(Capítulo XI, sección 14)

Berbería occidental, Marruecos y las Canarias

Marruecos contiene el más grande número de Bereberes de cualquier país Norafricano, absoluta y relativamente, un 60 % de su población es Bereber-parlante, comparado con el 33 % de Argelia. Los Bereberes Marroquíes son en su mayoría un pueblo montañés, mientras que las llanuras están ocupadas por los Árabes. El camino desde Oudja, en la frontera Argelina, a Taza y Fez, separa a los Bereberes en dos grupos, que divergen hacia el oeste con sus cadenas montañosas. Los Bereberes del norte de Marruecos incluyen a los Rifeños, los Sghir Senhaja (un grupo de tribus de origen Senhajaní viviendo en el núcleo más alto de las montaña de la cadena del Rif), los Ghomara, y los lingüísticamente arabizados Jebala y Anjera. El grupo meridional incluye, en el noreste, al Braber, un grupo de tribus Senhaja de pastores y jinetes, en parte agrícolas, que viven parte del año en grandes castillos, y la otra mitad en tiendas; y en el sudoeste, los Shluh, los tribales Masmuda, quienes son completamente sedentarios, y viven en ambas laderas del gran Atlas, y en el Wed Sous.

Los Rifeños, los más conocidos de los Bereberes Marroquíes, son sedentarios agrícolas, con la excepción de dos tribus, los Metalsa y los Beni Bu Yahi, que viven en el desierto Garet, por el cual fluye el río Muluya. Son los más rubios y más Nórdicos de los Bereberes, y han recibido mucha alabanza por sus habilidades guerreras. Sin embargo, no son de origen étnico homogéneo99. En algunas tribus, las familias líderes reclaman descender de Senhaja, otros de Zenata, mientras que las familias de Sherifs son, por supuesto, de origen absolutamente Árabe. las familias en el Rif central, como los Beni Khattab, el clan de los Sidi Mohammed ben Abd el Krim, son descendientes de los misioneros Árabes del siglo VIII, que fundaron el reino de Nekor en la sección costera de lo que ahora es la tribu de Beni Urriaghel. Las tribus del más puro ancestro Rifeño, que admiten linajes indígenas infieles en muchas familias, son los Beni Urriaghel, Beni Amart y Gzennaya. Estos forman un núcleo cultural en el territorio contiguo a la bahía de Alhucemas.

A pesar que las tribus no son métricamente uniformes en un sentido estricto, son moderadamente altas, todas dolicocéfalas, todas de bóvedas elevadas y todas leptorrinas. El promedio de estatura para la nación del Rif es de 1.68 mts.; las tribus varían de 1.66 mts. a 1.72 mts. Las proporciones corporales son en su mayoría delgadas y enjutas, con una altura relativa sentada de 50.9 y un ancho relativo de 104. Los hombros son moderadamente anchos, las caderas estrechas. Hay un tipo de Rifeño con constitución física lateral, tronco largo, con hombros y caderas anchas, pero este tipo no es lo suficientemente numeroso entre las tribus como para influenciar el promedio total.

La talla craneal absoluta entre los Rifeños alcanza las proporciones Europeas; las tres dimensiones craneales mayores son 195 mm. por 146 mm. por 129 mm. El índice cefálico promedio del grupo total es 75, con las variaciones tribales yendo de 73.5 a 75.8. Muy pocos Rifeños son actualmente braquicéfalos. Los cráneos que son grandes en una dimensión, son usualmente grandes en las otras; la variación, individual y tribalmente, es más en tamaño que en forma. En una tribu, Beni Said, el grueso de las series está compuesto de Imgharen, o miembros del consejo tribal que estuvo presente en una sesión, el día de las mediciones; los cráneos de este augusto grupo tienen remarcables dimensiones, para Noráfrica, de 197 mm. por 148 mm. por 131 mm. Para igualar esos diámetros uno necesitaría normalmente ir a Noruega occidental, a Irlanda o al senado de los EE.UU. Sin embargo, algunas tribus tienen bóvedas mucho más pequeñas; por ejemplo, los Tarquist, con 192 mm. por 144 mm . por 127 mm., tienen dimensiones más típicamente Mediterráneas que Nórdicas.

