomáramos una medida más drástica.

NARRADOR: Owsley y siete otros científicos llenaron una demanda en la Corte Federal, para detener la devolución de las osamentas.

ROBSON BONNICHSEN: Ninguno de los científicos quería recurrir a una demanda judicial. El gobierno seguía adelante con la repatriación. No teníamos otra opción.

NARRADOR: Si no hacían nada, se arriesgaban a perder todos los antiguos esqueletos, y el misterio sobre los primeros americanos nunca sería resuelto.

ROBSON BONNICHSEN: ¡Es frustrante! Estamos en una enormemente interesante época en nuestra profesión, porque estamos empezando a ver nuevas ideas, y aún así, al mismo tiempo, no podemos o no se nos permite investigar restos humanos antiguos.

NARRADOR: El destino del Hombre de Kennewick está ahora en manos de un juez federal.

DOUGLAS OWSLEY: Los científicos nunca han dicho que "el Hombre de Kennewick no es amerindio". Él podría serlo. O podría no serlo. Pero lo que hemos dicho es que él tiene que ser estudiado. Creo que una clara y exacta comprensión del lejano pasado, es algo que el público americano tiene el derecho a conocer.

NARRADOR: Por generaciones se nos ah enseñado que la mayoría de los amerindios son descendientes de unas bandas de cazadores prehistóricos que cruzaron al nuevo mundo, desde Asia hace 12.000 años atrás. La conexión asiática fue reconocida desde el comienzo. Los amerindios parecían semejarse a los pueblos de Mongolia, China y Siberia. En 1930, arqueólogos cerca de Clovis, Nuevo México, encontraron singulares puntas de lanzas de piedra entre huesos de mamuts, un descubrimiento que les dio a los primeros americanos una identidad.

JOHN MONTGOMERY: Esta punta habría sido lo último en términos de tecnología para matar. Y el hecho que fuera encontrada incrustada, en algunos casos, en restos de mamuts, en sus huesos; nos dio el inmediato retrato de un cazador muy calificado, y básicamente definió, basado en este tipo de punta, aquella temprana cultura denominada Clovis.

NARRADOR: Los cazadores Clovis dejaron sus puntas de piedra y huesos de animales descuartizados en mataderos a lo largo de toda Norteamérica. Datación de su radiocarbono en los 50's demostró que el sitio más antiguo tenía 11.400 años de antigüedad, y aquella fecha fue la pieza final del puzzle. 11.400 años atrás marcaban el final de la Edad Glacial, un período en que mucho de Norteamérica hacía estado enterrada bajo macizos glaciales de dos millas de profundidad.

DAVID MELTZER: Cuando tú tienes tanto hielo sobre la tierra, lo que sucede es que este saca agua, esencialmente, de los océanos. Así que con todo ese hielo sobre la tierra, el nivel del mar, a lo ancho del mundo, había bajado. Y bajando el nivel del mar, expones la masa continental entre Siberia y Alaska. Así que tú creas esta entrada, este puente de tierra, y haces posible que la gente cruce hacia América.

NARRADOR: A medida que la era glacial llegaba a su termino, un corredor libre de hielos apareció entre los glaciales en retroceso, abriendo la puerta a América por vez primera, como parece, en la Historia de la Humanidad.

DAVID MELTZER: Y cuando el corredor queda habilitado, puede que cerca de 11.500 a 12.000 años atrás, que es justo la época cuando aparece Clovis en los estratos más antiguos. Así que todo parece funcionar muy, pero muy perfectamente en términos de tiempo requerido para colocar a esa gente del Nuevo Mundo, desde Asia a América.

NARRADOR: Era una teoría simple y persuasiva. Una pequeña banda de cazadores nómadas de Asia, colonizando un territorio virgen. Durante miles de años, ellos se esparcieron a cada rincón del nuevo mundo, y dieron origen a la mayoría de los pueblos nativos de la América actual. Esta era la Biblia de la arqueología americana.

DOUGLAS OWSLEY: Pero ahora ha habido algunos verdaderos cambios en la forma de pensar esto. Y este modelo es demasiado simple.

NARRADOR: El más grande desafío a la historia de Clovis proviene del hemisferio sur. En 1996, un grupo de prominentes arqueólogos se juntaron en el sur de Chile, en un lugar llamado Monte Verde. Ellos vinieron a investigar evidencia de un sitio habitacional humano, reputadamente 1.000 años más antiguo que Clovis. Ellos vieron armas, herramientas y otros artefactos fechados con 12.500 años de antigüedad. Todos se convencieron. Clovis no era el primero después de todo. Más evidencia provino del sur de Brasil. En refugios de roca prehistóricos, los arqueólogos han encontrado uno de los más antiguos restos humanos del nuevo mundo. Y como en Norteamérica, estos antiguos cráneos no se parecen a ninguno de los actuales amerindios. Un esqueleto, llamado Luzia, tiene más de 11.000 años de antigüedad.

