Otzi, el hombre de los Alpes

El hallazgo

Rehagamos el camino de este hombre. Hace más de 5.000 años atrás, salió caminando rumbo a los Alpes. Y en aquellas ásperas elevaciones, donde el clima cambia en un abrir y cerrar de ojos, este hombre pereció bajo un gélido sudario de nieve y hielo.

Luego en 1991, durante uno de los veranos más tibios que se recordara, y cuando los Alpes estaban completamente desnudos de nieve, dos caminantes vislumbraron un cuerpo brotando del hielo. Sospechando de algún reciente accidente en la montaña, alertaron a la policía. Muchos alpinistas se han perdido en aquellos glaciares, y normalmente se toman unos 40 a 50 años para que algunos salgan a la superficie. Y otros nunca más aparecen.

Un equipo forénsico llegó varios días después, debido a lo abrupto del terreno. Sin implementos apropiados, usaron un bastón de esquiar y un picahielo para terminar de exhumar el cuerpo. Parecía ser un trabajo de rutina, hasta que encontraron unos curiosos objetos. Eran una navaja con hoja de pedernal, mas trozos de cuero y cáñamo. Llegaron a la conclusión que no era una momia glacial ordinaria.

En la Universidad de Innsbrück, en Austria, y juzgando por una primitiva hacha de hoja de metal encontrada con el cuerpo, el profesor Konrad Spindler estimó en unos 4.000 años la antigüedad del cuerpo desecado por el hielo. Era el cuerpo congelado más antiguo alguna vez encontrado. Y se suponía el único descubrimiento efectivo que prometía arrojar nueva luz sobre los hasta el momento, oscuros y misteriosos comienzos de la Civilización Europea. Más importante era el hecho que el cuerpo no yacía en un tumba, sino que había muerto abruptamente durante el transcurso de su vida común. Por lo tanto, el cuerpo ofrecía valiosa información sobre un período que normalmente siempre ha estado vedado para los arqueólogos.

Fechas que no calzan

El hielo no sólo preservó magníficamente el cuerpo, sino que todo el equipo que llevaba consigo cuando murió. Había un collar hecho con cuerdas de cuero; dos misteriosos hongos secos atados con una tira de cuero; ropas confeccionadas con pieles animales (y finamente cosidas); un arco inconcluso más alto que el mismo hombre; y los restos de una alta bota de piel, rellena de hierba, aún firmemente atada a su pie. Pocos días después, apareció un asombroso sombrero hecho de cáñamo y un carcaj intacto, aún lleno con flechas.

Sin embargo, como consecuencia de la exhumación de su cuerpo y para evitar el nacimiento de hongos o la licuefacción, Otzi (como fue apodado el Hombre del Hielo) rara vez ha sido sacado por más de 30 minutos, de un helado sarcófago hecho para ese propósito.

¿Y tenía realmente 4.000 años de antigüedad? Para averiguarlo, pequeños fragmentos de hueso fueron removidos para la fechación de su radiocarbono. Asombrosamente, la edad original estimada, estaba por debajo de lo estimado (en más de 1.000 años). Otzi tenía unos escalofriantes 5.300 años de antigüedad. Aquello lo situaba justo en la Edad de Piedra ôardía, mucho antes en el tiempo que lo que todos esperaban.

Y normalmente, como todos sabemos, la Edad de Piedra posterior usualmente se retrata como sumamente violenta y excesivamente primitiva, sin cambios perceptibles por millones de años. Pero este hombre parecía mucho más evolucionado y moderno de lo que cualquiera pensaba.

En gran parte de la edad de piedra, se pensaba, el método de subsistencia por excelencia fue la caza y la recolección. Constantemente en movimiento, según la teoría, el hombre seguía las migraciones de los animales salvajes. Pero más tarde, en el Neolítico, ocurrió una revolución. La Agricultura apareció y bajo su alero, surgieron los primeros asentamientos humanos. Otzi vivió al final del Neolítico, justo cuando el metal comenzó a reemplazar la piedra, en la confección de armas y herramientas.

Los arqueólogos presumían que esto había ocurrido hace unos 4.000 años atrás en aquella región. Pero Ozti, con su hacha de cobre, tenía más de 5.300 años de antigüedad, y probaba que la transición del Neolítico a la Edad del Cobre, había ocurrido mucho tiempo antes de lo que previamente se pensaba.