Los rostros de los Rifeños son, como regla, de talla moderada; el promedio total de altura facial del grupo entero es de 124 mm., el bizigomático es 136 mm.; el mínimo frontal y bigonial son 106 mm. Tribalmente, las alturas varían desde 121 mm. a 131 mm.; los bizigomáticos desde 133 mm. a 140 mm.; el mínimo frontal desde 104 mm. a 109 mm.; el bigonial desde 104 mm. a 108 mm. Los rostros más alargados van con los tribales del Rif oriental, quienes reclaman ancestro Zenatan; los más cortos con las tribus centrales de la más pura tradición Rifeña. Los índices faciales de estos últimos son mesoprosópicos, los otros leptoprosópicos. Las narices son las más largas y mayoritariamente leptorrinas (61-62) en el este, y las más pequeñas y menos leptorrinas (64-65) en el oeste.

Los Rifeños son de pieles blancas rosadas, como los Europeos del norte, en un 65 % del grupo total, y aproximadamente un 80 % en las tribus centrales. El color de piel expuesto es rojo ladrillo en muchos casos, siendo incapaz de broncearse; en otros es blanco-moreno o café claro en verano, y se blanquea nuevamente en invierno. Las pecas se encuentran en un 23 % de los Rifeños; esta figura es aproximada debido a que algunas fueron medidas en invierno, otros en verano. El cabello es negro en un 44 % del total, castaño oscuro y mediano en un 46 %; los otros castaño rojizo o castaño claro; en unos pocos casos rubio dorado. Sin embargo, este forma menos del 1 % del total. La barba normalmente es mucho más clara, siendo negra solo en un 34 % del total; castaño oscuro o mediano en un 25 %; castaño rojizo en un 14 %; castaño claro en un 19 %; y dorado, ceniza o rojo en un 8 %. Un 17 % de los Rifeños muestran alguna de rufosidad en el color de la barba. Debido a que los Rifeños usan turbantes, y debido a que los pocos adultos que aún usan coleta, la cubren toda excepto la punta, es el color del pelo de la barba y no el de la cabeza, el responsable por la corriente idea de la rubicundez Rifeña. Incluso, los niños, que andan con la cabeza desnuda, poseen un predominio infantil de rubicundez, como entre los Europeos de pigmentación mezclada. Los cabellos y barbas más rubias se encuentran en el Rif central, especialmente en la tribu de Beni Amart, donde más del 50 % de los hombres tienen barbas castaño claro o más claras.

57 % de los Rifeños tienen ojos claros o mezclados; del restante 43 %, el castaño oscuro es el color más común. El café verdoso es la forma mezclada más común, luego el café grisáceo, y finalmente el café azulado: ojos azules puros solo suman el 2 % del grupo, mientras que solo un hombre se observó con ojos grises. Ojos disímiles son comunes. En algunas tribus, solo un 20 % son de ojos oscuros puros, en ninguna más del 55 %. En su totalidad, la rubicundez es fuerte en el Rif; más de la mitad de los hombres ostentan algún trazo de ella. Pero el Rif no es un territorio rubio en el sentido que Noruega, Suecia, Finlandia o incluso Inglaterra, son rubios; sin embargo es más rubio que España o Italia meridional.

Las características morfológicas del cráneo y el rostro varían tribalmente en el Rif, así como individualmente; no hay tal cosa como un típico Rifeño. La forma de pelo, sin embargo, es en todas las tribus, ondulada a crespa; jamás es lanuda excepto por los Herreros y otros extranjeros que son negroides, y que entran al Rif como comerciantes, para salir nuevamente una vez que han hecho suficiente dinero. Los Rifeños tienen la barba tan cerrada como los Europeos noroccidentales, así como vello corporal, en la mayoría de los casos; la calvicie, sin embargo, es escasa.

Facialmente, hay numerosos tipos bien diferenciados que pueden mejor ser descritos separadamente. Uno es el tipo moreno o de pigmento mezclado, de rostro alargado y nariz ganchuda, más común en el este, especialmente en los Nómades; esta fisonomía se considerada entre los Rifeños como una importación de inspiración Árabe o Zenatan. Otro es el Mediterráneo clásico, con una frente levemente inclinada, perfil nasal recto, punta ligeramente elevada, aletas nasales moderadas y contorno facial ovalado; este tipo es normalmente moreno; se encuentra en todas partes, pero especialmente entre las tribus centrales y occidentales. Un tercio es un Nórdico en el más estricto sentido morfológico, usualmente con cabello castaño y ojos mezclados, y un Nórdico Rifeño puede ser confundido por un Irlandés o un Inglés, y menos fácilmente por un Escandinavo.