JOSEPH POWELL: La fecha de 11.000 años, la hace potencialmente, el más antiguo esqueleto en el nuevo mundo, y el hecho que Luzia se ve tan distinta podría implicar que ella era parte de una población diferente. La interrogante de cómo llegó allí es otra que se levanta debido a su temprana edad, combinada con la información de Monte Verde, el cual es de por lo menos unos 12.000 a 13.000 años de antigüedad, significa con certeza que esa gente debió haber migrado a Sudamérica mucho antes de lo que previamente se pensaba.

DAVID MELTZER: Aquello es un asunto complicado porque significa que ellos debieron haber llegado mucho antes que el corredor libre de hielo haya sido abierto. Y esto levanta un montón de interrogantes sobre la ruta que ellos tomaron, cuán temprano ellos llegaron acá, de qué población o poblaciones estamos hablando aquí, si hubieron una o múltiples migraciones.

JAMES CHATTERS: No sabemos realmente quienes eran estas antiguas personas. No sabemos cuánta gente llegó y no sabemos cuándo llegaron. Así que la entera idea sobre una migración a través del puente de tierra de Bering, hace 12.000 años atrás, desplazándose por América, que explicaba todos los pueblos, todos los idiomas y todas las culturas, ahora se ha derrumbado. Ha desaparecido.

NARRADOR: Pero un hecho de la antigua historia de Clovis permanece inmutable. Los glaciares del la edad del hielo que una vez bloquearon el camino de Asia a Norteamérica, comenzó a retroceder solo cerca de 12.000 años atrás. Si la gente llegaba al nuevo mundo antes que eso ¿Cómo pasaron por el hielo? Los arqueólogos están ahora buscando las respuestas a lo largo de la costa de Alaska ¿Cómo era durante la edad del hielo?

JAMES DIXON: Bueno, cuando yo era un estudiante, se nos enseñó que la entera costa noroccidental de Norteamérica estaba cubierta por una capa glacial, a lo largo de todo el escudo continental. Así que realmente, no había oportunidad para plantas o animales, mucho menos para humanos, de sobrevivir a lo largo del litoral durante la era glacial.

NARRADOR: Jim Dixon y Tim Hearson han estado echando un vistazo más cercano al medioambiente del litoral de Alaska, durante la era glacial. Su trabajo está cambiando nuestro punto de vista sobre cómo y cuándo los primeros americanos pudieron haberse mudado al nuevo mundo.

TIM HEATON: Hemos limpiado este cuerno de caribú y quiero que le des un vistazo.

JAMES DIXON: ¡Oh, que bonito!

NARRADOR: Han encontrado evidencia de abundantes plantas y animales, en una época cuando la costa se pensaba era un páramo helado y sin vida.

JAMES DIXON: Sin duda es un caribú. Es un magnífico espécimen.

NARRADOR: La arqueología en este terreno es difícil. La mayoría del litoral durante la era glacial está bajo el agua hoy día, sumergida por el ascenso del nivel del mar cuando los glaciares se derritieron. El bosque es una red de raíces y vegetación que hace una excavación casi imposible. Pero dispersos a lo largo de esta costa, hay lugares donde la evidencia de vida antigua se ha acumulado, intocada por decenas de miles de años. Aquí es donde Heaton y Dixon hacen su trabajo, en antiguas cuevas de osos, muy profundo bajo tierra. El suelo de la caverna está excavado pulgada a pulgada con estratos fechados de suelo.

ARQUEÓLOGO: A ver, déjame ver una de esas bolsas. Gracias...

NARRADOR: Entonces todo es acarreado a la superficie para una inspección más detenida. Arriba, ellos cuelan el sedimento a través de filtros.

JAMES DIXON: Eventualmente, cuando bajo al fondo, habrá una pequeña cantidad de pequeñas piedras, y debería haber una astilla o pedazo de hueso, o algo ahí.

TIM HEATON: Creo que es un fragmento de hueso.

NARRADOR: Cada pequeño trozo de piedra y hueso es empaquetado y fichado para un posterior análisis.

ARQUEÓLOGO: Parece madera.

NARRADOR: Yarrow Vaara es uno de mucho amerindios en el proyecto.