¿De dónde venía?

El misterio de dónde vino hace 5.300 años atrás, aún flotaba en el aire ¿Desde el sur o desde el norte? Se tenía la certeza que por su forma craneal, color de cabellos y otros parámetros, estaban en presencia de un perfecto ejemplar de la sub-raza alpina, o sea de características proto-nórdicas en su pigmentación (piel blanca, cabellos castaño-rojizos y ojos claros), y con su cráneo ligeramente bráquicefalo. Y asombrosamente, este tipo sub-racial aún deambula por la misma zona que caminó Otzi, como los pastores tiroleses de lengua germana.

No habían muchos sitios neolíticos en el área, donde los arqueólogos pudieran investigar. Entonces se analizó el pedernal de su cuchillo. Muchos objetos prehistóricos de pedernal, encontrados en esa parte de Europa, provienen de una región de Italia, justo al sur de los Alpes. Y el pedernal usado para su cuchillo provenía de allí.

El doctor Konrad Spindler, encargado de hacer esa investigación, aseguró que: "artefactos de pedernal de exactamente la misma calidad, han sido encontrados tan lejos como en el sur de Alemania, a distancias de entre 300 y 400 kilómetros. Esto es cuán lejos el pedernal fue intercambiado. Asumimos que hubieron verdaderos comerciantes en pedernal en aquella época, que tenían que cruzar los Alpes para hacer eso".

Al parecer, y contrariamente a lo que se pensaba, los Alpes actuaron más como un puente de intercambio, que como una real barrera entre distintos grupos humanos.

Luego se hizo un análisis botánico de muestras de la tierra que sirvió de sepultura para Otzi. El doctor Klaus Oeggl dijo: "Hay una gran variedad dentro de estas muestras, porque encontramos no solo restos botánicos, sino que hallamos escarabajos, encontramos insectos allí, incluso dimos con restos de pelaje, o plumas, e incluso alas enteras de aves entre los sedimentos..."

Y continúa: "... este grano provino de los residuos que se lavaron de sus ropas. Lo más probable es que se hayan adherido a sus vestimentas, y se puede ver como están perfectamente preservados. Estas espigas de cereal se derivan de un pequeño maíz silvestre, una especie de primitivo cereal que fue comúnmente cultivado durante el Neolítico dentro de la región. Él lo usó para hacer pan sin levadura, o para cocer una avena, o para hacer una sopa. Este maíz viene de una comunidad agrícola, porque estas espigas, estas dos espigas, se ve que fueron procesadas. Puedes ver que aquí, esta espiga está quebrada... Y las espigas no se juntan así, si son separadas unas de otras, y estas especies cultivadas solo se separan mediante la trilla; así que este es maíz procesado".

Otzi probablemente había pertenecido a una comunidad agrícola, en una época que se sospechaba había florecido la agricultura primero en el Medio y Cercano Oriente, como en la Mesopotamia y el valle del Nilo. El hallazgo del Hombre de los Alpes trastocaba la teoría oriental del uso de la agricultura. Este hombre conocía los cereales procesados, conocía el cobre, y justo al sur de los Alpes, entre las actuales Italia y Austria.

¿Pero dónde estaba esa comunidad, al norte o al sur de los Alpes? Por los restos de musgo hallado en las muestras, se presume que la mayoría de las especies proceden de las regiones meridionales, lo que nos lleva a asumir que Otzi provenía del sur, de la región del Alto Adigio, en Italia. Y en esta región solo hay un sitio con antecedentes de ocupación neolítica, y es donde se halla el Castillo de Juval actualmente. Este sitio ha sido habitado desde mediados de la Edad de Piedra y durante el período que vivió Otzi, o sea la Edad del Cobre.

Se supone que Ozti proviene de allí, porque la distancia hasta el lugar donde fue encontrado, se puede hacer, caminando desde el sur, en solo un día. Pero desde el norte, entrando por el valle septentrional del Tirol, tomaría muchos días más porque está alrededor de unos 70 a 75 kilómetros.

El equipo

Un minucioso examen a sus extremidades inferiores, demuestran que Otzi vivió durante toda su existencia en las montañas. Según el profesor Horst Siedler: "los signos de esta extremada presión física se marcan en esta sección entre el muslo y la fíbula. Esta forma angosta y aguzada es una pista, un indicativo de una fuerza física de toda una vida, la cual deja marcas así en la estructura ósea".

