cromagnon

El Hombre de Crô-Magnon

Durante la construcción de una línea férrea en 1868 (Les Eyzies, Dordoña, Francia), fue descubierto un refugio pétreo en un acantilado de arensica. En el fondo del refugio, se descubrieron vestigios de ocupación humana. La excavación en el sitio, reveló los restos de cuatro esqueletos adultos, uno de un niño y ciertos fragmentos de huesos. La condición y colocación de algunos ornamentos, incluyendo piezas de concha y colmillos de animal (en lo que parece haber sido pendientes o collares), llevó a los investigadores a creer que los esqueletos fueron intencionalmente enterrados en una tumba única, al interior de aquel refugio.

El sitio de Cro-Magnon preservaba el esqueleto de un hombre adulto. El individuo era probablemente de edad mediana (menos de 50 años de edad) a su muerte, en base al patrón de cierre de las suturas craneales. Los huesos en su cara están ostensiblemente carcomidos (ver primera fotografía) debido a una grave infección micótica. El cráneo estaba completo, a excepción de los dientes, que están reconstruidos en el molde fotografiado aquí.

Aunque los restos de Cro-Magnon son representativos de los más antiguos seres humanos anatómicamente modernos, en aparecer en Europa occidental, esta población no fue la más antigua - humanos modernos - en evolucionar. Sin embargo, el cráneo de Cro-Magnon muestra los caracteres que son únicos en los seres humanos modernos, incluyendo la elevada y redondeada bóveda craneal, con una alta frente casi vertical. También, las órbitas ya no están más coronadas por grandes arcos superciliares. Ni hay vestigios de prognatismo maxilar ni alveolar en el rostro.

El análisis de las patologías de los esqueletos encontrados en el refugio rocoso de Les Eyzies, indica que los seres humanos de aquella época llevaban una vida durísima. En adición a la infección mencionada anteriormente, la mayoría de los individuos encontrados en el refugio tenían las vértebras del cuello fusionadas, clara indicación de heridas traumáticas (golpes, caídas), y la mujer adulta encontrada en el refugio había sobrevivido, por un tiempo, a una grave fractura de cráneo. La supervivencia de individuos con tales problemas indica un respaldo por parte de una comunidad de individuos, lo que les permitía la convalescencia.

Ciertas herramientas asociadas y fragmentos de hueso animal fósil, fechan el sitio en el Pleistoceno superior, probablemente entre 32.000 a 30.000 + años de antigüedad.

Frente estrecha y elevada, rostro con anchos y prominentes arcos cigomáticos, el clásico tipo del Paleolítico superior en Eurasia.

De semiperfil, es visible el prominente y elevado tabique nasal, la alta bóveda cranal, características claramente Europoides.

La dolicocefalia, sumado al disarmónico ancho facial, son uno de los rasgos típicos de esta fornida y espigada raza Caucasoide, que deambuló por Eurasia hace más de 45.000 años atrás.

¿Alguien puede entonces aseverar, con seriedad, que el cráneo del Hombre de Kennewick, de Spirit Cave o de Wizards Beach - de unos 10.000 años de antigüedad - no pueden ser comparados con cráneos de seres humanos actuales?