YARROW VAARA: Es realmente excitante, cada vez que haces sonar una roca, podría ser un artefacto, nunca sabes lo que podría ser. Podría ser una herramienta de 10.000 años de antigüedad, podría ser un hueso, podría ser cualquier cosa. Tú no sabes, y lo que sea que escuches, tienes que acercarte y ver lo que realmente es.

NARRADOR: Esta excavación ha exhumado un continuo registro de huesos de caribú, zorro y oso que datan de 50.000 años de antigüedad.

TIM HEATON: También es esta caverna hemos encontrado huesos de foca que parecen haber sido masticados por los osos. Lo que sugiere es que los osos sobrevivieron el último período de glaciación entero, y si los osos pudieron haber sobrevivido aquí, ciertamente los humanos también podrían haberlo hecho.

NARRADOR: No esperaban encontrar restos humanos, pero un día Heaton hizo un descubrimiento sorprendente.

TIM HEATON: Estaba llenando la última bolsa con sedimento del último día de excavación cuando, cuando metí la mano bajo esta capa, encontré un hueso así de largo, que resultó ser una herramienta. Y por eso, comencé a palpar en los sedimentos bastante lodosos allá abajo, y empecé a sacar trozos de mandíbula. Habían tantos que no los pude identificar de inmediato. Pero encontré cuatro elementos diferentes aquí que resultaron ser partes de una mandíbula y una pelvis humana, además de un artefacto.

NARRADOR: La mandíbula resultó ser de más de 9.000 años de antigüedad.

JAMES DIXON: Este es un molde de la mandíbula que nos provee un montón de evidencia sobre el individuo y su dieta. Viendo sus dientes se puede decir que están bastante mas que desgastados para un individuo de su edad. Es un joven de cerca de 23 años de edad. Y las razones porque podemos decir eso, es que una de las muelas del juicio, o los últimos molares en salir, había salido y ya tenía contacto con la muela superior, y estaba desgastada. Otra había salido pero aún no hacía contacto con la de arriba. Eso sugería que estaba a inicios de los veinte. Hay unas leves marcas o surcos o rayas en sus dientes frontales aquí (los dientes aún se conservan), y sugieren algún tipo de rutina repetitiva con una cuerda o fibra en sus dientes, o sosteniendo o atando cuerdas. También hemos hecho el análisis isotópico del hueso. Y sugiere que la dieta del individuo era exclusivamente marina. En efecto, su marca isotópica es tan fuerte que es igual a la de los mamíferos marinos como la foca o a los pescados. Así que esto es increíble. Esto claramente demuestra que este joven fue criado con una dieta de alimentos marinos.

NARRADOR: Para Yarrow Vaara, esto es como conocer a un miembro por largo tiempo perdido de la familia.

YARROW VAARA: Puedo trazar mi genealogía hasta 19 generaciones atrás, hasta el origen de Kukow. Así que para mi es realmente fascinante pensar que el hombre que fue encontrado en esta caverna podría ser mi ancestro, en algún punto, hace 10.000 años atrás.

NARRADOR: En este caso, por lo menos, los científicos y los amerindios han encontrado un medio para cohabitar.

MILLIE STEVENS: No tenemos que pararnos y preguntarnos, bueno ¿Cuánto tiempo hemos estado aquí? ¿De dónde venimos? Lo sabemos. Es un juego de adivinanzas. Lo sabemos. Pero si el radiocarbono data de casi 10.000 años de antigüedad, tú sabes, así es. Son nuestras leyendas. Y esas leyendas que se nos han dicho, durante mucho tiempo, esa es evidencia que hemos estado aquí antes de la era glacial.

NARRADOR: Parece que los glaciares de la edad del hielo no fueron una barrera para el nuevo mundo después de todo.

JAMES DIXON: Ahora nos damos cuenta que esos antiguos cuadros de este glacial continental masivo, a lo largo de todo el océano, no son precisos. Y que hace unos 14.000 a 16.000 años atrás, este hielo retrocedió lo suficiente como para crear hábitats para plantas y animales, y áreas libres de hielo que pudieron haber sido usadas por los humanos.

NARRADOR: Si los primeros americanos emigraron a lo largo de la costa desde Asia, ellos podrían haber alcanzado el nuevo mundo mucho tiempo antes que el hielo se derritiera. El problema ahora es descubrir a aquellas antiguas gentes. La única evidencia viene de esqueletos humanos en colecciones como esta en el Museo Estatal de Nevada, y aquellos pronto desaparecerán. El Acta de Repatriación y Protección de Tumbas Amerindias (NAGPRA) obliga a todos los museos a inventariar sus colecciones, determinar que restos pueden ser vinculados a las tribus actuales, y hacerlas disponibles para su re-inhumación. Ninguno de estos restos mostrados aquí son amerindios, porque la ley estatal prohibe su exhibición en público.

