(Capítulo XII, Sección 2)

Francia

La historia racial de Francia es una parte tan integral de la historia racial de Europa occidental en su conjunto, que hay poca necesidad de revisar sus fases más tempranas en detalle. Los productores de alimentos Neolíticos que primero colonizaron este país provenían mayoritariamente del sur, desde España y también desde Italia; las invasiones Danubianas afectaron poco o nada a Francia, en un directo sentido racial. Los invasores Megalíticos dieron mucha atención a todo el litoral occidental de Francia, y penetraron por los valles fluviales del norte, mientras Bretaña se volvió su especial plaza fuerte. Sin embargo, ellos no fueron los primeros productores de alimentos en llegar, como en Irlanda, Escocia y Dinamarca; por lo tanto su influencia sobre la población posterior fue relativamente leve.

Francia fue un flujo cultural durante la edad del Bronce; los agricultores de tradición Neolítica poblaban los valles y llanuras, mientras cazadores y recolectores de inspiración Mesolítica aún deambulaban por las estériles tierras altas. Solo en la parte nororiental de Francia, adyacente a Alemania meridional, había una civilización de la edad del Bronce, de cierta importancia. La edad del Hierro trajo con ella invasiones del norte de considerable magnitud; primero las oleadas de pueblo Célticos, y luego de Germánicos, culminando con el establecimiento del imperio Franco de Carlomagno. Estas invasiones dieron al norte de Francia completo, un tinte Celto-Germánico que ha penetrado muchas otras partes del país. La infusión Nórdica así producida ha tenido un efecto duradero sobre la composición racial Francesa.

Otros movimientos de importancia fueron la penetración hacia el norte de los Vascos, como se registró en el capítulo precedente; el arribo de los Normandos desde Noruega en lo que llegó a ser, bajo ese régimen, Normandía; el temprano arribo de los Sajones a lo largo de la costa; y el asentamiento de los Córnicos en Bretaña. En tiempos más recientes, la inflitración de Italianos a la Riviera es un movimiento racial de ciertas consecuencias.

Los Romanos se establecieron más firmemente y con mayor éxito en Galia que en la mayoría de sus colonias; los Celtas Romanizados dieron su lengua para una popular variedad del Latín, como lo hicieron los Aquitanios en la porción sudoccidental del país, y los Ligures en el sudeste. Griegos, Armenios, Judíos y otros súbditos del imperio Romano se establecieron en Galia en números considerables. El espíritu internacional Parisino data desde la ocupación Romana. La supervivencia de la lengua Romance a través de una sábana de Alemán Franco y Noruego de Normandía, es un tributo a la fuerza de la influencia Romana.

A través de su historia, Francia ha absorbido más de lo que se ha expandido; excepto por el Canadá Francófono. Nunca ha tenido una colonia a la cual los Franceses hallan ido en grandes números a colonizar. En el mismo sentido, el territorio de Francia es mayor que sus fronteras lingüísticas; en los confines de su dominio hay provincias fronterizas en las cuales nuevas lenguas extranjeras se han filtrado, o en que las antiguas han resistido por largo tiempo la absorción. El Italiano, en el sudeste, es nuevo; el Vasco y el Bretón datan del siglo V de nuestra era, y de los dos el primero está creciendo, y el último está disminuyendo; el Catalán en el Rosellón, ran estrechamente relacionado con la Lengua de Oc, está aparentemente estático; en el norte, el Flamenco proveniente de Bélgica, está gradualmente decreciendo, como el Alemán en Alsacia. A pesar que el Francés es hablado por miles de personas educadas fuera del territorio Francés como una segunda lengua, no es un lenguaje agresivo dentro de la misma Francia. El número total de personas de ciudadanía Francesa nativa dentro de Fancia, cuya lengua materna no es el Francés, es de 3.5 millones de 42 millones. Al mismo tiempo, otros 4 millones de los 42 millones son extranjeros naturalizados o ilegales. La emigración de Franceses es poco importante.