Y el profesor Dieter zur Nedden agrega que: "también nos dimos cuenta que en el meñique del pie hay un área levemente oscura, típica de la congelación. Y estas son producidas por quemaduras de hielo, una condición que frecuentemente vemos en los montañistas de altura". Los científicos concuerdan que el Otzi debió ser un montañista consumado. Las marcas del esfuerzo producido por ascensos y descensos constantes, sumado a las cicatrices de congelamiento de extremidades, lo comprueban fehacientemente.

Mediante exámenes con luz infrarroja, aparecen también misteriosos tatuajes. Según el doctor Torstein Sjovold: "si miras en la pierna derecha, en la pantorilla, hay tres líneas tatuadas. Mirando más arriba, hay tres líneas, aquí, y actualmente esas líneas fueron descubiertas usando una fotografía infrarroja. Si tú miras por aquí, hay tatuajes que fueron hallados en el lado izquierdo de la espalda, y estos tatuajes estaban localizados done él no podía verse a si mismo, así que alguien más debió haberlos aplicado. Y esto parece haber sido alguna forma muy antigua de tratamiento médico o, como tú dirías, sanación".

En total, se encontraron 57 tatuajes en el cuerpo de Otzi (recordemos los numerosos tatuajes de los antiguos y no menos misteriosos Tocarios del Sinkiang chino, o los pictos de Escocia). Y a propósito de la teoría médica de los tatuajes, los estudios radiológicos, especialmente en las coyunturas de Ozti, han demostrado que hubieron molestos problemas de artritis en ellas, lo que avalaría lo anteriormente expuesto.

Otzi era un hombre altamente adaptado a la vida alpina. Su extrañamente moderno sombrero de cáñamo impermeabilizado (similar a los sombreros hallados en las momias de los tocarios, ambos haciendo recordar los sombreros de ala que aún usan los tiroleses en esa zona), el cinturón utilitario de cuero lleno de herramientas, incluso una mochila con armazón ultra-liviano. Todo nos habla de un equipo magníficamente diseñado para la actividad del montañista.

¿Recuerdan que estamos hablando de un hombre que murió hace 5.300 años, en la supuestamente primitiva Europa neolítica? Este tipo tenía todas las herramientas necesarias. Incluso poseía materiales de reemplazo o reparación, como tiras de cuero y equipo de costura. Cuando algo se echaba a perder, él era lo suficientemente autónomo como para repararlo por su cuenta. Y en ambientes así de extremos esto es vital, incluso para el alpinista moderno.

En la época neolítica alpina, el hombre usaba grandes arcos, más largos que ellos mismos. Y con estas armas podían disparar una flecha hasta 180 metros de distancia. Con una de estas flechas podían matar osos o lobos. Y como también se han encontrado huesos humanos con este tipo de puntas de flecha en ellos (puntas de pedernal) se puede concluir que no solo era un arma de caza, sino también un arma de guerra.

Y las flechas en el carcaj de Otzi revelan un avanzado conocimiento de balística y aerodinámica. Según el doctor Harm Paulsen, quien reconstruyó una flecha con la misma técnica utilizada por el Hombre de los Alpes: "él habría utilizado tres plumas en las flechas. Es como hoy en día, en el arco deportivo, también tienen tres plumas en ellas. Y es igual a como hoy en día tienes el cohete con esas aletas en él. Fijo la pluma dos veces con alquitrán y la segunda vez con hilo. Tengo que abrir aquí, y luego la doblo de esa forma, así que va como una espiral alrededor de la flecha. Creo que las flechas eran bastante sólidas. Mira, cuando tienes una flecha como esta, la puedes doblar. No se puede quebrar dentro del carcaj..."

Luego el doctor Paulsen se refiere al estuche que contenía las flechas, únic en el mundo con esa antigüedad: "...El carcaj, esta es la primera vez que tenemos el equipo completo de una persona. Especialmente el equipo del arco. Hemos encontrado flechas solas o arcos solos, pero nunca supimos qué flecha era de qué arco, y aquí tenemos no solo el arco y las flechas, sino que el carcaj, y eso fue muy especial. Aquí puedes ver... este carcaj protege las plumas aquí... podemos cerrarlo. Nunca habíamos esperado que el Hombre del Hielo pudiera tener tan bella habilidad." Los científicos se mostraban asombrados por lo moderno y avanzado del equipo de Otzi, aún con el prejuicio del primitivismo brutal que aún nubla las mentes de muchos, con respecto a la Europa de finales de la Edad de Piedra.

