Pigmentación, el sistema piloso y morfología de las partes blandas
(Capítulo VIII, sección 5)

Distribución de los caracteres corporales

(c) Pigmentación, el sistema piloso y morfología de las partes blandas

El cuarto y último de los mapas de distribución general (mapa 8), está diseñado para enseñar la distribución de los grados progresivos de rubicundez en el área Europea. Mientras que los datos sobre color de cabellos y ojos son abundantes, mucho material ha sido recopilado sin el uso de escalas; a pesar que es posible correlacionar esto con el material estándar en gran parte de las mayores áreas, el juicio del recopilador jamás nunca debe jugar una parte más importante que en los mapas que muestran las distribuciones de los caracteres métricos. Bajo esas circunstancias, parece mucho más útil dividir los materiales existentes en 5 clases principales, designadas y distribuidas como sigue:

El achurado más oscuro representa poblaciones en las que el pelo es consistentemente negro o castaño oscuro (las distinciones entre estos dos colores apenas son válidas), con menos de un 10 % de un tinte más claro. El color de ojos acompañante, se encuentra en esta clase de cabello oscuro, el café puro o negro en más de un 60 % de las series; en la mayoría de los casos es sobre 80 %. Debido a que todas las poblaciones blancas de cabello oscuro estudiadas muestran algún grado de ojos mezclados22 (verde, azul o gris en conjunto con el café), una pequeña minoría de este tipo parece endémico en la familia racial blanca, y no debe constituirse como evidencia de rubicundez racial. El color de piel, que nuevamente es un importante elemento en la rubicundez, varía menos entre los Europeos que el color del cabello o los ojos, y es más difícil de utilizar. Por lo tanto ha sido omitido de la consideración, en el dibujo del mapa de pigmentos.

El cabello oscuro y la condición de ojos definida arriba, incluye un mínimo de rubicundez, rodea Europa y se incrusta en todos sus bordes, sin excluir el Atlántico. Noráfrica, casi toda Asia dentro o fuera del mapa, Portugal, la mayoría de España, Italia meridional, Grecia, las islas Egeas, y finalmente, las llanuras norteñas de los Samoyedos, convergen y rodean el único núcleo de rubicundez importante del mundo.

La segunda zona más densamente achurada en el mapa, aquella donde prevalece la pigmentación oscura, cubre regiones en que la rubicundez parcial o completa no es rara, pero es definitivamente menos común que una condición puramente morena. El ancho de esta zona depende, por supuesto, de la latitud de la categoría asumida por el autor. En el actual mapa, es relativamente angosta, e incluye el centro y norte de España, Italia central, la mayoría de los Balcanes, el Cáucaso, y una angosta franja vertical en Rusia oriental. Los Lapones, en su forma más pura descubierta, parecen encajar en esta clase más que la puramente morena. Islas de pigmentación prevalecientemente oscura, aparecen más lejos de la zona principal, en partes de Gales, en Marruecos, Argelia y Túnez, en Creta, en el Djebel Druso, y en el Luristán. Las razones para estas excepciones son diferentes en casi todos los casos, y deben ser, más tarde, tratados separadamente.

[Mapa: Pigmentación de Cabellos y Ojos (a) (b)]

La decisión de como el punto medio entre cabello rubio y oscuro, y pigmentación de ojos, descansa mayormente en la definición individual de la rubicundez pura. Para propósitos prácticos, la rubicundez ocular pura incluye los ojos azules y grises, con o sin un pequeño número de marcas de pigmento, o un angosto anillo pigmentado, cerca del borde pupilar del iris. Es imposible segregar los manchados de los no-manchados en la mayoría de los datos. La rubicundez pura de cabellos incluye, de la misma forma arbitraria, el cabello que va desde el castaño claro al ceniza o dorado. En el presente mapa, la clase intermedia representa muestras regionales en que las formas claras y claras mezcladas, parecen aproximadamente iguales a las que son prevalecientemente oscuras.

Esta zona intermedia es nuevamente angosta, y nuevamente continua el esquema general de concentrismo. Una excepción en este esquema aparece entre los Ostiacos, un grupo Finés que vive a lo largo de los bancos del Obi y en sus tributarios occidentales. Los Búlgaros y los Valacos poseen más rubicundez que un tipo de achurado podría representar, pero apenas suficiente para la clase intermedia cuando se toman en conjunto. Por lo tanto, tres cápsulas de achurado intermedio en los Balcanes indican estas tendencias de una forma esquemática. La más septentrional y la más sudoccidental representan concentraciones de Valacos, la intermedia a Búlgaros.