AMY DANSIE: Nunca solíamos esperar tener un límite de tiempo sobre cuando podíamos efectuar las inhumaciones. Y siempre se asumió que tendríamos generaciones de esfuerzos científicos para estudiarlos. Por eso es que ellos son tan cuidadosos en almacenarlos en un museo. Ahora, de repente, tenemos que pelear con la legislación que demanda la repatriación si ellos son relacionados con un pueblo existente.

NARRADOR: Doug Owsley y un equipo del Smithsoniano están ayudando con el inventario.

DOUGLAS OWSLEY: Bien, definiremos simplemente... Sexo y raza, y solo al final veremos los de la edad.

____: ¡Los tienes!

DOUGLAS OWSLEY: Enfrentamos la desaparición de colecciones de esqueletos humanos, colecciones irremplazables. Así que lo que decidimos hacer fue cuidadosamente recolectar ciertos tipos de información que sabíamos como analizar y tratar, y minimizar esa pérdida. Y con el tipo desinformación que recolectamos de bases de datos que tenemos, podemos a menudo ayudar en el proceso de afiliación tribal.

NARRADOR: Analizando la forma o morfología de los cráneos es parte del proceso. El asunto de la medición craneal tiene su oscuro pasado. Un siglo atrás, los antropólogos físicos usaron datos distorsionados para argumentar que africanos, asiáticos y amerindios eran especies humanas separadas, inferiores a los blancos europeos. Hasta cierto grado, desde entonces aquel campo acarreaba el estigma de racismo. Pero la ciencia moderna no trata de caracterizar tipos raciales. Sino sobre la comprensión de la diversidad humana.

DOUGLAS OWSLEY: El cráneo humano muestra un montón de variabilidad entre las distintas poblaciones del mundo. Y esas características son determinadas, en parte, por el ancestro. Recopilando medidas craneales, tenemos sobre 60 medidas de diferentes dimensiones del cráneo humano. Y así las medidas tratan sobre el ancho, algunas sobre la altura craneal. Algunas con la dirección facial, y la proyección en esta dimensión.

NARRADOR: Los investigadores han compilado datos de medidas de una docena de poblaciones de alrededor de todo el mundo. Con una cantidad de ejemplos lo suficientemente grande, el análisis estadístico puede mostrar un rango de variabilidad en una población dada, y si un individuo cae dentro o fuera de ese rango. Esta técnica ha ayudado al museo a identificar y repatriar más de 100 ancestros de los indios Paiutes occidentales de Nevada. Pero también apareció otro misterioso esqueleto más, que como el Hombre de Kennewick, no puede ser conectado con ninguna tribu moderna. Fue descubierto en el desierto occidental de Nevada hace 60 años atrás, y ha estado en la colección del museo desde esa época. El Hombre de Spirit Cave estaba tan bien preservado, que no se creyó que fuera tan antiguo. Pero recientemente, el museo decidió hacerle una datación radiocarbonológica. En el pasado, extraer suficiente radiocarbono de un hueso para obtener una fecha, requería destruir una gran porción del esqueleto, así que rara vez se hacía. Pero hoy toma menos de medio gramo de hueso, y las fechas son exactas en una variación de 60 a70 años. El Hombre de Spirit Cave resultó tener 9.400 años de antigüedad. Y a estas alturas, la tribu Paiute-Shoshone de Fallon lo reclamó, acogiéndose al Acta de Repatriación.

AMY DANSIE: Ahora estamos bajo un desafió legal de si tenemos o no tenemos el derecho a proseguir nuestros estudios. No se cuan lejos llegará, pero podría terminar en la Corte.

DOUGLAS OWSLEY: Cuando hablas de restos esqueléticos humanos recientes, ciertamente estos están dentro del derecho de las tribus, que reclaman esos esqueletos. Pero cuando empiezas a hablar de 1.000, ó 5.000, ó 9.000 años de antigüedad, se transforma en algo indiscutiblemente mucho más difícil, el demostrar una clara afiliación cultural. Y por cierto, demostrar esa afiliación requiere de estudios científicos.