Un cuarto es el tipo espigado de cráneo grande, tendiente a la mesocefalia, con un prominente aplanamiento lambdoide, especialmente visible cuando el cuero cabelludo está afeitado; el rostro es ancho, las órbitas son bajas, como uno podría fácilmente discernir de la angosta apertura parpadeal y la presencia de pliegues externos o medianos; la nariz es corta, recta, o a veces inclinada, la boca grande, el mentón prominente, y la mandíbula firme. La pigmentación es generalmente mezclada, con cabello castaño o rojizo, y ojos claros mezclados. Este tipo, sin discusión anexa, es obviamente una moderna supervivencia de algún modo reducida de los antiguos hombres - tipo Crô-Magnon - de Afalou. Se encuentra principalmente entre las familias Rifeñas más antiguas, y entre los administradores tribales. No es raro en el Rif, y su reemergencia se asemeja en menor escala, a la reemergencia del mismo tipo o similar en Europa noroccidental.

Una variante más pequeña de este, es considerado por los mismo Rifeños, típico de los montañeses Beni Urriaghel; de estatura baja, complexión gruesa, con manos cortas y anchas, piel pecosa, barba rojiza, ojos azulinos, un rostro corto y ancho, con una mandíbula cuadrada y nariz inclinada. Es el predominio de este último tipo, concentrado en el nudo montañoso entre los Beni Urriaghel y los Gzennaya, el que ha reducido la estatura y las dimensiones faciales de estas dos tribus como unidades. Estos hombres son los más arcaicos culturalmente y los más inveteradamente belicosos en el entero Rif.

A medida que uno sigue hacia el occidente a lo largo de la zona Bereber de Marruecos, uno encuentra a los Ghomara, en la ladera Mediterránea de la sinuosa cadena montañosa. Estos Ghomara, que trazan su ancestro hasta la antigua invasión desde el sur, alguna vez formaron una inquebrantable unidad étnica con sus parientes tradicionales, los Sluh del Gran Atlas. Ellos son tan rubios como los Rifeños, pero más bajos (1.65 mts.) y son mesocéfalos, con un índice cefálico promedio de 77.3 y una minoría de braquicéfalos. A pesar que los mismo tipos se encuentran aquí como en el Rif, es la variedad reducida de rostros cortos de Afalou, que se inclina en una dirección Alpina, lo que es muy importante.

Al sur de los Ghomara y nuevamente al oeste del Rif, están las tribus de alta montaña de Senhaja Sghir, incluyendo a los Taghzuth, famosos por su maestría en metal y cuero; estos pueblos hablan un dialecto Senhajan normalmente incomprensible para los Rifeños, quienes pueden, por otro lado, entender el Ghomaran. Ambos, los Senhaja Sghir y los Ghomara, sin embargo, están recientemente tendiendo a perder su lengua Bereber, a favor del Árabe, desde que todos o casi todos son bilingües. Los Senhaja Sghir son más oscuros, como regla, que los Rifeños. Un gran número son definitivamente negroides, aunque en el Rif la sangre negroide se confina a los extranjeros. Métricamente los Senhaja Sghir son similares a los Rifeños, pero, como regla, de cráneos ligeramente más pequeños y de mandíbulas más angostas. Hay entre ellos un elemento Mediterráneo no-Rifeño, que muestra un perfila nasal convexo y una frente inclinada, y que es reminiscente de la Berbería oriental y de puntos más al este.

Al oeste de los Senhaja Sghir y Ghomara, y cubriendo la entera zona montañosa del tercio occidental del Marruecos Español, está el territorio Jebala, hogar de numerosas hermandades religiosas, y habitado por tribus muy diferentes culturalmente a los Rifeños. Los Jebalíes, que nunca han sido apropiadamente medidos, son generalmente hombres bajos y a menudo macizos, con cráneos mesocéfalos pequeños a medianos, narices aguileñas y mentones pequeños y agudos. Son usualmente morenos en color de cabello, pero a menudo de ojos mezclados y pieles claras. En la parte norte del territorio Jebala, en la región de Anjera, que se aproxima al estrecho de Gilbraltar, el tipo Nórdico del Rif reaparece nuevamente con alguna frecuencia.