Con la llegada del siglo XX, Francia era probablemente la mejor documentada de los mayores países Europeos, en el sentido atropométrico. Desde entonces, sin embargo, casi ninguna mayor información estadística ha sido recopilada; nuestras fuentes son las mismas que aquellas con las que Deniker y Ripley trabajaron. El material consiste casi enteramente de detallados estudios de la distribución de unos pocos caracteres, notablemente la estatura, el índice cefálico y la pigmentación. La única nueva contribución que uno puede hacer está en el campo de la interpretación2.

Si pasamos rápidamente a través de la distribución geográfica de estatura, el índice cefálico y la pigmentación, habremos cubierto la mayoría de la información existente de naturaleza precisa. El promedio de estatura del Francés es de alrededor de 1.66 mts.3, que no es ni alto ni bajo, sino intermedio en relación a otros pueblos Europeos. Francia se divide en dos zonas principales de estatura, por una línea ligeramente convexa que pasa diagonalmente desde Cherburgo a Marsella, con estaturas promedios de 1.66 a 1.68 mts. centradas en el noreste, y aquellas que van desde 1.61 a 1.65 mts. en el sudoeste. Junto a este esquema general, la gente más alta se encuentra a lo largo de los valles fluviales más que en las colinas, con una sola excepción principal - los habitantes de las laderas septentrionales de los Pirineos, desde los Vascos hasta los Catalano-parlantes del Rosellón, son más altos que la gente inmediatamente al norte de ellos. En el nordeste, en la región más alta, hay modos de estatura de 1.64 a 1.68 mts.4 Los centros de estatura relativamente baja en Francia son: los Alpes Marítimos, al este del valle del Rhône, que actúa como una cuña de población más reciente entre el núcleo montañés a ambos lados; el Macizo Central, el país Alpino clásico; la región del Perigord-Limoges, incluyendo la Dordoña, que es la zona más ancentuada de dolicocéfalos en Francia; y Bretaña.

Es curioso que los Bretones Celto-parlantes están entre los pueblos más bajos de Francia, y efectivamente son siete centímetros más bajos que sus hermanos, los Córnicos que viven directamente al otro lado del Canal. Un detallado mapa de estatura de Bretaña, por cantones, muestra que el salto desde Cornwall no es tan abrupto como parece5; alrededor de la costa se extiende una delgada banda de cantones marítimos con estaturas en la clase del 1.64-65 mts., lo que rápidamente abre el camino, a través de una zona de transición, hacia un núcleo interno en que el promedio de estatura es 1.62 mts. Esta evidencia, así como la del índice cefálico, indica que la lengua Córnica ha sobrevivido en Bretaña entre un pueblo para el cual es una lengua adoptada, mientras se ha extinguido en el sudoeste de Inglaterra, desde donde vino.

La estatura se ha incrementado hasta cierto grado en Francia durante el último siglo, como lo ha hecho en otras partes de Europa occidental; uno de los más asombrosos ejemplos de este cambio es visto en la montañosa región de Saboya, especialmente en el cantón de Mt. Blanc6. En el período de 5 años de 1807 a 1812, la estatura promedio de unos 12.000 hombres era de 1.58 mts. Dentro de este período, la estatura parece haberse estancado. Entre 1828 y 1837, los reclutas de esta misma región han logrado un promedio de 1.62 mts. y en el intervalo de 1872-79 alcanzaron 1.65 mts. Desafortunadamente, no hay más datos recientes para trazar la historia posterior de este grupo regional. En el esto de Francia, los cambios han sido mucho menos marcados; el caso de los Saboyanos es aparentemente un ejemplo de aislamiento decreciente.