NARRADOR: El Hombre de Spirit Cave está fuera de nuestro alcance, pero aún es posible. Pero aún es posible obtener una imagen de como luciría. Una reconstrucción de su rostro en vida, empieza con un escáner CAT tridimensional del cráneo. En un laboratorio de imágenes médicas, los datos son proyectados por un láser en un tanque de resina líquida, la cual se endurece al contacto con el punto focal del rayo. El resultado es una réplica exacta de la calavera del Hombre de Spirit Cave. En las manos de la escultora forense Sharon Long, es la base para la reconstrucción de su rostro. Ella empieza con marcadores de profundidad que determinarán el grosor del tejido facial. Entonces ella construye la cara, usando técnicas desarrolladas y probadas en casos forénsico-criminales. Los contornos del cráneo y los puntos específicos de fijación muscular, determinan cosas como la forma de la boca, el largo y ancho de la nariz, la apertura de los ojos.

DOUGLAS OWSLEY: Donde uno tiende a fallar es en esas características que son realmente individualizadoras. Cuántas arrugas tiene el tipo, por ejemplo. Cuánto peso tenía la persona. Ese tipo de características son realmente específicas. Pero el contorno esencial y el perfil subyacente son definidos por la forma de la calavera.

NARRADOR: Gradualmente, el rostro del Hombre de Spirit Cave de 9.400 años de antigüedad es revelado. Pero ¿Es el rostro de un amerindio, o de alguien más? Los amerindios siempre han sido considerados parientes cercanos de las gentes denominadas mongoloides, del Asia nor-oriental. Pero el Hombre de Spirit Cave se ve más caucasoide, como las gentes de Europa, el cercano oriente, o la India; especialmente si se compara con los dos otros rostros de la colección del Museo Estatal de Nevada. El Hombre de Wizards Beach y un amerindio de 850 años de antigüedad de Nevada.

AMY DANSIE: Nos dimos cuenta que en el perfil general de los tres rostros, el grado de proyección facial, o prognatismo, varía bastante. El Hombre de Spirit Cave virtualmente no lo tiene, y ese es uno de los rasgos a los cuales se han referido como caucasoides. El Hombre de Wizards Beach es un tipo que está entre los dos, en ese aspecto. Y tu puedes ver la diferencia cuando miras el rostro del amerindio posterior, donde su rostro se apega a un plano de arriba hacia abajo. Otra característica que es sorprendente sobre el Hombre de Spirit Cave, es su pequeño mentón partido o bifurcado. Es realmente agudo, y esto usualmente se considera una característica caucasoide. Este es uno de los rasgos que los antropólogos forenses buscan. También es ligeramente pequeña; la mandíbula es ligeramente pequeña comparada con la de los amerindios, donde desciende, muy fuerte y cuadrada. Este tipo de mandíbula es una de las características que se usa para identificar a los amerindios.

NARRADOR: Si el Hombre de Spirit Cave fue el único antiguo americano en tener esas características, se podría explicar como simplemente un indio de apariencia extraña. Pero él no es el único. Un año y medio después que el Hombre de Kennewick fuera llevado, Jim Chatters aún era el único entre pocas personas que había visto el esqueleto. Él tenía constantes llamadas de la prensa preguntándole por una descripción, así que el decidió intentar una reconstrucción facial por su cuenta. Él empezó con un modelo que él había hecho del cráneo original.

JAMES CHATTERS: Y que salió bastante bueno.

TOM McCLELLAND: Sí. Bien, acercaremos esto un poco...

NARRADOR: Él y el escultor Tom McClelland probaron una técnica diferente, primero construyendo los músculos faciales, y luego aplicando la piel.

JAMES CHATTERS: ¿Cómo encuentras que lo hice con el pómulo?

TOM McCLELLAND: Vi lo que hiciste, está bien.

JAMES CHATTERS: Sí, ahora se ve bastante bien. Podemos dejarlo en este punto.

TOM McCLELLAND: Bastante creíble.

NARRADOR: El resultado mostraba un gran parecido al actor británico Patrick Stewart, y causó una gran confusión ¿Eran los primeros americanos realmente europeos? Chatters describe el rostro del Hombre de Kennewick, poseyendo rasgos "caucasoides", pero el titular decía "blancos". Algunos culparon a Chatters de hacer estallar un conflicto racial.

JAMES CHATTERS: Fui completamente tomado por sorpresa con la acusación de racializar un antiguo esqueleto, al decir que tenía características similares a los caucasoides. Para mí, fue un concepto descriptivo. Le dije a la gente a quien se parecía.

NARRADOR: El concepto de raza, en si mismo, es controversial. Desde que no hay fronteras claramente definidas entre las razas, algunos piensan que la raza no tiene significado biológico en absoluto, y que decir lo contrario promueve el racismo.