Los Braber del Atlas medio, uno de los tres grupos de Bereberes Marroquíes más numerosos, nunca han sido medidos como una entidad separada100. De ellos, uno puede dar meramente una descripción ocular, con todas las fallas de este método; la impresión del autor es que ellos están entre los más altos pueblos de Marruecos, que ellos son generalmente de rostros alargados y narices ganchudas, con barbas cerradas, y que son casi siempre morenos101. Esta impresión está, no es necesario decirlo, sujeta a revisión futura.

El cuarto de los grandes grupos Bereberes Marroquíes, los Shluh, difiere de los Marroquíes septentrionales, en que rara vez son rubios. Los ojos claros o mezclados se reducen al tradicional 25 % Mediterráneo; cabellos más claros que el castaño oscuro son un 5 %, y las barbas de la misma categoría de 25 %. Métricamente son completamente Mediterráneos, con un promedio de estatura de 1.65 mts, dimensiones bovedales y faciales menores que los Rifeños, y un índice cefálico promedio de 74.5. La altura facial total es de 120 mm., el bigonial de 100 mm. Individualmente son en su mayoría Mediterráneos, de narices rectas, de la variedad básica Norafricana, y la principal desviación de esta norma es en una dirección negroide.

La población Arábigo-parlante de las llanuras Marroquíes es razonablemente homogénea, excepto cierta adición negroide, y luce como la población Árabe de cualquier parte de Noráfrica. A pesar que estos "Árabes" deben ser en parte de sangre Bereber, sin lugar a dudas ellos, conservan en un grado mayor sus tipos faciales Árabes. No puede negarse que sus ancestros que inmigraron a Marruecos en la época de las invasiones Hillali, llegaron en grandes números. Las Árabes urbanos comunes tienen pocas diferencias con sus hermanos pastores y agricultores, pero esta regla no se aplica a las familias aristocráticas. Estos príncipes mercaderes a veces son rubios, y de apariencia Nórdica; otros lucen como los aristócratas Mequíes en Arabia.

Antes de proponer cualquier conclusión sobre la historia racial de la Berebería occidental, parece aconsejable considerar la historia racial de aquella provincia cultural supremamente marginal: las islas Canarias. Estas islas, consistentes de Lanzarote y Fuertaventura - cerca de la costa de Río de Oro - Gran Canaria, Tenerife, Gomera y finalmente Palma y Hierro, en el extremo occidental, fueron ocupadas por una población Neolítica del tipo racial blanco, cuando los Españoles las conquistaron, con gran dificultad, durante el siglo XV. El adyacente continente Africano, un profundo desierto, había sido por largo tiempo, para entonces, el hogar de primitivos Beduinos Árabes y Negros102.

Es improbable que los Guanches, como los nativos Canarios eran llamados, hubieran arribado para el fin del Pleistoceno, debido a que ningún resto arqueológico de cultura pre-Neolítica ha sido encontrado, y las mismas islas son de reciente origen volcánico. Los Canarios vivían de la crianza de cerdos, ovejas y cabras, y del cultivo de cebada y a lo mejor trigo, a pesar que el uso de este último cereal es cuestionable. Ellos molían su grano en morteros rotatorios, y usaban implementos cortantes de piedra tallada. Las herramientas de piedra pulida, de materiales no hallados en las islas, han sido descubiertos por los arqueólogos, y puntas de hierro de lanzas también; aparentemente el hacha Neolítica fue desechada por los antiguos colonos debido a la falta de material, y el metal de los visitantes posteriores también era irremplazable. La cerámica es de tipo Neolítico, pero las telas son inexistentes. Las palabras Árabes en la lengua de la mayoría de las islas, así como las inscripciones alfabéticas en rocas y morteros, indican que las islas fueron visitadas esporádicamente por gente de tierra firme, desde tiempos Neolíticos hasta el siglo VII de la era presente, si no más tarde. La cultura básica es un "Schweinhirtenkultur" Neolítico en el sentido de Menghin, con varias sustracciones y adiciones.