Uno de los más ampliamente discutidos asuntos en la antropología de Francia es el de los denominados "taches noires", los puntos negros en el mapa de estatura en Francia. Estas son regiones en que la gente parece estancada, y villas y cantones enteros se caracterizan por promedios de estatura bajo 1.60 mts. Estas áreas estancadas parecen definitivamente vinculadas a las pobres condiciones de vida y retroceso general. Broca, que estudió un área así en Basse Bretagne, atribuyó este estancamiento a deficiencia mineral, debido a que aparece mayoritariamente en regiones de suelo granítico7. Collignon8, quien estudió un segundo lugar así en las montañas del Limousin, en el extremo de cuatro departamentos de Creuze, Corrèze, Charente y Dordogne, la atribuyó a la pobreza y miseria general. Su prueba que esta reducción en estatura era medioambiental se ve en una comparación de promedios entre sub-muestras de 83 reclutas del cantón de St. Pierre de Chignac. De estos 83, 53 que nacieron allí y siempre han vivido allí, tenían promedios de 1.59,5 mts.; 24 que nacieron en un territorio mejor pero se criaron en St. Pierre, 1.59,9 mts.; 15 que nacieron en St. Pierre y se criaron en otro lado, 1.63,7 mts.

Las proporciones corporales de los Franceses las conocemos solo a través de dos series generales de Colignon9. Los Franceses como grupo no son notoriamente diferentes al promedio general Europeo; la envergadura relativa de 104 es mayor que una condición Mediterránea, y se asemeja a la de los Noruegos occidentales, Bálticos orientales e Irlandeses. La altura sentada relativa promedio de 52.4 no es excesiva, ni lo son los anchos absolutos de hombros y caderas. En su conjunto, la semejanza es más con los supervivientes septentrionales del Paleolítico superior que con los Mediterráneos, lo que es de esperar.

Los datos sobre el índice cefálico de los Franceses, aunque cubre series menores a las de estatura, son numérica y completamente adecuadas, y han sido frecuentemente discutidas. Francia es un país braquicefálico, uno de los más completa e intensamente braquicefálicos del mundo. El índice cefálico promedio para la nación es 83.6, de acuerdo a Colignon, que estaría entre 81 y 82 para el cráneo, en otras palabras, es casi el mismo al que existía durante el Neolítico, juzgando por el material craneal relativamente abundante, revisado en el Capítulo IV. Debido a que la mayoría de los invasores post-Neolíticos de Francia, que llegaron en números considerables, habían sido dolicocéfalos o mesocéfalos, la actual condición es una evidencia en sí misma, de una prodigiosa absorción y reemergencia.

Dos grandes zonas en Francia se caracterizan por la hiperbraquicefalia; índices de 86 y más se encuentran en Auvernia y en Borgoña. El primer centro comienza en la Gascuña superior con el departamento de Gers, y se extiende hacia el este y ligeramente hacia el norte, a través de Tarn-et-Garonne y Lot en la Guyena, hasta Aveyron, Cantal, Lozère, y Haute Loire. Este es el famoso Macizo Central, el país del granito, el área de refugio de los Alpinos en su forma menos mezclada. Sin embargo, esta área de máxima braquicefalia no corresponde exactamente con el centro de baja estatura que se ubica más al norte y al oeste; ni tampoco merece enteramente el nombre de "Auvergnat", debido a que Auvernia forma meramente la extremidad más noroccidental de su distribución. Incluso, no se puede correlacionar exactamente con ningún fenómeno geológico u orológico. La segunda zona de hiperbraquicefalia yace al este y el norte de la primera; se encuentra en Saboya, Burgundia oriental, el Franco condado y Lorena. Sin embargo, los habitantes de estas regiones difieren profundamente de los de la primera área; los Borgoñeses y Saboyanos son mucho más altos y frecuentemente rubios.

Las poblaciones regionales dolicocéfalas son escasas en Francia; los verdaderos dolicocéfalos, con índice de 77 y menos, son numerosos solo en la región inmediata a Perigeux, en la Dordoña. Los sub-mesocéfalos, con índices de 78 y 79, cubren una zona más amplia alrededor de Perigeux, entre los ríos Vézère y Dronne. En todas partes la dolicocefalia, que abarca índices entre 78 y 81, se encuentra en cierto número de regiones: (a) los departamentos del Canal, donde la sangre Normanda y Sajona está presente, y por aquí y allá en la costa de Bretaña. Los invasores Noruegos, con un índice cefálico promedio probablemente de 77, ha bajado en promedio regional a 80 y 81 en la mayoría de Normandía; sin embargo, en Bretaña, los invasores Córnicos dieron poco más que su lenguaje a los habitantes. (b) el corredor que va desde Orleans a Bordeaux, a través de Marche, Poitou y Berry; este ha sido una carretera para las invasiones desde el norte, desde remotas épocas. (c) la región Catalano-parlante de los Pirineos orientales. (d) el valle inferior del Rhône, desde Lyon hasta el Mediterráneo, otro corredor bastante frecuentado.