Igualmente inesperada fue la maravillosa variedad de madera que Otzi utilizó para fabricar las piezas de su equipo. Seleccionó distintas especies de árboles aún presentes en los Alpes hoy día, para buscar la madera que necesitaba. Por ejemplo, madera de nogal para el arco y el asa del hacha; madera de castaño para la estructura de la mochila, y madera de olmo para sus soportes; además de madera de haya para la empuñadura de la daga. En realidad el equipo contenía 18 diferentes tipos de madera. En cada herramienta usada, como el asa del hacha, la empuñadura del cuchillo y las astas de las flechas, Otzi buscó el material más adecuado para su confección. Y esta antiquísima sabiduría sobre las virtudes y defectos de cada tipo de madera, ha sido hoy día lamentablemente olvidada.

El hacha de cobre

Según la doctora Diane de Kerckhove: "la primera cosa que hicimos con el cabello fue observarlo a lo largo, para ver su superficie. Después de eso, escaneamos secciones longitudinales del pelo, y puedes distinguir entre la superficie contaminada y los elementos metabolizados, que tienden a concentrarse más al centro del cabello. Encontramos partículas de cobre en la superficie y cuando seccionamos el pelo descubrimos que el cobre estaba, de hecho, localizado muy fuertemente en su superficie, y también encontramos arsénico lo cual es sumamente inusual y no es lo acostumbrado. Eso no se encuentra en el cabello humano normal, con los límites de detección de nuestros instrumentos. No podemos. Tú no encuentras usualmente nada de arsénico".

El pelo del Hombre del Hielo (ligermanete ondulado, fino y de un matiz castaño rojizo) estaba cubierto de partículas de cobre y también en su interior, contenía unos niveles de arsénico, hoy encontrados solo en personas con envenenamiento crónico de arsénico. Esto significaba que Otzi había estado expuesto, por un largo período de tiempo, a vapores de arsénico. Y el arsénico es un contaminante común y exclusivo de las fundiciones de cobre, algo que levanta otra interrogante:

¿Estaba este hombre normalmente en el interior de fundiciones de cobre y respirando sus vapores arsénicos?

¿Significa que el cobre y el arsénico encontrado en el pelo de Otzi, demuestran que él hizo el hacha de cobre encontrada junto a él?

Nuevamente las fechas tienen que retroceder en el tiempo. Los arqueólogos estaban asombrados. No se sabía que el cobre hubiera sido usado en los Alpes, en fechas tan tempranas como hace más de 5.300 años atrás. Y si ya se fabricaban herramientas sofisticadas como hachas, este conocimiento debía provenir de bastante tiempo más atrás, digamos hace unos 6.000 años. De ese modo y a causa de eso, ahora los arqueólogos están explorando con mayor ahínco esta región, en busca de evidencia de antiguas minas curpíferas.

Debemos pensar en mucho tiempo atrás por la simple razón que fundir el cobre para luego trabajarlo es un asunto muy, muy complicado, como para pensar solo en un par de siglos para su descubrimiento y utilización práctica. Porque ciertas técnicas requieren de generaciones de individuos para se perfeccionadas. Por ejemplo, para hacer que el fuego sea lo suficientemente intenso para lograr fundir el cobre, se necesita de mucho oxígeno. Pero un exceso de oxígeno puede arruinar el proceso entero.

Según el profesor Gerhard Sperl: "la cosa más peligrosa de trabajar el cobre es tener demasiado oxígeno en él para martillarlo, afilarlo. Incluso cuando está muy blando, se romperá. Y este es el mayor problema del antiguo trabajo en cobre". Y cuando el cobre se derrite, libera mucho vapor de arsénico. Luego, el paso final en este delicado proceso es verter el cobre dentro de un molde... Para luego empezar a trabajarlo con agua, arenilla, grasa y martillo. En fin, hacer una hoja de hacha como la de Otzi, es mucho más fácil usando las técnicas actuales, con miles de años de técnica y conocimiento a nuestro favor.

¿Cuántos siglos llevarían hombres como Otzi trabajando el cobre y adquiriendo la sabiduría necesaria para hacerlo sin defectos ni errores?

