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LAS RAZAS

"Nadie debe tomar a la ligera el asunto de la raza. Es la clave de la historia mundial y es precisamente por esta razón que la historia escrita a menudo adolece de claridad. Esta escrita por gente que no entiende el asunto de la raza y lo que pertenece a ella. Lenguaje y religión no hacen una raza, solo la sangre lo hace".
      Benjamin DISRAELI.

"...Las varias razas, cuando son cuidadosamente comparadas y medidas, difieren mucho unas de otras, como en la textura del cabello, las proporciones relativas de todas las partes del cuerpo, la capacidad de los pulmones, la forma y capacidad del cráneo, e incluso las convolusiones del cerebro. Pero sería una tarea interminable el especificar los puntos de diferencia. Las razas también difieren en constitución, en aclimatación y en predisposición a ciertas enfermedades. Sus características mentales son igualmente muy distintas, no solo en lo que parecerían ser sus emociones, sino parcialmente en sus facultades intelectuales. Todos los que han tenido la oportunidad de comparar, deben haber sido sorprendidos por el contraste entre los taciturnos, e incluso melancólicos aborígenes sudamericanos, y los parlanchines negros de corazón alegre".
      Charles DARWIN, 1871, The Descent of Man, Chapter 7. London : John Murray.

"Hay escasas instancias que las cuales una cultura foránea ha sido impuesta sobre un pueblo, por medio del poder y la autoridad externa. Y en algunas de estas es que tenemos la oportunidad de observar y distinguir claramente las influencias de las cualidades raciales y culturales, respectivamente. Tal ejemplo podemos verlo en Haití, donde los franceses, en su temprano entusiasmo por los ideales de la libertad, la igualdad y la fraternidad, impusieron a una población de raza negra, mucho de su cultura europea occidental, incluyendo el cristianismo, el lenguaje francés y la escuela; y entonces, tras un breve período, retiraron su mano controladora y dejaron así a la gente, generosamente obsequiada con una cultura extraña, para que labraran su propio destino. Los resultados son conocidos por todo el mundo. A grandes rasgos: un rápido retroceso al barbarismo, con frecuentes estallidos de vudú, canibalismo y otras salvajes prácticas; y una vida política que solo puede ser igualada con los imaginativos esfuerzos de una ópera cómica ".
      William McDOUGALL, 1934, Religion and the Life Sciences.  London : Methuen.

"...Todas las grandes civilizaciones del pasado se volvieron decadentes porque la raza creadora original desapareció, como resultado de la contaminación de la sangre... Desafortunadamente, el ser nacional alemán no está basado en un tipo racial uniforme... Al lado del tipo nórdico, encontramos el europeo oriental; al lado del oriental está el dinárico, el tipo occidental mezclándose con ambos, e híbridos entre todos ellos. Eso es un grave lastre para nosotros".
      HITLER, 1939, Mein Kampf. London : Hurst & Blackett.

"Solo recientemente se pensaba que era propio pretender que todos los seres humanos eran casi iguales, pero en efecto, cualquiera que pueda usar sus ojos sabe que el promedio del comportamiento humano difiere enormemente de país a país".
      George ORWELL, 1941, The Lion and the Unicorn.

"Si una nación con un conjunto genético más avanzado, más especializado, o de cualquier manera superior; en vez de exterminar, se mezcla con una tribu inferior, entonces comete un suicidio racial, y destruye la obra de miles de años de aislamiento biológico y selección natural".
      Roger PEARSON, 1966, Eugenics and Race. London : Folk & Race.

"El nivel de conocimiento en los EE.UU. es menor que en Japón, debido al considerable número de negros, portorriqueños y mexicanos".
      Japanese Prime Minister, Y. Nakasone, ix 1986.

"...Hay menos diferencia entre el ADN mitocondrial de los perros domésticos, lobos (sus progenitores salvajes) y los coyotes, que la que hay entre los varios grupos étnicos de los seres humanos".
      Stephen HARRIS, 1997, Times Higher, 14 vi.