JAMES CHATTERS: Se ha transformado en una pelea política, y creo que lo que maneja esto, en gran parte, es más la corrección política moderna, que la buena ciencia y la buena biología moderna. Hay diferencias entre las personas. Hay muy buenas razones históricas para que esas diferencias existan. Ellas hablan sobre la historia de aquellas poblaciones.

NARRADOR: Doug Owsley y su colega Richard Jantz, están tratando de clasificar esa historia. Han hecho un análisis estadístico de una media docena de cráneos americanos, de más de 8.000 años atrás para ver donde empiezan a no tener relación con los pueblo modernos.

DOUGLAS OWSLEY: Podemos compararlos unos con otros, como grupo o individualmente, con aquellos de las modernas poblaciones que están entre nuestros ejemplos de referencia desde Norteamérica, Asia y Europa, hasta otras partes del mundo. Bien, cuando haces eso, lo que encuentras es que ellos no son modernos, sino que son distintivamente diferentes. Y hay un grupo que está muy lejos, en términos de su morfología, de los amerindios.

NARRADOR: Pero tampoco caen dentro del rango de los europeos o cualquier otro pueblo moderno, tampoco.

DOUGLAS OWSLEY: Pero si estuvieras obligado a responder y decirlo, a quiénes se parecen más, puedes hacer eso. Y si lo hicieras en el caso de Spirit Cave, por ejemplo, lo que encontrarías es que estadísticamente, la población a la cual más se parece es a los Ainu del Japón.

NARRADOR: Los Ainu son un pueblo indígena del Japón. Su ancestro se hunde muy hondo en la prehistoria, mucho antes que la etnia japonesa llegara unos 2.000 años atrás. Hoy en día, quedan pocos Ainu 100 % puros. Pero en el siglo XIX, habían muchos más. Los antropólogos los llamaron caucasoides asiáticos, porque ellos tenían características y vello corporal que parecía mucho más europeo que asiático. En efecto, los Ainu se piensa que son los restos de una población muy antigua que alguna vez, se esparció a lo largo del Antiguo Mundo. Los primeros humanos anatómicamente modernos se piensa que vivieron de Africa unos 100.000 años atrás, y que se esparcieron por Europa y Asia.

DOUGLAS OWSLEY: La primera gente en Asia, morfológicamente, son muy similares a la gente que anda en Europa. Ellos no tienen las realmente distintivas y únicas características que vemos en las actuales poblaciones del Asia nor-oriental, como los chinos o los coreanos, o grupos siberianos. Y ellos son el verdadero primer pueblo en Asia.

RICHARD JANTZ: Esto es de hace 28.000 años, de China.

NARRADOR: Lo que sabemos de estos antiguos asiáticos, está basado en unos pocos cráneos.

RICHARD JANTZ: Es uno de los más antiguos homo sapiens anatómicamente moderno en Asia.

NARRADOR: Uno de ellos es un espécimen de 28.000 años de antigüedad de China, que se parece mucho al Hombre de Spirit Cave de 9.000 años de antigüedad.

RICHARD JANTZ: Y hay algunas marcadas similitudes en la arquitectura facial.

DOUGLAS OWSLEY: Hay una tremenda similitud en las formas de las órbitas oculares, en el sentido que ambas son de algún modo, rectangulares, similares en distancia inter-orbital, apariencia general de las órbitas, forma de nariz. Y es un cráneo un poco más pequeño, un poco más ligero en consistencia, pero muchas de las características, incluyendo la muy fuerte mandíbula y la prominente símfisis aquí, todos aquellos rasgos son casi los mismos.

RICHARD JANTZ: Y veámoslo de lado.

DOUGLAS OWSLEY:¿Cómo es la apariencia general de la bóveda?

RICHARD JANTZ: No está mal ¿No? No está mal.

NARRADOR: Así que la clave para entender a los primeros amerindios no es que parecieran europeos, sino que parecían asiáticos, por lo menos, como algunos asiáticos se veían hace 20.000 años atrás, cuando la gente estaba en camino al nuevo mundo. Y para complicar el asunto, los más antiguos esqueletos encontrados en Sudamérica parecen estar relacionados con un grupo diferente de asiáticos.

JOSEPH POWELL: El Hombre de Spirit Cave, por ejemplo, no se parece en nada a aquellos esqueletos de 9.000 años de antigüedad, encontrados en Brasil. En muchos aspectos, los ejemplos sudamericanos se parecen más a los aborígenes australianos o a los melanesios.

NARRADOR: El esqueleto de 11.400 años de antigüedad, llamado Luzia, es uno de esos antiguos sudamericanos que se asemejan a los aborígenes australianos. Pero eso no significa que ella viniera de Australia.