El resto de Francia, consistente en cerca de la mitad del país, representa una condición intermendia en forma craneal, con la normal braquicefalia, los índices promedio siendo entre 82 y 85. En vista de la historia esquelética de Francia, y del carácter racial de los Franceses modernos, es evidente que una braquicefalia moderada no es, en este país, una condición racial normal, sino una intermedia o mixta, entre tipos finales que son genéticamente capaces de reemerger.

En Francia, como en Noruega, Dinamarca y muchos otros países, hay una tendencia para las ciudades a contener poblaciones más dolicocéfalas que los distritos provinciales circundantes; en ocho ciudades10, la principal diferencia entre los dos es de 1.86 puntos de índice. Debido a que el índice de natalidad en las ciudades es bajo, y estas atraen los excedentes humanos de los distritos provinciales circundantes, debe haber un proceso de selección en acción, por todos lados, que tiende al largo plazo, a elevar el índice cefálico promedio no solo en los distritos provinciales, sino también en las ciudades. Este proceso es particularmente importante en Francia, donde ha habido desde los inicios del Neolítico, una población fronteriza altamente braquicéfala desde donde escoger. En Bretaña, el cambio parece haber sido particularmente profundo, debido a que los cráneos de la edad del Hierro de este país, nunca apuntó a la actual braquicefalia11.

Las mediciones de cráneo y rostro, y otros índices aparte de los cefálicos, son extremadamente escasos12. Sin embargo, afortunadamente se refieren en su mayor parte al elemento más braquicéfalo de la población Francesa, que es de especial interés aquí. En la región Alpina por excelencia, donde los índice cefálicos llegan a promedios de 85 y más, los promedio de longitud craneal llegan alrededor de 184 mm., y los anchos craneales a cerca de 158 mm. La altura bovedal promedio es cercana a 126 mm. Estos cráneos, con un módulo cefálico de 156 mm. (Altura Craneal + Ancho Craneal + Altura Auricular * 3) son de talla moderada para los pueblos blancos; son mucho más pequeños que los cráneos de los braquicéfalos Borreby en Escandinavia y Alemania septentrional, y un poco menores de lo que uno encuentra entre los braquicéfalos de igual posición de índice, en Alemania meridional. Sin embargo, son comparables en talla a los de los Dináricos en los Balcanes, y los Armenoides y Tadjiks en Asia. Los cráneos entre todos los braquicéfalos no-Borreby, desde Francia hasta el Turquestán, son aproximadamente equivalentes en las dimensiones bovedales básicas, cualquiera que sea la diferencia en contornos.

El rostro Alpino Francés, sin embargo, no alcanza a mantener este nivel de semejanza. Las frentes y mandíbulas son moderadamente anchas, con mínimos frontales y promedios bigoniales de cerca de 108 mm., como es el promedio bizigomático de 140 mm. Estas dimensiones laterales exceden aquellas de cualquier grupo Mediterráneo estudiado, y se aproximan, pero no igualan, la posición Borreby. El ancho facial Alpino Francés es igual al de los Tadjiks, pero menor que el de algunos Dináricos en los Balcanes, y de los Armenoides.

El promedio total de altura facial parece ser cerca de 121 o 122 mm.13; la altura facial superior promedio de alrededor de 73 mm. Estas cifras concuerdan estrechamente con aquellas de los Tadjiks del Turquestán, quienes son también en su mayor parte Alpinos; pero no alcanzan a los de los Dináricos y Armenoides. Los braquicéfalos Borreby en el norte no tienen rostros mucho más alargados. Los Alpinos Franceses son mesoprosópicos y mesenes. Su altura nasal promedio es alrededor de 53 mm., y el ancho aproximado de 34 mm.; el índice nasal se acerca a 64. De este modo, las narices son absolutamente moderadas de tamaño, y moderadamente leptorrinas. Son, nuevamente, parecidas a las de los Tadjiks, y mucho más cortas que las de los Dináricos o Armenoides.