"Francis Galton (1869), en su libro Hereditary Genius, reconoció que la inteligencia estaba principalmente determinada genéticamente, y que las diferencias raciales en inteligencia, podían ser calculadas por los números de los individuos intelectualmente sobresalientes, producidos en relación al tamaño de la población. Usando este método, Galton concluyó que la Atenas del siglo V A.C., había tenido a la población más inteligente que haya alguna vez existido. Los escoceses de las tierras bajas puntearon alto, seguidos por los ingleses; los africanos lo hicieron muy bajo, y los aborígenes australianos incluso más bajo. Galton propuso una cuantificación para estas diferencias que (en términos de escala intelectual contemporánea) colocaban a los ingleses con un promedio de C.I. de 100, a los africanos con un prmedio de 79, y los aborígenes australianos con un promedio de 69".
      R.LYNN, 1995, 'Cross-cultural differences in intelligence and personality.' In D.H.Saklofshe & M.Zeidner, International Handbook  of Personality and Intelligence.

"...El estándar promedio de la raza negra está dos grados más abajo que el nuestro... (los escoceses de las tierras bajas y los ingleses de los campos septentrionales) están decididamente a una fracción del grado superior de un inglés corriente. (Los griegos del 500 A.C. estaban) casi dos grados más alto que nosotros mismos, tanto como nuestra raza es superior al negro africano".
      GALTON, 1869, 'The comparative worth of different races', Hereditary Genius.

"...La mayoría de los académicos desdeñan el tópico de las diferencias raciales y avitan activamente las explicaciones genéticas para los fenómenos observados. El argumento toma a menudo la forma de:
a) No existen reales diferencias entre las poblaciones; pero si las hay,
b) No son importantes; pero si son,
c) Se deben solamente a efectos medioambientales, pero si no,
d) No se deben mencionar".
      J. P. RUSHTON, 1987, Personality & Individual Differences 8.

"El antropólogo Marvin Harris generosamente asegura que las civilizaciones africanas y amerindias eran "totalmente comparables" con las civilizaciones de Egipto, Mesopotamia y el valle del Indo. Es cierto, pero Harris está comparando niveles de desarrollo africanos y amerindios entre los siglos XV y XIX, con antiguas civilizaciones que alcanzaron esos niveles muchos miles de años antes".
       Dinesh D'SOUZA, 1995, The End of Racism. New York : Free Press.

"... (Usando el registro de ADN, L.L.) Cavalli-Sforza y sus co-autores (1988-1993) encuentra que el inglés difiere de los daneses, alemanes y franceses, en unos meros 21-25 puntos de distancia genética; en tanto que ellos difieren de los indios norteamericanos en 947 puntos, de los bantúes africanos en 2.288 puntos, y de los pigmeos m'butis en 2.373. Un antiguo y dedicado creyente del medioambientalismo con respecto a las razas y coeficiente intelectual, Cavalli-Sforza rinde pleitesía en unos pocos y obligados párrafos a la cruzada contra el "racismo", pero concluye que los datos recabados que él presenta, demuestran que los "euroasiáticos del norte" - un término que él utiliza para agrupar a europeos, mongoles, japoneses, coreanos y chinos septentrionales - están más cercanamente relacionados unos con otros, que con los africanos y australoides... El argumento sobre si existen o no las "razas", es puramente un asunto de semántica, de sobre qué los polemistas entienden por el término "raza"... En poco tiempo, los estudios sobre los marcadores genéticos han agrupado a las poblaciones actuales de Homo Sapiens, en categorías que son esencialmente paralelas a aquellas determinadas por los antropologistas físicos de la vieja escuela, representados por Carleton Coon".
       Roger PEARSON, 1996, Humanity and Heredity. Washington : Scott-Townsend.