¿Y será así como Otzi sufrió el envenenamiento por arsénico que mostraba en su pelo?

¿Y qué hizo realmente Otzi con su hacha?

Porque el cobre es un metal muy blando, que se dobla fácilmente. Y los arqueólogos no están realmente de acuerdo sobre cuán útil era la cabeza de hacha de cobre de Otzi. Según el profesor Hans Peter Schrattenthaler: "personalmente, yo prefiero el hacha de cobre a la de pedernal. Probamos ambas. El hacha de cobre no se triza y es fácil de afilar. Tú la puedes martillar para darle forma al borde. Tú no puedes hacer eso con un hacha de pedernal. Se rompe".

La existencia de numerosos grabados en piedra, encontrados en los Alpes, apuntan a un más amplio significado del hacha del Hombre del Hielo. Para la doctora Anna Luisa Pedrotti: "estas piedras aparecen en el área alpina más o menos en la misma época que el uso del cobre. No sabemos precisamente lo que representaban, pero es posible que representaran a gente eminente, gente importante, a quien a lo mejor se le atribuían también, poderes divinos".

Y los grabados en estas grandes piedras parecen sugerir que el hacha del Hombre del Hielo era más que una simple herramienta. La doctora Pedrotti continúa: "las hachas dibujadas en estas piedras son prácticamente idénticas a la que encontramos cerca del Hombre de Hielo. Creo que este tipo de hacha tiene un significado especial. Debió haber representado una forma de símbolo de estátus para aquella sociedad. El poder del individuo debió haber sido subrayado por la cantidad y el tipo de armas que el hombre poseía. Es un período donde los símbolos de estátus, lo que el hacha podría ser, son importantes. La representación de hachas en la rocas me hablan que una particular atención era reservada a este tipo de objetos".

¿Cómo murió?

Desde el mismo momento que Otzi fue encontrado, el misterio más perdurable ha sido lo que estaba haciendo en la cima de una montaña, cuando murió. Las pistas más plausibles vienen de una antigua costumbre alpina aún practicada hoy en día. Otzi fue descubierto al final de un largo valle que continúa ascendiendo hacia el norte, desde las llanuras al sur. Cada primavera, los pastores italianos guían sus rebaños hacia arriba por este valle, y por sobre el paso elevado, a los pastos de verano en el norte.

Según el profesor Markus Pirpamer: "en el sur es a menudo seco. Y así, por siglos, los animales, ovejas o cabras, han sido llevadas al norte. Y entonces, en otoño, ellas son llevadas de vuelta. Y así es como aún es hecho actualmente. Fue probablemente lo mismo que en los días del Hombre del Hielo". Sin embargo la ruta que hoy toman las ovejas pasa demasiado lejos de donde Otzi fue encontrado. Pero este misterio se resolvió por el hecho que este actual sendero fue solo creado en este último siglo, con dinamita. La antigua ruta usada desde tiempos inmemoriales, y ahora cubierta por el glacial, las habría llevado por encima mismo de su cuerpo.

Ozti podría haber sido un pastor que pereció mientras guiaba su rebaño. Sin embargo esto no explica cómo murió. En la búsqueda de la respuesta a esta pregunta, los científicos han revisado al revés y al derecho el cuerpo de Otzi, por dentro y por fuera. Ellos extraen leves porciones de su estómago. Y descubren que su última comida fue carne y una antigua forma de cereal. Pero a los investigadores se les ha permitido remover solo muy pocos trozos de los órganos de Otzi. No lo suficiente como para satisfacer la curiosidad científica. Sin embargo han encontrado otras formas de estudiar a Otzi sin dañar su cuerpo. Por ejemplo, una de sus uñas, que se desprendió en el hielo, fue analizada en busca de pistas sobre la causa de su muerte.

Para el doctor Luigi Capasso: "la uña nos dijo mucho. Mucho más de lo que esperábamos, para ser honestos. Si el cuerpo es puesto bajo stress por un largo tiempo, puede interrumpirse el crecimiento de las uñas. Es muy interesante ver que 60, 80 ó 120 días después de la muerte del hombre, hay líneas de excesiva formación celular en la uña. Esta es evidencia que él experimentó dificultades muchas veces, sugiriendo que él estaba afectado por una enfermedad recurrente y sistemática, grave, y que duró lo suficiente como para dejar su marca. Y creo que la primera cosa que hay que hacer, incluso con examen genético, es buscar un microorganismo que podría haber causado este tipo de enfermedad infecciosa".