JOSEPH POWELL: Lo que sucede es que parece que Luzia representa a una grupo de gente que salió de algún lugar en el centro de Asia, algunos de los cuales emigraron a Australia, otros llegaron al nuevo mundo. No estamos diciendo que los austrálidos vinieron en botes, pero simplemente que aquellas dos poblaciones, en algún punto, tuvieron un ancestro común.

NARRADOR: La evidencia apunta a un mayor cambio desde los antiguos pueblos del nuevo mundo hasta los modernos amerindios. La pregunta es ¿Cómo sucedió esto? Una posibilidad es que aquellos antiquísimos hombres, como el de Spirit Cave, evolucionaran en los pueblos modernos por un proceso llamado "deriva genética".

JOSEPH POWELL: Imaginemos que este es un grupo de paleo-indios con una cierta cantidad de diversidad entre ellos, como hay en cualquier grupo humano. Cuando entran en el nuevo mundo, ellos se dispersan, no solo geográficamente sino biológicamente, a través del fortuito proceso de "deriva genética". Por ejemplo, un grupo puede haber sido atrapado en una avalancha y todos murieron. Se extinguieron. Otro grupo fue severamente afectado por una enfermedad epidémica. A lo mejor es el grupo al que el Hombre de Spirit Cave pertenecía. Así que muy poca gente en ese grupo, sobrevivió. En efecto, el Hombre de Spirit Cave murió y fue sepultado en la caverna. Otros grupos comenzaron a crecer en tamaño, y se transformaron en el más grande a lo largo del tiempo; y comenzaron a actuar como imanes biológicos, atrayendo a los grupo más pequeños más y más cerca de ellos. Al suceder esto, ellos empezaron a parecerse más y más, genética y morfológicamente, compartiendo una apariencia común. Eventualmente, tenemos mucho menos diversidad que con la que empezamos originalmente. 9.000 años más tarde, cuando el esqueleto del Hombre de Spirit Cave es encontrado, no se parece a ninguno de los actuales pueblos. Pero eso no significa que él no era parte del original grupo fundador.

NARRADOR: Otra posibilidad es que los primeros americanos fueron reemplazados por un pueblo posterior que tenía una apariencia distinta. E cree que la gente con las características denominadas mongoloides de los asiáticos modernos, aparecieron por primera vez al final de la edad glacial, y eventualmente reemplazaron a la mayoría de sus antiguos primos en Asia oriental ¿Pero que sucedió en el nuevo mundo? Owsley y Jantz creen que los antiguos americanos, como el Hombre de Kennewick a la derecha, fueron reemplazados por estos asiáticos mongoloides, gente que aparece abruptamente en los registros de fósiles, y se parecen más a los modernos amerindios.

DOUGLAS OWSLEY: Por lo menos hace unos 7.000 años atrás, vemos el rostro asiático nor-oriental comenzar a aparecer. Un rostro muy ancho, una tendencia a la braquicefalía. Y vemos a esos individuos llegar al nuevo mundo. Y son ostensiblemente distintos. Puedes reconocerlos. Puedes ver métricamente, y también visualmente, estas características asiático-nororientales que representan a los inmigrantes posteriores en el nuevo mundo.

NARRADOR: La antigua historia de Clovis decía que una única población fundadora de Asia, fue la progenitora de la mayoría de los pueblos nativos de América, y que su puerta de entrada al nuevo mundo no se abrió hasta el final de la era glacial. Partes de la costa estaban libres de hielo, incluso cuando los glaciares cubrían la mitad de Norteamérica. Así que una ruta migratoria litoral podría haber estado abierta a la antigua gente de Asia, como los ancestros de los Ainu y los austrálidos, gente que se parecía mucho a los primeros habitantes del nuevo mundo. Entonces, a medida que los glaciares comenzaron a retroceder hace 11.000 a 12.000 años atrás, la ruta interior se abrió, como un natural sendero, a lo mejor, para los cazadores nómades del Asia nororiental.

DAVID MELTZER: Así estas podrían ser unas poblaciones muy, pero muy distintas, llegando al nuevo mundo, separadas literalmente por miles de años, unas de otras, y posiblemente de diferentes fuentes en el Asia nororiental, que ignoramos. Pero con certeza, estamos viendo la posibilidad de múltiples migraciones en el nuevo mundo, posiblemente a través de diferentes rutas.

NARRADOR: También parece que la tendencia humana hacia el conflicto con los extranjeros, es parte de la historia.