Para la época de la conquista Española, las islas contenían una variada población de diferentes elementos físicos, estratificados en clases sociales. Había un elemento definitivamente alto y rubio, que vivía en su mayor parte con sus rebaños, y que parece haber sido socialmente superior a un elemento Mediterráneo más oscuro que era más agricultor. La Gran canaria y Tenerife eran los centros de rubicundez, mientras que de las dos islas exteriores, Hierro era predominantemente morena, y Palma en parte rubia. Las islas costeras de Lanzarote y Fuertaventura contenía una población casi exclusivamente alta y morena. Los Guanches fueron descritos por los Españoles como frecuentemente de talla gigantesca, y es aparente, debido a las dificultades de los Españoles, que eran guerreros resueltos.

La osteología de los Guanches ha sido exclusivamente estudiada103, y no respalda completamente las descripciones Españolas. Por ejemplo, las estaturas promedio recopiladas de los huesos en Tenerife y Gran Canaria, son de solo 1.66 mts. Los cráneos en su totalidad son de talla moderada; la mesocefalia parece haber sido la forma de cráneo predominante, con índices craneales de 75-76 en Tenerife, Gran Canaria y Hierro; y de 77.7 en Gomera. Debido a que es equivalente a los índices cefálicos de 77 a 80, es aparente que los Guanches eran menos dolicocéfalos que la mayoría de los actuales Norafricanos. Los rostros superiores de la mayoría no eran peculiarmente largos, y los cráneos de altura facial superior baja (euryene) son tan numerosos como los de altura facial superior intermedia (mesene); en Gomera, el primero es más numeroso. La forma nasal característica en las islas exteriores (Lanzarote y Fuertaventura no fueron estudiadas) es mesorrina, con la más angosta en Tenerife (de Tenerife, Gran Canaria, Gomera y Hierro) y menos así en Hierro. El índice orbital promedio es en todas las islas, bajo, excepcionalmente en Gomera. La mayoría de los cráneos de todas las islas son de órbitas bajas (camaeconch).

Los cráneos Guanches como un todo son diferentes a los modernos Mediterráneos Europeos, y se asemejan más estrechamente a las series Europeas septentrionales, especialmente aquellas en que el elemento braquicéfalo está presente, como en las series Burgundias y Alamanas. Hooton las ha dividido en tipos claramente diferenciados, que incluyen uno Mediterráneo, uno Nórdico, uno "Guanche" y uno Alpino. El Guanche engloba el 50 % del total en las cuatro islas de Tenerife, Gomera, Gran Canaria y Hierro; el Nórdico con el 31 %, el Mediterráneo con el 13 % y el Alpino con el resto. El "Guanche" prevalece particularmente en Tenerife, el Alpino en Gomera y el Mediterráneo en Hierro.

Los cráneos del tipo "Guanche" de Hooton, a pesar de no ser tan grandes como los cráneos de Afalou bou Rummel, se les asemejan morfológicamente, con arcos superciliares macizos, marcas musculares fuertes, órbitas bajas y aplanamiento lambdoide104. Sus cráneos Nórdicos se distinguen del sub-grupo Mediterráneo, principalmente en base al tamaño y la robustez. Los cráneos Alpinos ostentan lo que Hooton considera ser un rasgo ligeramente Mongoloide, como también es encontrado en los primero cráneos braquicéfalos Europeos del Mesolítico o anteriores.

Después que los Españoles hubieran conquistado a los Guanches y convirtieran a los sobrevivientes, procedieron a mezclarse con estos nuevos Cristianos, quienes perpetuaron su raza en grandes números. Sobre bases históricas, hay muchas razones para creer que los actuales isleños Canarios son al menos tan Guanches en origen, como Españoles105. Fischer, que ha estudiado a los modernos Canarios106, encuentra entre ellos a los siguientes tipos:

(1) Un verdadero Mediterráneo pequeño, que puede ser en parte de introducción Española.

(2) Un tipo "Bereber", con un rostro más ancho y pesado, pero esencialmente Mediterráneo.

(3) Un tipo "Oriental", con un rostro angosto, delgado, nariz convexa, cabello oscuro y extremidades atenuadas.

(4) Un Alpino de apariencia Bávara, que se dice poco común.