Algunos científicos se preguntan si los dos hongos atados con tiras de cuero, hallados entre las ropas de Otzi, indicarían que él estaba combatiendo algún tipo de enfermedad. El doctor Luigi Capasso continúa: "en esta región, este hongo es usado como amuleto. Sin embargo, este mismo hongo también produce antibióticos. No solo eso, sino que los antibióticos permanecen en la carne del hongo por un largo tiempo después que este ha muerto. Esto sugiere que este hongo en particular pudo haber sido reconocido por la gente de esa época, como una terapia para enfermedades infecciosas"... ¿Uso de antibióticos en la Europa del 5.300 A.C.? ¿En una Europa que se pensaba era un zoológico de salvajes desnudos y aullantes?

Sabemos que muchos conocimientos médicos basados en la naturaleza, como hierbas, cortezas, raíces y los mismo hongos han sido un patrimonio antiquísimo de la humanidad, del cual muchas veces los científicos se han burlado, tratándolos de magia o superstición. Pero también existe ahora certeza que la ciencia natural sí era efectiva para combatir muchas enfermedades que hoy se enfrentan con pastillas, inyecciones y otros medios. Lamentablemente, esa sabiduría ancestral sobre las cualidades médicas de raíces, cortezas, hierbas y hongos, que alguna vez fueron usadas por los ancestros de los europeos, se ha perdido irremediablemente. O ha sido deformada y convertida en magia, por charlatanes e ignorantes.

Mayor evidencia de problemas de salud emergieron en las radiografías del cuerpo de Otzi. El profesor Dieter zur Nedden menciona: "hemos encontrado masiva calcificación en el área estomacal de la aorta. También encontramos masiva calcificación en la sangre localizada en el cerebro. Creo que esto fue causado por depósitos de grasa en las paredes de los vasos capilares, lo cual lleva a un endurecimiento de las arterias. Esto fue el resultado de una condición metabólica como el alto colesterol". Problemas de colesterol... Suena bastante moderno. Sin embargo eso tenía una clara y asombrosa explicación.

Las endurecidas arterias de Otzi resultaron ser menos sorprendentes después que pequeños trozos de sus huesos fueron analizados. Según el doctor Konrad Spindler: "porciones microscópicas fueron preparadas y la estructura del hueso fue examinada y evaluada. Él resultó ser más viejo de lo que se había pensado. Los antropólogos creen que él tenía por lo menos unos 45 años de edad. En otras palabras, una prolongada edad para aquella era".

Debemos detenernos en este punto, porque una longevidad tal, en un medio sin agua potable, sin medicinas, sin conocimiento de normas básicas de higiene, bastante violento (con fieras y humanos igualmente amenazadores), en fin, sin los medios de vida modernos, que permite a un ser humano vivir hasta los 50 años (y podría ser más, porque Otzi murió accidentalmente y no de muerte natural) lleva a la pregunta obvia:

¿Sí los europeos eran tan primitivos hace más de 5.300 años atrás, según nuestros libros de historia universal, cómo se las arreglaban para vivir más que un africano actual y sin ayuda de la ONU?

Y hablando de su muerte abrupta y accidental, el profesor Dieter zur Nedden agrega: "por ejemplo, hay una región del cerebro que tiene una densidad completamente diferente. Si esto es causa del encogimiento o a lo mejor por un impacto, solo lo podemos determinar removiendo materia orgánica". O también podría ser que simplemente no fue un golpe, y el tipo fue víctima del crudo clima alpino. Recordemos que el tiempo cambia muy repentinamente, con la aparición de frentes fríos, nevazones y otras cosas. En el lapso de una o dos horas, la temperatura puede caer en 15 grados. Y se puede volver sumamente brumoso también. Por esta razón es muy fácil perderse en esas accidentadas alturas.

A lo mejor Otzi se perdió en la niebla, en un viaje a la alta montaña, guiando su rebaño. No pudo escapar del mal tiempo, porque estaba oscuro y no pudo encontrar una ruta en la noche, y más encima nevando. Así que tuvo que buscar refugio y esperar hasta que la nevazón parara. Pero esta no paró. Y él esperó. Temía por su vida. Sabía que si se quedaba dormido, moriría, a causa del frío y del hielo. Y entonces sucedió. Se quedó dormido.