Para resumir este material, los Alpinos de Francia, en las mediciones y proporciones de cráneo y rostros, parecen ser réplicas más pequeñas de los pueblos Borreby del norte de Europa. Se asemejan estrechamente a los sedentarios Tadjiks Iranio-parlantes del Turquestán, con quienes deberemos tratar en cierto grado, más tarde, y por lo tanto, tienen posibles relaciones con pueblos similares bien al este. Incluso difieren grandemente en dimensiones y proporciones faciales de los Dináricos y Armenoides en el sudeste de Europa y Asia occidental. Difieren profundamente de cualquier grupo estudiado de Mediterráneos, y muestran una afiliación manifiesta con el grupo general Europeo del Paleolítico superior.

La única región de dolicocefalia absoluta en Francia, el territorio de la Dordoña, se caracteriza por diámetros craneales inusualmente altos. Las longitudes craneales promedio de numerosos cantones llegan tan alto como 196 y 197 mm., con los anchos a 150 mm. y mayores14. Las bóvedas son relativamente bajas, siendo alrededor de 3 mm. menores que aquellos de los vecinos braquicéfalos. Los promedios bizigomáticos de los cantones dolicocéfalos son cerca de 137 mm., comparados a los 140 mm. de los cantones braquicéfalos. Esta inusual talla craneal, junto a la corta estatura, es incuestionablemente indicativa de un tipo local aislado; pero es demasiado grande para referirse completamente a un pequeño grupo racial Mediterráneo normal, de inicios del Neolítico. Estas dimensiones se asemejan a unos de los pueblos Mesolíticos de Teviec; y Ripley podría no estar completamente erróneo cuando vio en los dolicocéfalos de la Dordoña, una supervivencia de tiempo pre-Neolíticos. El Mesolítico es aún un período de pocas certezas para el estudiante de las razas, pero la única cosa que sabemos es que fue, como todos los otros antes o después, un período de complejidad. Los dolicocéfalos de la Dordoña presentan un problema similar al de los más primitivos de los morenos dolicocéfalos de Gales.

La pigmentación de los Franceses modernos, como su estatura e índices cefálicos, fue sometida a una intensa investigación durante el último siglo, y no hay escala material moderna para utilizar en determinar los estándares absolutos. El más reciente trabajo, el de MacAuliffe y Marie en 6.625 hombres de Francia en su conjunto15, encuentra un 4 % de cabello negro o casi negro, 23 % castaño oscuro, 43 % castaño medio, 14 % castaño claro, 12 % en varias tonalidades de rubio, y un 4 % de castaño rojizo o rojo. La virtual ausencia de cabello verdaderamente negro es notable, así como el alto grado de rufosidad. El color de pelo Francés característico es castaño oscuro a medio, que a menudo posee un toque rojizo; este color es típico de la raza Alpina en su manifestación Francesa.

La distribución regional del color de cabello en Francia, sigue de muy cerca de la de la estatura. A pesar que la posición del Francés con respecto a la pigmentación es intermedia entre rubio y negro, la línea diagonal desde Mont St. Michel a Orleans, Lyons, y la frontera Italiana divide al país en el cuadrante nororiental, en que el cabello es de alguna manera más claro que medio, y un sudoccidental, en el de alguna forma más oscuro. Los elevados grados de cabello negro y castaño oscuro se hallan no en el típico territorio Alpino, sino a lo largo de los faldeos de los Pirineos, en el territorio Catalano-parlante y en el litoral Mediterráneo. El cabello rubio es más común a lo largo del Canal, en regiones colonizadas por Sajones y Normandos, en Borgoña y el territorio que limita con Suiza, y por el valle del Rhône. En el norte de Francia parece seguir río abajo, hasta la desembocadura en el Canal. El color de cabello de los departamento ocupados por los Flamenco-parlantes, y de otros directamente al otro lado del Canal, de Inglaterra a Normandía, parece ser casi tan claros como los de los condados meridionales de Inglaterra; los cantones costeros de Bretaña son más claros que los de tierra adentro, y aproximados a la condición Córnica. Del mismo modo, los departamentos nororientales Franceses son probablemente tan claros de cabello como algunas provincias del sur de Alemania. El cabello verdaderamente claro es bastante poco común, y tan acotado geográficamente que puede ser en gran parte atribuido a las migraciones Célticas y Germánicas. Pero el cabello de los habitantes pre-Célticos de Francia de ninguna manera pudo haber sido completa o mayoritariamente negro; la tonalidad intermedia de cabello castaño de los Alpinos, con sus tendencias hacia la rufosidad e incipiente rubicundez, deben ser antiguas en Francia; es comparable al color de pelo ligeramente más rubio del tipo Borreby, con su tendencia hacia la rufosidad.

