existencia

¿Existen las Razas?

La perspectiva de un partidario
Por George W. Gill

Un poco más de la mitad de todos los antropólogos físicos y biológicos de hoy, creen en el tradicional punto de vista que las razas humanas son biológicamente válidas y reales. Y aún más, tienden a no ver nada malo en definir y nombrar las diferentes poblaciones de Homo sapiens. La otra mitad de la comunidad de la antropología biológica cree que, o que las tradicionales categorías raciales para la humanidad son arbitrarias y sin sentido; o que por lo menos, hay mejores formas de ver la variación humana que a través del "lente racial".

¿Hay diferencias en las concentraciones investigativas de estos dos grupos de expertos? Sí, decididamente las hay. Como se puntualizó en la edición 2000 de un popular texto de antropología física, los antropólogos forenses (aquellos que hacen la identificación esquelética para las agencias policiales) apoyan aplastantemente la idea de la básica realidad biológica de las razas humanas, y que aquellos que trabajan con datos de grupos sanguíneos, por ejemplo, tienden a rechazar la realidad biológica de las categorías raciales.

Sucede que soy uno de los pocos antropólogos físico-forenses, que actualmente hacen investigaciones sobre las particulares características usadas hoy, en la identificación racial forénsica ("asesoramiento en ancestros", como generalmente se cataloga hoy). En parte, porque por más de una década, las actuales organizaciones antropólogo-forénsicas nacionales y regionales de los EE.UU. han considerado necesario probar, cuantitativamente, los métodos tradicionales y nuevos para mayor exactitud en casos legales. Me ofrecí voluntariamente para esta tarea de probar y desarrollar nuevos métodos a finales de los 80's ¿Qué encontré? ¿Dónde me encuentro ahora en el "gran debate sobre las razas"? ¿Puedo ver la verdad en un lado u otro, o en ambos, sobre este argumento?

Hallazgos

Primero, descubrí que los antropólogos forenses logran un alto grado de exactitud en determinar las afinidades geográfico-raciales (blanco, negro, amerindio, etc.), utilizando ambos métodos, antiguos y modernos, de análisis óseos. Numerosos estudios bien conducidos fueron reportados a finales de los 80 y los 90, que prueban los métodos objetivamente por porcentaje de ubicación correcta. Numerosos métodos individuales que envuelven mediciones medio-faciales, caracteres del fémur y otras, son sobre un 80 % seguras por si solas, y combinadas producen muy altos niveles de exactitud. Ningún antropólogo forense haría una asesoría racial, basado en uno solo de estos métodos, sino que combinados pueden lograrse asesorías sumamente confiables, así como al determinar sexo o edad. En otras palabras, múltiples criterios son la clave para el éxito en todas estas determinaciones.

Tengo un respetado colega, el biólogo serologista C. Loring Brace, quien a pesar de estar tan especializado como cualquiera de los antropólogos forenses, líderes en asesorías raciales de osamentas, no suscribe al concepto de Raza. Ni lo hace Norman Sauer, un antropólogo forense certificado. Mis estudiantes me preguntan: "¿Cómo puede ser eso? ¡Ellos pueden identificar esqueletos, así como sus orígenes raciales, pero no creen en razas!" Mi respuesta es que a menudo podemos funcionar dentro de sistemas en los que no creemos.

Como un hombre adulto, por ejemplo, no estoy seguro que crea más en las categorías de "edad" cronológica que muchos de mis colegas en biología serológica usan. Ciertamente, partes de esqueletos de algunos hombres de 45 años, se ven más viejas que las correspondientes a porciones de esqueletos de otros hombres de 55 años. Pero, sin embargo, si una agencia policial me llama para proveer la edad de un esqueleto, puedo dar una respuesta que probará ser lo suficientemente exacta, para eventualmente ayudar a la identificación del difunto.