"Desde mediados de los 80's ha habido un gran número de investigaciones demográficas, buscando una diversidad genética, y virtualmente todas las serias encuentran el mismo patrón racial. El tomo de mil páginas, publicado en 1994 por Luca Cavalli-Sforza y sus colegas (The History and Geography of Human Genes) es uno de los más conocidos. Presenta 491 poblaciones mundiales, utilizando los datos de 128 alelos de 45 loci polimorfos. Las poblaciones son agrupadas de varias formas significativas, agregadas en 42 poblaciones, que son combinadas en 9 fragmentos. El mismo Cavalli-Sforza y sus colegas, se apresuraron en decir que no están estudiando razas, sino poblaciones de humanos. Sin embargo, sus 9 fragmentos tienen un circulo familiar: "Africanos (sub-saharianos), Caucasoides (europeos)... Mongoloides septentrionales (excluyendo las poblaciones árticas..." (1994, página 79). En sus palabras, a partir de los datos genéticos, "La mayor diferencia dentro de la especie humana se encuentra entre africanos (sub-saharianos) y no-africanos..." Otra investigación de frecuencias (por Nei & Roychoudhury) los análisis de factores por Jensen dieron 6 componentes (que reflejaban los fragmentos de Cavalli-Sforza) que son fácilmente identificables en los siguientes grupos de población: (1) Mongoloides (septentrionales), (2) Caucasoides, (3) Asiáticos meridionales e Isleños del Pacífico, (4) Negroides, (5) Amerindios norte y sudamericanos, más esquimales, (6) Aborígenes australianos y papúes de Nueva Guinea. Estos componentes genéticamente definidos son agrupaciones raciales bastante similares a los grupos de población obtenidos en el estudio de Cavalli-Sforza, y a las clasificaciones raciales sugeridas por antropólogos físicos clásicos tales como Carleton Coon, cuyo trabajo ha sido completamente mal utilizado por una reciente generación de académicos "políticamente correctos". Estos datos son por lo tanto una virtualmente irrefutable demostración de la realidad de la raza... (En el futuro) será más fácil descubrir que hay, lejos, mayores y consistentes diferencias genéticas entre las diferentes razas humanas - que se piensa, todas pertenecientes a la misma especie - que las que hay entre lobos y coyotes, por ejemplo, que pueden mezclarse pero son reconocidos como especies distintas"... Los ideólogos del igualitarismo están muy al tanto de estas posibilidades, y ya están tratando de bloquear la investigación e incluso la discusión. Las leyes sobre "el lenguaje del odio" están siendo endurecidas en muchos países, y discusiones sobre diferencias raciales pueden hacerte perder el trabajo o acarrear cargos criminales en Francia, Alemania, Canadá y Australia. En los EE.UU., los investigadores rutinariamente se censuran a si mismos y a sus colegas "insensibles", por temor a perder el trabajo o los auspicios".
       Glayde WHITNEY, 1997, 'Diversity in the human genome.' American Renaissance 8.

"Debido... a la falta de conocimiento, ha surgido el fino dictado de moralidad, tan manoseado por la muchedumbre filosófica, que los hombres en todas partes son iguales, y que en todas partes tienen las mismas pasiones y los mismos vicios, entonces es inútil intentar caracterizar las diferentes razas; lo que es tan razonables como si uno dijera que uno no podría distinguir a Pedro de Jaime, debido a que cada uno de ellos tiene una nariz, una boca y ojos".
       Jean - Jacques ROUSSEAU, 1755, Discours sur l'Origine et les Fondements de l'Inegalité parmi les Hommes. (Translated in J. R. Baker, 1974, Race, Oxford University Press.)

"La Raza es todo. Literatura, ciencia, arte - en una palabra - la civilización depende de ella".
       R. KNOX (anatomista de Edinburgo), 1850.

"Sospecho que los historiadores del futuro se asombrarán que los sociólogos Norteamericanos - producto de la acumulación de las naciones - pudieran pararse en medio de tan desconcertante fenómeno social (como la "raza") y darlo como tan comprendido, que no se molestaran en estudiarlo. Encontrarán especialmente sorprendente, a la luz del hecho de las diferencias étnicas, incluso en la segunda mitad del siglo XX, probaron ser más importantes que las diferencias en filosofía o sistemas económicos. La mayoría de quienes no darían su vida por una premisa, o un dogma, o una división laboral, lo haría más o menos alegremente por una diferencia enraizada en los orígenes étnicos".
       A. M. GREELEY, 1969, Why Can't They Be Like Us? New York : Institute of Human Relations Press.

"Cuando los grupos sanguíneos Rhesus de personas descritos como "Negros" en los EE.UU. fueron investigados, se encontró que la frecuencia de cDe era generalmente cerca de un 45 %. Esta era una cifra asombrosamente alta, debido a que se sabe que entre los Európidos de EE.UU. (y de cualquier otra parte) esta es un tipo inusual, con frecuencia solo en alrededor de un 2.6 %... (En Africa) los Sudánidos (de Africa occidental) dieron una frecuencia de 64 %, los Káfridos (de Africa sudoriental), un 63 %".
       J. R. BAKER, 1974, Race. Oxford University Press.

"Cientistas sociales han gastado un enorme esfuerzo en investigar como los "estereotipos" se ha perpetuado, pero en épocas recientes han pasado poco tiempo investigando la veracidad de las percepciones agregadas".
       J. Philippe RUSHTON, 1988, Personality & Individual Differences 9.