Las observaciones sobre el color de ojos de los Franceses son igualmente abundantes e igualmente difíciles de nivelar a las tonalidades estándar y grados de pigmento16. Los ojos negros puros se encuentran aparentemente entre un 25 % aproximado de los Franceses17; el rango departamental va desde el 14 % en Morbihan (Bretaña) a Basse Pyrenees y Gers, con un 41 y 42 %, y desde ahí a los departamentos de ojos muy oscuros de Bouches du Rhône (57 %), y los Alpes Marítimos (59 %). De los 87 departamentos, 49 tienen entre un 20 y un 30 % de ojos "oscuros".

La distribución del color de ojos en Francia, sigue aproximadamente la de la estatura y el color de pelo, pero es menos regular que ellos. Los ojos claros son especialmente numerosos en el noreste, en la región de influencia Céltica y Germánica, y en el noroccidente de Francia, a lo largo del Canal, desde Flandes hasta Bretaña. Topinard encuentra un 25 % de ojos azules en estos departamentos del norte y el este. En los departamentos de los Pirineos, y a lo largo de la Riviera, estos ojos azules, que probablemente incluyen tonalidades claras mixtas, caen bajo el 15 %, pero nunca bajo el 10 %. Incluso en los departamentos donde hay poca evidencia histórica o esquelética de influencia Nórdica, siempre hay un importante elemento minoritario de ojos claros. En su totalidad, la distribución de color de ojos difiere de la del color de pelo en un particular; los ojos claros son relativamente comunes en Francia occidental, especialmente en Bretaña, en regiones de color oscuro de cabellos; mientras que el cabello claro es más común en el este de Francia que lo que el radio de ojos claros lo permitiría, si los dos estuvieran estrictamente correlacionados. Francia repite en una menor escala, la disharmonía de color de ojos y cabellos del norte de Europa. Las razón es la misma en ambas áreas; el color claro de ojos es parcialmente Nórdico, parcialmente de derivación Paleolítica o Mesolítica, mientras que el cabello realmente claro es mayoritariamente Nórdico.

El anterior sumario de las detalladas distribuciones regionales de los caracteres somáticos entre los Franceses ha dejado en claro que Francia, más que cualquier otro país Alpino, se diferencia en un número de sub-áreas raciales. Al mismo tiempo es evidente que en Francia, en su totalidad, un número de diferentes tipos raciales pueden ser fácilmente distinguidos entre los individuos. Comenzando por la base regional, hemos observado que la parte norte de Francia, incluyendo los departamentos del Canal y aquellos que se extienden hacia tan el este como Borgoña, contiene una población caracterizada por una estatura moderadamente alta, un grado variable pero ligeramente más claro que el grado intermedio de rubicundez, y una forma craneal variable sub-braquicéfala o braquicéfala. Esta población obviamente contiene fuertes vestigios de invasiones Nórdicas de Celtas y Germanos, pero en ella, el aspecto completamente Nórdico de Célticos o Germánicos, es escaso. Son mucho más comunes, sin embargo, en el Flandes Francés y en Normandía. El material gráfico indica que el elemento Nórdico era especialmente fuerte entre la antigua nobleza Francesa.