(5) El tipo Crô-Magnon; con un rostro bajo y rectangular, especialmente caracterizado por la prominencia bigonial; ojos hundidos bajo macizos arcos superciliares, con órbitas bajas; un perfila nasal recto, pero de nariz relativamente ancha; labios delgados y mandíbula pesada. Este tipo tiene una constitución física maciza, con proporciones de tronco similares a aquellas de los Bávaros actuales.

Los Canarios modernos tienen aproximadamente la misma estatura promedio que sus predecesores Guanches, 1.653 mts., también poseen una forma craneal comparable, con un índice cefálico promedio de 79. En una larga serie de varones de todas las islas, hay tres modos de índices defintivos, de 74, 79 y 83. El diámetro bizigomático promedio de los varones Canarios vivientes es de 138 mm., el promedio bigonial de 111 mm. Los perfiles nasales son rectos en un 73 % de los casos, y convexos en solo un 11%.

El cabello varía desde el liso hasta el ondulado o ensortijado, como en la mayoría de los Bereberes. El color de pelo es negro (Fischer Nº 27), en un 24 % de las series; castaño oscuro (Nº 4) en un 47 %, y castaño-dorado a rojizo en el resto. El número de Fischer más claro se registra con el Nº 9. Todos los cercanos al rubio están en el lado dorado o rojizo; ni un solo rubio ceniza ha sido observado. En color de ojos, un 84 % tienen tonalidades entre el Martin Nº 1 y Nº 6, incluyendo los café y mezclados muy oscuros; el resto son suavemente mezclados o mezclado-claros. En su totalidad, los Canarios modernos parecen menos rubios que los Rifeños. A pesar de esta evidencia estadística de la cualidad predominantemente morena de los actuales Canarios, la rubia belleza de sus mujeres habitantes de Tenerife, es famosa en los territorios marítimos, así como la rubicundez de los antiguos Guanches asombró a los Españoles. Fischer no encuentra ningún tipo Nórdico en la actual población Canaria, pero atribuye la mezclada rubicundez presente en ella, a su elemento "Crô-Magnon", que es la versión moderna del tipo "Guanche" de Hooton. Este asegura inmediatamente que él no tiene medio para atribuir ningún carácter pigmentario dado a ninguno de sus tipos craneales seleccionados. Por lo tanto, es cuestionable si hubo un tipo Nórdico en las islas Canarias, en el sentido pigmentario así como en el esquelético.

La evidencia Canaria, tomada como un todo, es de gran valor en la reconstrucción de la historia racial de Noráfrica. Es evidente que en la época de los agricultores Neolíticos, los productores de alimento Mediterráneos deben haberse asociado, en algunas partes de Noráfrica por lo menos, con los descendientes del remoto tipo de gente de Afalou, que sobrevivió en las islas Canarias como un factor importante en la población importada. La antigua rama semi-Alpina encontrada en las Canarias, especialmente en Gomera, puede probablemente ser atribuida a la reemergencia del elemento braquicéfalo del pueblo Afalou, en una forma de algún modo reducida. Esta identificación es confirmada por sus órbitas extremadamente bajas y lo menudo del rostro. Este tipo es comparable al elemento braquicéfalo menor encontrado en otras partes de Noráfrica, como en Ghomara y entre los Kabiles, y puede estar probablemente conectado con la braquicefalia de Jerba. Los Guanches eran menos dolicocéfalos que la mayoría de los actuales Bereberes, y habían recibido un mínimo de infusión del elemento racial Atlanto-Mediterráneo que portaba la lengua Hamítica.

El más sobresaliente factor en el entero problema racial Norafricano yace en la necesidad de explicar el origen de los Nórdicos locales, cuya presencia como una minoría en las poblaciones de Túnez, Argelia y Marruecos septentrional - salvo en las islas Canarias - no puede ser negado. Hay dos posibles explicaciones, como las siguientes:

(1) Los Nórdicos Norafricanos se asemejan a los mestizos Nórdicos de inspiración Paleolítica superior encontrados en Irlanda y Noruega occidental, más que a los Nórdicos rubios ceniza de los valles orientales de Noruega, y aquellos de Suecia. Por lo tanto, los denominados Nórdicos de Noráfrica son una mezcla de Mediterráneos morenos de elevada talla y anchura facial considerable, con supervivientes Afalou. La menor rubicundez de estos Nórdicos se deriva del lado Afalou del ancestro.