"Las mujeres Rusas son más proclives a tener sexo cada día. Las mujeres Checas lo disfrutan más, las mujeres Francesas claman ser las más fieles, y las mujeres Australianas están más dispuestas a tener sexo en su primera cita, de acuerdo a una reciente investigación. La revista Cosmopolitan encuestó a lectoras en sus 29 ediciones internacionales... y compiló los resultados de una muestra de 500 cuestionarios de cada edición... La investigación también encontró que las mujeres en Grecia prefieren sexo diurno casi el doble que el promedio mundial, mientras que las mujeres Japonesas dijeron tener sexo tres veces o menos al mes".
       Reportado desde New York en Glasgow Herald, ii 1996.

"(Respuesta al juicio a O. J. Simpson) las mujeres negras, reaccionando a las informaciones sobre un negro abusando de su esposa blanca, sentían que sus simpatías iban no hacia su congénere mujer sino a su hermano negro"
       David BERREBY, 1997, The Sciences (Special Issue on Race), iii/iv.

"...siguiendo a Gobineau (Les inégalités des races humaines) y una selección de sus discípulos, entre quienes H. S. Chamberlain (The Foundations of the Nineteenth Century) es posiblemente el más notorio, (el pueblo alemán) se creía, contra la más obvia y abundante evidencia, que eran los representantes más puros de una raza, de cuya sangre todos los grandes hombres y grandes cosas han provenido, una raza hecha por una superioridad nativa para reinar sobre todos los pueblos de la tierra. Por otro lado, el humanitarismo popular consideraría a todos los hombres y todas las razas similares e iguales respecto a habilidades nativas; y hemos visto a tan distinguidos sociólogos como Durkheim negando la importancia o influencia de la composición racial en un pueblo... Ambos puntos de vista tan extremos son falsos; la verdad yace en alguna parte al medio de ellos. (La biología y la antropología han ahora demostrado) el enorme poder de la herencia para determinar el carácter individual y la gran persistencia de las cualidades innatas a través de incontables generaciones... La raza negra, donde sea que se encuentre, presenta ciertas peculiaridades mentales específicas, difícilmente definibles, especialmente su alegre y despreocupada disposición, la receptividad y la violencia emocional irrefrenable, sean sus representantes hallados en Africa tropical, en las junglas de Papúa o en las altamente civilizadas condiciones de las ciudades Norteamericanas".
       William McDOUGALL, 1920, The Group Mind. Cambridge University Press.

"El carácter nacional no es siempre mejor expresado por la masa, por el común, ni siquiera por la actual mayoría. Existe una elite natural que, mejor que todo el resto, representa el alma del pueblo entero, sus ideas radicales y sus más esenciales tendencias. Eso es lo que los políticos tan a menudo olvidan".
       FOUILLÉE, Psychologie du Peuple Français. Quoted by William McDougall, 1920, The Group Mind. Cambridge University Press.

"(A mediados del siglo XX) era común para los Norteamericanos educados, referirse a las diferencias humanas en términos culturales, y decir que "la ciencia moderna ha demostrado que todas las razas humanas son iguales"".
       G. W. STOCKING, Jr., 1982, Race, Culture and Evolution. Chicago University Press.

" El libro " The Things They Say Behind Your Back (New York : Doubleday)" de William Helmreich (1982) toma el controversial asunto de si hay una base racional para los estereotipos de grupos... Como la percepción que mucho laureados por el Nobel son Judíos, o que la Mafia está mayoritariamente compuesta de Italianos, o que los Japoneses tienden a ser xenófobos y nacionalistas... De todos los estereotipos que considera - muchos de ellos ahora pasados de moda y no ampliamente compartidos - Helmreich concluye que "casi la mitad de los estereotipos tienen una fuerte base en los hechos"".
       Dinesh D'SOUZA, 1995, The End of Racism. New York : The Free Press.

"El conocimiento científico disponible provee una firme base para creer que los grupos de la humanidad difieren en su capacidad innata para el desarrollo intelectual y emocional, viendo que tales grupos difieren indudablemente en un muy gran número de sus genes".
       R. A. FISHER, quoted by W.B.Provine, 1986, American Zoologist 26.

"El ensayo introductorio (por Paul Gordon en "Race in Britain Today" de R. Skellington & P. Morris) combina una historia apretadamente resumida de recopilación de datos en el área de "raza", con una preventiva y bastante evidente repetición del hecho que la raza no es un hecho".
       Libby SELMAN, 1993, Journal of Biosocial Science 25.