En el noreste y este de Francia, en la región donde la estatura relativamente alta, color de ojos y cabellos relativamente claros y extrema braquicefalia coinciden, esta parcial Nordicidad pasa a una condición Dinárica o semi-Dinárica. Aquí el índice cefálico es tan elevado como en el territorio central Alpino; sin embargo, los cránoes no son más grandes, y un elemento Borreby no puede ser usado para explicar la diferencia en estatura y pigmentación. Debemos recordar, sin embargo, que en el período Neolítico la estatura de los braquicéfalos extremos en esta región, era moderadamente alta, y que los cráneos Mediterráneos acompañantes, eran asociados con una estatura mucho menor.

Parecería que la infusión de sangre Nórdica producida por las invasiones Célticas y Germánicas ayudó a mantener este nivel de talla original, o a reforzarlo, mientras que al mismo tiempo ayudaba considerablemente al incremento rubio local. Un estudio sobre los Saboyanos en base a la forma craneal, tamaño craneal, estatura y pigmentación18, demuestra que en un grupo local con una talla promedio de 1.70 mts., no hay evidencia de talla craneal Borreby, y que dos elementos relacionados parecen formar casi toda la muestra; uno Dinárico y uno Nórico, el último siendo un braquicéfalo rubio de morfología general Dinárica. La inevitable inferencia es que el original tipo Alpino ha absorbido no solo los factores Mediterráneos Neolíticos, sino también los Nórdicos de la edad del Hierro, en tales proporciones, que el índice cefálico Alpino ha sido conservado, pero los caracteres faciales han sido hasta cierto grado, adoptados de los Nórdicos. En otras partes del norte de Francia, en los valles del Sena y el Marne, por ejemplo, el elemento Alpino no ha sido lo suficientemente fuerte para producir un fenómeno así de consistente, a pesar que sí lo ha hecho con individuos.

Si los espigados hiperbraquicéfalos de pigmentación relativamente clara del noreste de Francia, han absorbido algo de sangre Nórdica son cambiar el índice cefálico, entonces es posible que los más bajos y oscuros del centro-sur de Francia hayan absorbido bastante cantidad de Mediterráneos, debido a que los Mediterráneos han estado presentes en esta región desde los comienzos del Neolítico, si no antes. Entre los Alpinos Franceses las narices convexas son comunes, y una aproximación a la apariencia facial Dinárica; uno se pregunta si esto no se debe en parte a la absorción de sangre Mediterránea. Los tipos faciales Alpinos de la variedad clásica, con un perfil nasal recto o cóncavo, combinado con la abundancia Alpina de vello facial, y el grueso pero ondulado e indócil cabello Alpino, no se encuentran de ninguna manera entre todos los Franceses que son métricamente Alpinos.

Aquí y allá uno ve a un Francés de tipo Alpino general cuyas características faciales, debido mayormente a peculiaridades de forma de nariz y prominencia malar, se aproxima a una condición Lapoide o Mongoloide. Lo mismo puede verse ocasionalmente en Noráfrica entre los Bereberes. Esto debe ser atribuido no a invasiones Mongoloides, sino a la relación entre los Lapones y otros mongoloides incipientes y los Europeos del Paleolítico superior en el Pleistoceno. Los Alpinos de aspecto Ainu son más comunes que los incipientemente Mongoloides.

Montadon, un agudo observador del escenario racial Francés, propone las siguientes proporciones raciales para la nación Francesa: Nórdico, 1 %; sub-Nórdico, 30%; semi-Dinárico, 15 %; Alpino relativamente puro, 30 %; Mediterráneo menor (Ibero-Insular), 10%; Atlanto-Mediterráneo (Litoral), 10 %; tipo Vasco, 1 %; otros, 3 %. A pesar que el incremento Alpino recibe solo un 30 %, se debe recordar que en la categoría sub-Nórdica y semi-Dinárica, hay un fuerte elemento Alpino; es más, los Atlanto-Mediterráneos de los Pirineos y la Riviera, están poderosamente mezclados con Alpinos. Si los diámetros craneales de Collignon son correctos, entonces los pequeños Mediterráneos de la Dordoña no son descendientes Neolíticos puros, sino han absorbido una entidad Alpina mucho más antigua.