JAMES CHATTERS: Una de las cosas más sorprendentes que he visto, al mirar estos antiguos esqueletos, es el nivel de violencia, el nivel de conflicto entre los pueblos. El Hombre de Kennewick tiene una punta de lanza incrustada en su pelvis, y tiene una herida en la cabeza que podría ser fácilmente causada por un agresor. El Hombre de Spirit Cave tiene una fractura de cráneo. Se está haciendo normal ver a estos individuos con serias heridas infligidas por otras gentes. No era lo que esperábamos ver. Nuestra idea sobre una población de baja densidad, de cazadores-recolectores, era que generalmente, tú sabes, vivían pacíficas vidas en sociedades igualitarias. Podría no ser cierto en absoluto.

NARRADOR: ¿Era el nuevo mundo un campo de batalla o de mezcla entre los clanes del Antiguo Mundo? Lo más probable, es que ambas cosas.

JOSEPH POWELL: Puede que no consigamos coger un solo proceso. Es un asunto muy complicado. Puedes tener a pueblos en movimiento, puedes tener los genes fluyendo, puedes tener la "deriva genética"; todas esas cosas que funcionan juntos y que crean el cuadro que vemos hoy en día.

NARRADOR: Los estudios genéticos puede que nos digan algún día, más sobre los complejos orígenes de los antiguos americanos y como se relacionan con los pueblos modernos. Pero nunca será posible conectar un esqueleto de 9.000 años de antigüedad con cualquier grupo viviente en particular.

JOSEPH POWELL: A medida que avanzamos más y más en el tiempo, se vuelve más y más difícil encontrar una conexión lineal directa, y ese es el problema que tenemos con estos antiguos esqueletos, y es que ellos están tan lejos en el tiempo que pueden ser el ancestro de todos los grupo, o a lo mejor ¿De ninguno? Se requiere por lo menos que algunas de esas antiguas gentes hayan dejado descendientes, y que en algún punto de esas 400 generaciones, entre el final del pleistoceno y hoy, sea posible romper la cadena.

NARRADOR: Y como se desenvuelve el caso en la corte, el destino del Hombre de Kennewick aún no se resuelve. Un equipo de científicos designados por el gobierno, encontró que él no estaba relacionado con ningún amerindio, y que al contrario, era cercano a los Ainu. Pero el caso no está terminado. Como él antecede a Colón, el Hombre de Kennewick es, por definición legal, un amerindio. El reclamo del clan Umatilla está aún pendiente. Joe Powell era un miembro del equipo gubernamental.

JOSEPH POWELL: La situación política colocó un montón de presión sobre los científicos. Decir que estos antiguos esqueletos no estaban relacionados con los modernos amerindios, tenía ramificaciones políticas para los grupos modernos de gente, de pueblos amerindios americanos. Decir esto, o negar que ellos eran distintos, también tenía sus potenciales ramificaciones, ambas desde el punto de vista científico y político. Así que este entero asunto está enredado políticamente en algún grado. Los científicos han trabajado duro para tratar de salirse de esto, pero no puede evitarse.

NARRADOR: Todas los relatos sobre la antigua Historia Humana son incompletos. Los avances en genética, arqueología y antropología humana, añadirán nuevos capítulos, o a lo mejor también la reescribirán.

DOUGLAS OWSLEY: Creo que una de las cosas de la cual tenemos que darnos cuenta, es que la historia es muy complicada. No hemos empezado a darnos cuenta.

NARRADOR: La búsqueda de la verdad científica requiere evidencia. Sin ella, los misterios permanecerán como misterios para siempre. El futuro de la ciencia dependerá de hallar un camino común con los amerindios, que ven a todos los antiguos como sus ancestros.

BEA MEDICINE: Entre los Lakota, tenemos un término que significa "toda mi familia". Y eso significa que los fallecidos, significa los vivos, significa los futuros. Así que la noción de ancestro y hermandad son extremadamente importantes para todos los nativos.

AMY DANSIE: Hay muchos otros asuntos a parte de la realidad física y hechos envueltos en algo como esto. Los sentimientos humanos, la percepción humana de lo sagrado y la espiritualidad, y si el espíritu humano esta aún sensiblemente envuelto con sus restos mortales. Quiero decir, estas son interrogantes que ni un humano ha podido alguna vez responder de forma satisfactoria a ningún otro humano. Estos son todos misterios que la ciencia ni si quiera puede tocar.

NARRADOR: Si miramos hacia atrás en el tiempo, todos los pueblos son miembros de una familia única. Cómo llegamos a existir en todas las partes de la tierra y en tal variedad, es nuestra historia colectiva, y una que recién estamos comenzando a entender.