""Raza" no es un hecho biológico sino un concepto que ha sido socialmente construido. Las características físicas, color de piel, cabello... son investigados con un significado social que puede probar ser ventajoso o no para un grupo". Mi comentario para esto es directo: es una mentira. La raza es un hecho y no un concepto socialmente construido - puede ser un hecho totalmente insignificante, y uno que no necesita ser tomado en cuenta en una sociedad liberal, y probablemente no debiera"
       Barbara AMIEL, 1992, Sunday Times, 11 x. (Quoting from 'Code of non-discriminatory and non-oppressive social work practice', issued by the UK Central Council for Education and Training in Social Work(CCETSW), 1989.)

"...entre los escritores de textos de antropología física en los EE.UU., donde un 65 % de aquellos que aparecieron entre 1932 y 1969, aceptaban que las razas del humanidad existen, solo un 32 % de aquellos que aparecieron entre 1970 y 1979 lo aceptaban".
       J. Philippe RUSHTON, 1995, Race, Evolution and Behavior: A Life History Perspective. New Brunswick, NJ : Transaction Publishers

"... en 1994, la Asociación Antropológica Americana adoptó una resolución sobre Raza e Inteligencia, denunciando a aquellos que buscaban un vínculo entre ellas..."
       D. MURRAY, 1996, Newsletter of the Behavioral and Social Sciences Section of NAS, No. 3.

" S. J. Gould (1996, The Mismeasure of Man, 2ª edición) declara que el estudio científico de las diferencias humanas no es más que una excusa para la elitista esclavización y opresión Europea del resto del mundo... En la invocación de Gould, él mantiene la fe en lo "políticamente correcto", aunque (sus palabras) son una confesión a regañadientes de los que muchos ven como un "fascismo izquierdista"".
       J. P. RUSHTON, 1997, 'Race, intelligence and the brain: the errors and omissions of the "revised" edition of S. J. Gould's The Mismeasure of Man.' (Special Review.) Personality & Individual Differences.

"La mayoría de aquellos dedicados al estudios serio de las razas hoy, lo hacen desde una perspectiva "hermeneucista" o "racialmente realista". En un extremo, aquellos a quienes he descrito como "hermeneucistas" se aproximan a las razas como un "epifenómeno", una mera construcción social, con las fuerzas políticas y económicas como los reales agentes causales que vale la pena estudiar. Más que estudiar las razas, los "hermeneucistas" investigan a aquellos que lo hacen... Frente a sus opositores, los "hermeneucistas" se enfrentan de modo confuso, acalorado y políticamente comprometidos con el "antirracismo"; los racialmente realistas se enfrentan a sus oponentes como fríos, indiferentes y bajo sospecha de ocultar una agenda "racista"... Con el Igualitarismo bajo asedio, el "hermeneuticismo" representa un intento de devolver el genio a la botella, de introducir la prohibida pasta de diente de vuelta al envase".
       J. P. RUSHTON, 1997, Review Essay, Society 34.

"...Podemos distinguir una raza de distribución y origen septentrional, caracterizada físicamente por el color claro de cabellos, ojos y piel, por la elevada estatura y la dolicocefalia (forma craneal alargada) y mentalmente por una gran independencia de carácter, iniciativa individual, y tenacidad de deseo ...recientemente el término Homo Europaeus, aplicado por vez primera por Linnaeus a este tipo, ha sido favorecido; y a lo mejor es el mejor término para usar, debido a que este tipo parece ser exclusivamente Europeo. Es también llamado tipo Nórdico. El resto de la población de Europa, con la excepción de algunos pueblos al extremo norte y el este, de origen racial parcialmente mongoloide o amarillo, parece principalmente derivado de dos familias. De estos, el único tipo que ocupa mayoritariamente las regiones centrales, es más comúnmente clasificado con el nombre de Homo Alpinus; el otro, principalmente en el sur, por el nombre de Homo Mediterraneus. Ambos son de complexión oscura o morena y la principal diferencia física entre ellos es que el primero, el Homo Alpinus, tiene un cráneo corto y ancho (braquicéfalo) y también es de corta estatura; mientras que el último, el Homo Mediterraneus, es de cráneo alargado como el tipo septentrional y posiblemente más alto que el Homo Alpinus. Mentalmente ambos difieren del tipo septentrional o Europeo, al poseer menos independencia e iniciativa, una gran tendencia a depender y a buscar liderazgo de la autoridad (Ripley's Races of Europe and Prof. H.J.Fleure's Geography in Western Europe, London, 1919)."
       William McDOUGALL, 1920, The Group Mind. Cambridge University Press.