La "Realidad de las Razas" por lo tanto depende más de la definición de la realidad que de una definición de Raza. Si preferimos aceptar el sistema de clasificación racial que los antropólogos físicos han tradicionalmente establecido - las razas mayores: blanca, negra, etc. - entonces uno puede clasificar esqueletos dentro de esa (clasificación), así como con los humanos vivos. Los caracteres óseos de la nariz, la boca, el fémur, y el cráneo son tan reveladores para un buen osteólogo, como el color de la piel, la forma del pelo, la forma de la nariz, y los labios, para el observador perceptivo de la humanidad viviente. He podido probarme a mi mismo, durante años en casos legales modernos, que soy más exacto en asignar razas a partir de restos esqueléticos, que mirando a las personas vivas frente a mí. Así que nosotros, en antropología forense, sabemos que los esqueletos reflejan la Raza, sea "real" o no, casi tan bien (sino mejor) de lo que lo harían los tejidos blandos superficiales. La idea que la Raza es "solo superficial" simplemente no es cierto, como cualquier antropólogo forense experimentado lo afirmaría.

Posición sobre razas

Dónde estoy ahora en el "gran debate racial", después de una década y media de investigación esquelética pertinente, es claramente más hacia el lado de la realidad de las razas, que en el lado de la "negación de las razas". Y aún así, se porqué numerosos antropólogos físicos pueden ignorar o negar el concepto de raza. Los análisis de grupos sanguíneos, por ejemplo, muestran muchos caracteres que traspasan las fronteras raciales de una forma puramente clinal, con muy pocas sino ninguna fisura a lo largo de las fronteras raciales (un cliné es una graduación de cambio, como entre gente con una alta frecuencia de ojos azules; como en Escandinavia, a gente con una alta frecuencia de ojos café, como en Africa).

Los caracteres morfológicos, sin embargo, como el color de piel, la forma del pelo, los caracteres óseos, ojos y labios; tienden a seguir fronteras geográficas que coinciden a menudo con las zonas climáticas. No es sorprendente, a partir del hecho que las fuerzas de la selección climática, son probablemente las fuerzas primarias de la naturaleza, que han dado forma a las razas humanas; con respecto no solo al color de pelo y forma de cabello, sino que también a las estructuras óseas internas de la nariz, los pómulos, etc. (por ejemplo, las narices más prominente humedecen mejor el aire). Hasta donde sabemos, las frecuencias de los grupos sanguíneos, no están hechas por estos mismo factores climáticos.

Así, los serologistas que trabajan mayoritariamente con grupos sanguíneos tenderán a ver la variación humana como clinal, y a las razas como un concepto no-válido; mientras biólogos osteologistas, particularmente los antropólogos forenses, verán las razas como biológicamente reales. La persona común de la calle que ve solo el color de la piel, la forma del pelo y la cara, también tenderá a ver las razas como biológicamente reales. Ellos no están equivocados. Su perspectiva es solo distinta a la de los serologistas.

Así que sí, veo la verdad en ambos lados de la discusión sobre la raza.

Aquellos que creen que el concepto de Raza es válido, sin embargo no desacreditan la noción de los clinales. Incluso los que tienen la perspectiva clinal y que creen que las razas no son reales, tratan de desacreditar la evidencia de la biología osteológica ¿Por qué estos prejuicios de la facción negadora de las razas? Este prejuicio parece surgir mayoritariamente de una motivación socio-política, y para nada científica. Para esta época, por lo menos, la gente que niega las razas, también niegan la realidad. Su motivación (positiva) es que han llegado a creer que el concepto de raza es socialmente peligroso. En otras palabras, se han convencido a si mismos que la raza promueve el racismo. Por lo tanto, ellos han presionado la agenda políticamente correcta, que las razas humanas no son biológicamente reales, sin importar la evidencia.