(2) Los Nórdicos Norafricanos fueron en parte formados como se dijo, pero no completamente así, porque hay algunos rubios ceniza en el Rif; es más, los Nórdicos Rifeños son de cabellos más claros que los individuos del tipo Afalou, así como los Nórdicos Europeos son de cabellos más claros que los modernos representantes de la raza Brünn. El cabello rubio está positivamente asociado con las narices angostas, y la nariz del tipo Afalou es moderadamente ancha. A menos que sea posible explicar estos fenómenos como recombinaciones genéticas, debemos admitir una invasión Nórdica de Noráfrica, desde Europa o Asia, en fechas tan tempranas como el 2.000 A.C. De los dos continentes, Asia es lejos, el más posible e inmediato origen.

La historia racial de Noráfrica puede ser mejor entendida con una analogía con Europa occidental, debido a que invasiones paralelas entraron en ambas sub-áreas continentales, y procesos paralelos de evolución ocurrieron en ambas. Este paralelismo comenzó en el Pleistoceno, con la secuencia de los tipos raciales del Paleolítico superior. Esto fue seguido por la entrada de los pequeños Mediterráneos en ambas áreas, en tiempos Mesolíticos y Neolíticos, pero por supuesto mucho antes en Noráfrica, desde donde ellos penetraron en Europa occidental. Los Mediterráneos altos y morenos arribaron a ambas áreas, por tierra en Noráfrica, por mar en Europa occidental. Los Nórdicos entraron en ambos desde el Este. Mientras tanto, los tipos Paleolíticos evolucionaron en formas - reducidas o no reducidas - más braquicéfalas. De esta manera, tenemos en ambas regiones hombres Afalou o Borreby, y Alpinos. En Europa, podemos añadir al Mongol y al Lapón; en Noráfrica, al Árabe y al Negro.

La diferencia entre Noráfrica y Europa occidental, racialmente, es más una diferencia en la superviviencia numérica relativa de los elementos componentes, que en la naturaleza de los elementos mismos.

Notas:

99 El material cultural y antropométrico es esta secciÓn que trata sobre Marruecos, proviene de Coon, C. S., Tribus del Rif. Otras fuentes son: Benoit, F., and Kossovitch, F., CRSB, vol. 109, 1932, p. 198. This contains data on four constants for 4238 Moroccan Berbers, treated as a single group; also Kossovitch, N., ZFRK, vol. 1, 1935, pp. 134-136. Kossovitch, N., and Benoit, F., Anth, vol. 45, 1935, pp. 347-363.
100 Las grandes series de Benoit y Kossovitch indudablemente contienen algunos Braber.
101 En la villa de Bahlil, 5 km. al noreste de Sefrou, Kossovitch y Benoit midieron una excelente serie de Bereberes Arabizados, que pueden ser en parte representativos de la población del Atlas medio. Estos Bahloula son casi puramente morenos, y de estatura moderada (1.667 mts.), puramente dolicocéfalos (índice craneal de 73.7), de rostros alargados y leptorrinos. Kossovitch, N., and Benoit, P., Anth, vol. 45, 1935, pp. 347-363.
102 Rio de Oro es actualmente uno de los menos conocidos segementos de la superficie terrestre.
103 Hooton, E. A., "Los Antiguos Habitantes de las Islas Canarias". Verneau, R., Cinq Années de Séjour aux îles Canaries. Taniagnini, E., Os Antiquos Habitantes das Canarias. Una completa biografía sobre este sujeto, hasta 1925. será encontrada en el libro de Hooton. El sumario cultural e histórico dado aquí proviene de esta fuente.
104 Hooton escribió antes del descubrimiento de los cráneos de Afalou. Su teoría del origen múltiple origen de esre grupo "Guanche" o Afalou debe ser proyectado en un período más antiguo que el que suponía, efectivamente, un período contemporáneo con el de los Crô-Magnons, de quienes Vernau pensaba que los Guanches descendían.
105 Wölfel, J., ZFE, vol. 62, 1930, pp. 282-302.
106 Fischer, E., ZFE, vol. 62, 1930, pp. 258-281.