"(La evidencia de las diferencias raciales) es aportada por la espontánea distribución en Norteamérica de los inmigrantes Europeos y sus descendientes. Los Ingleses, Escoceses y Nor-irlandeses (Esoceses de sangre) han sido los grandes pioneros de los nuevos territorios. En los primeros días de la inmigración Europea, un puñado de Franceses del tipo de Lasalle hicieron maravillosos viajes de exploración. Pero ellos fueron individualmente comisionados por el rey de Francia para llevar a cabo ese trabajo, y hay razones para pensar que aquellos hombres eran del tipo Nórdico. La masa de los colonos Franceses se ha aferrado persistentemente a la provincia oriental del Quebec. Los Irlandeses e Italianos, a pesar de ser mayoritariamente de origen campesino, se encuentran casi exclusivamente en las ciudades (ejecutando las funciones altamente sociables de policías, conductores de buses o políticos locales) o en las regiones agrícolas estrechamente colonizadas. Los Escandinavos, por otro lado, a pesar de llegar más tarde, han colonizado la mayoría de la tierra en los amplios espacios abiertos del Oeste. El lejano Oeste contrasta fuertemente con el Este y el Medio Oeste más colonizado (donde la sangre Alemana es más que evidente), en el marcado predominio de los caracteres físicos de la raza Nórdica.
       William McDOUGALL, 1934, Religion and the Life Sciences. London : Methuen.

"El típico Homo Europaeus, para (G. Voucher de) Lapogue, se caracteriza por su razón y su poder de deseo, que por su fertilidad en ideas, facilidad de aprendizaje o gran memoria. Los Españoles, Árabes e Hindúes tienen una prodigiosa variedad de ideas, pero estas se suceden unas a otras tan rápidamente que no puede ordenarse a si mismas, y hay una pobreza en resultados prácticos. En inteligencia pura, el Homo Europaeus no excede grandemente el promedio de la humanidad, pero se aplica más consistentemente al trabajo mental y está más capacitado para romper las ideas habituales: en efecto, su tendencia es hacia lo nuevo. Su poder de razonamiento es "frío" y justo. Calcula cuidadosamente, llega a una conclusión tan rápido como sea necesario, y actúa sin indecisiones. Una vez decidido, no cambia sin motivos. Su suprema cualidad, que caracteriza su "especie" y lo coloca sobre todos los otros, es su deseo preciso y tenaz que salva todos los obstáculos. Es su aptitud para el mando lo que le da el dominio sobre otros. Es combativo e individualista, reacio a la autoridad, pero capaz de rendirse a la disciplina cuando es necesario".
       J. R. BAKER, 1974, Race. Oxford University Press.

"Frente a una proposición (de negocios), los Sajones preguntan: "¿Cómo puedes documentar o medir esto?"; los Teutones quieren saber: "¿Cómo puede esto ser deducido de sus principios originales?"; el Galo, por supuesto, se pregunta: "¿Puede ser esto expresado en Francés?"; mientras que la aproximación Nipona es preguntar: "¿Quién es el Jefe del que lo propone?".
       Adrian FURNHAM, 1995, Financial Times, 8 xii.

"...La mayoría de los obreros alemanes (1943) parecen haber sido completamente indiferentes al hecho que estaban trabajando junto a un mal alimentado ejército (de Polacos y Rusos) que emergían espectralmente de gélidos campos, pero que eran excluidos de los refugios antiaéreos públicos y las piscinas, y que podían ser castigados por hacer cosas que el resto de la población tomaba por permitido... La principal razón para esta actitud era que la política racial Nazi hacia los trabajadores extranjeros interactuaba con la arrogante autoestima, chovinismo y racismo de algunas secciones de la población. Juzgando por los estudios de cuántos "obreros Alemanes" tratan con sus colegas Turcos en las modernas fábricas o industrias de servicios, estas actitudes parecen haber sobrevivido al período Nazi, que para algunos trabajadores, marginalizados por la "sociedad solidaria" de la República Federal y atraídos por el extremista Partido Republicano, se ha transformado en un objeto de nostalgia, como una época de gobierno fuerte y exitoso. Por supuesto que el racismo de clase obrera no está exclusivamente confinado a Alemania".
       M. Burleigh y W. Wippermann, 1991, The Racial State: Germany 1933-1945. Cambridge University Press.