Los Valones de la provincia de Luxemburgo, y los montañeses de Bavaria sudoriental, al contrario, representan un núcleo de pigmentación intermedia en un territorio más rubio. Uno podría postular son dificultad que el núcleo Bávaro fue alguna vez un continuo con Italia septentrional, a través del Tirol, porque muchos Tiroleses son bastante morenos, pero la continuidad ha sido rota por el avance Germánico en épocas históricas, por el valle del Inn. La calidad de refugio de los Alpes Austriacos así como de los Alpes Suizos son, al contrario, son mostrados como la supervivencia, desde esta penetración Germánica, de poblaciones locales muy rubias en el valle del Lech y otros pequeños valles aislados. Del mismo modo los Valones de Luxemburgo representan bastante palpablemente una supervivencia de braquicéfalos pre-Edad del Hierro, en sus tierras altas, a través del período de las invasiones Célticas y Francas.

La mayor de todas las dificultades en la compilación de este mapa, yace en efectuar la decisión entre lo que era predominantemente rubio, y lo que era meramente más rubio que moreno. Si los ojos eran casi uniformemente claros o semi-claros, el grupo más claro parecía el indicado; si, en una mayoría de casos, el cabello era oscuro o semi-castañ, o los ojos mezclados, la segunda clase era elegida. A veces ambos, cabellos y ojos indicaban el segundo achurado más claro. En la clase predominantemente rubia, la pigmentación morena es menos del 10 %.

El mayor grado de rubicundez reconocida es definitivamente nuclear y, efectivamente casi glacial es su distribución. Sin embargo, hay un núcleo dentro de un núcleo; un centro de menor rubicundez que parece verdaderamente marginal. Esta es la rubicundez parcial de las islas Danesas, de parte de la costa Noruega, de Islandia, y del extremo sudoccidental de Irlanda. Este núcleo interior aparentemente coincide con la supervivencia de la población más antigua e inmediatamente post-glacial.

No es improbable que los originales e indiferenciados Homo Sapiens, que vivían en el Pleistoceno, pudieran haber poseído un color de piel café claro o blanco mate, con cabellos negros o castaño oscuro, y ojos café. Las diferentes familias raciales que surgieron de esta base común debido a la diferenciación, mestizaje, o ambos, pudieron haber mostrado tempranas tendencias a desarrollar variaciones especializadas de su propia pigmentación. Tales tendencias son igualmente vistas dentro de especies individuales de simios, como el mono, el chimpancé y el gorila. Las razas negroides, por ejemplo, deben haber formado, previo al final del Pleistoceno, una progresiva tendencia hacia una abundancia de densas células de pigmento en la piel, el fundus, y el iris; mientras que los blancos, antes de su dispersión de un centro común, deben ya haber desarrollado una tendencia, presumiblemente recesiva, hacia la rubicundez. La universalidad de algún grado de rubicundez entre los blancos y los semi-blancos alrededor del mundo, hacen poco probable que estuviera confinado a una sola raza o grupo de razas dentro de la familia Blanca.

La rubicundez es un estado de depigmentación parcial, debido a la escasez de gránulos de melanina en la piel, cabello e iris, y con algunos tipos de pigmento, al menor tamaño de estos gránulos. Los gránulos de pigmento están compuestos de una substancia conocida como melanina, cuya composición química ha sido apenas determinada23. La melanogénesis, el proceso por el cual la melanina es formada, es "un proceso de oxidación enzimática intercelular, en que un cromosoma de aminoácido es convertido, con la ayuda de cobre catalítico, en pigmento de melanina"24. Ha sido probado en experimentos con ratas y conejos que una dieta deficiente en cobre produce una reducción de pigmento, y que con la restauración de una dieta normal, la pigmentación normal del animal retornará. Por lo tanto la rubicundez, siendo un fenómeno de reducción de pigmentación25, es presumiblemente causado por una genéticamente controlada limitación del proceso de oxidación, dependiente del suplemento de cobre en el cuerpo. La rubicundez por lo tanto puede originalmente ser motivada por una respuesta a una deficiencia mineral a través de un agente endocrino de control. No hay razones conocidas porqué esto debiera limitarse a los Blancos, pero su aparición entre miembros de otros grupos raciales mayores, es efectivamente escasa.