Las conclusiones finales derivadas de esta investigación son las siguientes. Francia, sin desmerecer sus brillantes contribuciones a la civilización y el carácter internacional que ella, como gran centro cultural, ha asumido, fue un área culturalmente marginal y retardada, desde fines de la época Mesolítica hasta la edad del Hierro. Al mismo tiempo, ha permanecido, desde fines del Plesitoceno, como un área o refugio marginal desde el punto de vista racial también, debido a que las invasiones de Mediterráneos morenos y Nórdicos, juntos han sido menos importantes aquí que en la mayoría de los países Europeos. En Francia, la raza Alpina, una réplica de talla más pequeña y menos rubia de la norteña raza Borreby, ha reemergido como el principal elemento racial y puede ser vista en una forma relativamente pura. Francia es esencialmente una nación Alpina.

Notas:

2 El antiguo material ha sido efectivamente resumido e interpretado por el profesor Georges Montadon en L`Ethnie Francaise. Su volúmen contiene una completa bibliografía de antiguas fuentes. Principalmente entre aquellas que han sido utilizadas en esta actual sección, están:
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Francia más que cualquier otro país Europeo, está en necesidad de una nueva y completa investigación antropométrica. Las antiguas adolecen en el sentido técnico así como en la escases de criterios estudiados.
3 Cifras para 1910.
4 Montandon, C., op. cit., p.64.
5 Chassagne, A., RDAP, 1881.
6 Carret, J., MDSS, 1883.
7 Así se anticipa al trabajo de Marett en medio siglo.
Broca, P., BSA, ser. 2, vol. 1, 1866, pp.700-708.
8 Collignon, R., MSAP, 1894.
9 Collignon, R., BSAP, 1883; Anth, 1893.
10 Bordeaux, La Rochelle, Pau, Bayonne, Tarbes, Rodez, Milhau, and Lyon. Calculated from:
Bouchereau and Mayet, 1905; Collingnon, R., MSAP, 1894; Durand de Gros, J. P., BSAP, 1869.
11 Vallois, M. H. V., Les Ossements Bretons de Kerné.
12 Tres series son las más útiles:
(1) MacAuliffe, L., Marie, A., and Thooris, A., BMSA, 1910. Una serie de 100 soldados Franceses.
(2) Hawes, C. H., una serie de 51 soldados Franceses, mayoritariamente de Lozère, medidos en Creta en 1905. Estas series no han sido publicadas previamente.
(3) Papillault, C., BMSA, 1902. Una serie de 100 cadáveres medidos en la morgue de París. Esta serie es especialmente completa y exacta, pero desafortunadamente ha habido cierto encogimiento de las partes blandas, además una selección social fue importante aquí, porque los cadáveres eran más pequeños en muchas dimensiones que los grupos modernos.
Junto a estas tres series, tenemos datos parciales en 22 otras series, 17 por Colignon, y los otros por Carlier, Carrière, Grillière y Debièrre.
13 No hay alturas faciales totales exactas disponibles por Francia. Estoy basando esta cifra en los convictos Franco-Canadienses en cárceles Norteamericanas, quienes parecen ser del tipo Alpino básico. Este material está tomado de una extensa investigación criminal de Hooton.
14 Collignon, R., MSAP, 1894.
15 MacAuliffe, L., and Marie, A., Ethnographie, 1922. Investigaciones anteriores que cubren geográficamente a Francia son las de Topinard y de Colignon.
16 La mayoría de los observadores Franceses usan los términos "marron" y "chatain" para designar las tonalidades más comunes de café en color de ojos, presumiblemente significan castaño oscuro y castaño claro, a pesar que Topinard y otros han observado que el único "chatain" que se asemeja a un color de ojo humano era uno con un gusano en él. Topinard y otros observaron el color de ojos parándose a distancia y observando el tono total, a pesar que Bertillon avocaba por un exacto sistema que tomaba en cuenta la anatomía del iris.
17 Esta cifra se obtiene combinando el "chatain" y "marron pur" de MacAuliffe y Marie; la clase "oscura" de Topinard da la misma cifra.
18 Routil, R., ZFRK, Vol. 5, 1937, pp.177-181.