Consecuentemente, a inicios del siglo 21, aunque una mayoría de los antropólogos biológicos favorecen la realidad de la perspectiva racial, ningún texto de estudios introductorio a la antropología física, ni siquiera presenta esa perspectiva como una posibilidad. En un caso tan flagrante como este, no estamos tratando con ciencia sino más con una obvia censura políticamente motivada. Entonces, ustedes se pueden preguntar ¿Están los "políticamente correctos" realmente en lo correcto? ¿Hay una relación entre pensar en razas y racismo?

Raza y Racismo

¿Discutir la variación humana en un marco de biología racial promueve o reduce el racismo? Esta es una importante pregunta, pero una que no tiene una respuesta simple. La mayoría de los científicos sociales durante la pasada década, se han convencido a si mismos que se corre el riesgo de promover el racismo en ciertos ámbitos. Los antropólogos de los 50, de los 60 y de comienzos de los 70, por otro lado, creían que ellos estaban combatiendo el racismo al discutir abiertamente sobre razas y desarrollando cursos sobre razas humanas y racismo ¿Qué acercamiento ha trabajado mejor? ¿Qué creen los intelectuales entre las minorías raciales? ¿Cómo reaccionan y responden los estudiantes?

Tres años atrás, serví en un panel auspiciado por NOVA en Nueva York, en el cual los panelistas debatían el tópico "¿Hay tal cosa llamada Raza?". Seis de nosotros estábamos sentados en el panel, tres proponían el concepto de raza, y tres lo negaban. Todos habían escrito libros o artículos sobre Raza. Loring Brace y yo éramos los dos antropólogos que se enfrentaban en el debate. La composición étnica del panel eran tres estudiantes blancos y tres estudiantes negros. A medida que nuestra conversación se desarrollaba, me sorprendió cuan similar muchas de mis preocupaciones sobre el racismo eran a las de mis dos compañeros negros. A pesar de reconocer que el creer en el concepto de Raza puede traer riesgos consigo, nosotros estábamos (y estamos) más temerosos por la forma de racismo que posiblemente emergería, si la raza era negada y el diálogo sobre ella, desdeñado. Temíamos que el tabú social sobre el concepto Raza, ha servido para suprimir la discusión abierta sobre un muy importante asunto, que necesita de un debate desapasionado. Uno de mis compañeros, un abogado pro-acción afirmativa, temía que una negación que las razas existen, también serviría para fortalecer la negativa que el racismo exista. Él preguntó: "¿Cómo podemos combatir el racismo si nadie desea discutir sobre razas?"

¿Quién se beneficiará?

En mi experiencia, los estudiantes de color casi invariablemente han sido los más fuertes partidarios de la "perspectiva racial" de la variación humana, en las salas de clases. El primer estudiante negro que tuve en mi clase de variación humana, muchos años atrás, vino hacia mí al final de un curso y me dijo: "Dr. Gill, realmente quiero agradecerle por cambiar mi vida con su curso". El continuó, explicándome: "La vida entera me he preguntado por qué soy negro, y si era bueno o malo. Ahora sé las razones porque soy del modo que soy, y que estas características son útiles y buenas."

Un curso de variación humana con otras perspectiva, probablemente habría logrado lo mismo en este estudiante, si él se hubiera dado cuenta. La verdad es que, las inocuas clases modernas de variación humana, con sus títulos políticamente correctos y descripciones de cursos, no atraen la atención de las minorías, o de aquellos otros estudiantes a quienes más beneficiaría. Incluso más, la perspectiva políticamente correcta de "negación de razas" en la sociedad como conjunto, suprime el diálogo, permitiendo que la ignorancia reemplace el saber, y la sospecha reemplace la confianza. Y esto favorece más el etnocentrismo y el racismo, que prevenirlo.

El Dr. George W. Gill es profesor de antropología en la Universidad de Wyoming. También presta servicios como antropólogo forense para agencias policiales de Wyoming, y para el Laboratorio Estatal de Criminología de Wyoming.