A pesar que el color de piel es aparentemente un asunto directamente cuantitativo, el color de cabello, es ahora sabido, es determinado por dos factores de pigmentación distintos. Uno se compone de células ovales o aflautadas de melanina, de tamaño y frecuencia variable26. Cuando estas células son grandes y proyectantes, dentro del alargado cuerpo translúcido que yace entre el canal central y la capa rugosa externa del cabello individual, el pelo luce negro o castaño oscuro. Cuando las celdas son más pequeñas, este luce amarillento o castaño claro, a pesar que la composición química de la melanina es la misma. El tamaño de estas celdas, por lo tanto, y su abundancia dentro de la corteza capilar, determinan el grado de color rubio o moreno.

El segundo factor de pigmentación que influencia el color de cabello es la rufosidad. El cabello rojo contiene una fina capa, inicialmente considerada amorfa, pero que ahora se piensa está compuesta de celdas extremadamente finas, con toda probabilidad ligeramente diferente en estructura molecular a la melanina ordinaria27. Esta capa puede estar presente o ausente, y si está presente, puede ser suave o intenso. Entonces está relacionado cualitativa y cuantitativamente, al color de cabello final. Si coincide con celdas grandes de oscura melanina, el color negro así causado, puede ocultar la rufosidad en todos, salvo en brillos inusuales, mientras que si una gran cantidad de este coincide con la rubicundez, el resultado es cabello rojo. Es posible que el cabello dorado sea causado por una combinación de rubicundez con un leve grado de rufosidad.

Si uno pudiera probar exactamente la rufosidad con todos los tonos de pigmentación, probablemente se vería que esta característica no está asociada con la rubicundez, sino que es una variable puramente independiente. Que esto es probable se demuestra por el hecho que la rufosidad está completamente desvinculada del color de ojos28. Por lo tanto la rufosidad puede estar completamente ausente en muchos individuos normales, mientras que las celdas de melanina están totalmente ausentes solo en albinos. La rufosidad puede, al mismo tiempo, no existir en razas enteras, y con mejores datos podría ser posible descubrir el significado racial, si es que hay, de esta condición aparentemente no-funcional. Dentro del segmento más rubio de la raza blanca, sin embargo, sabemos que la rufosidad tiene una connotación regional y racial. El cabello rubio es fácilmente divisible en dos categorías, dorado y ceniza, que se distinguen en la carta de colores de cabello de Fischer. El cabello con tonalidades castaño y castaño claro, pueden similarmente ser segregadas sobre la misma base, en dos clases paralelas y separadas.

La pigmentación del iris es más óptima para refinados estudios analíticos, que el color de piel o de cabello. La piel se oscurece o se aclara, mientras que el cabello se decolora con el sol o se oscurece con el avance de la edad, hasta el advenimiento de las canas; el iris, por otro lado, retiene su patrón de pigmentación con relativamente pocos cambios. Si se estudia bajo condiciones de luz constante, de modo que la pupila se contraiga y las zonas musculares concéntricas se aplanen, el iris parece ser un campo detallado de capas musculares y celdas de pigmento, de considerable complejidad.

En todos, salvo los ojos albinos, la pared interna del iris es permeada con celdas de pigmento melanótico, tan extensa como para hacer el iris, esté dilatado o contraído, un perfecto diafragma a prueba de luz.

En los ojos puramente claros, en los que ninguna superficie pigmentada se ve, hay sin embargo diferencias en color que son rápidamente visibles y que podrían ser usadas como criterio de diferenciación racial. Las principal distinción es que entre los ojos azules, que en su forma extrema toma un color azul cielo profundo, y los ojos grises, que en su forma extrema es casi blanco. Debido a que estas dos formas varían unos con otros, sin una línea natural de demarcación, el factor que los distingue debe ser considerado más cuantitativamente que cualitatitavemente. La investigación sobre este sujeto parece que no ha sido hecha aún; no sabemos qué causa esta diferencia, y solo podemos repetir las especulaciones de Bryn, que tiene algo que ver con la relativa aspereza y opacidad de los músculos radiales del iris, a través de los cuales el pigmento en las paredes posteriores del iris es reflejado29.

Geográficamente y en individuos, es posible hacer correlaciones válidas entre los cuatro tipos finales de rubicundez de cabellos y ojos. El tipo dorado de pelo, sea rubio o castaño, tiende a ser asociado con las tonalidades más azules del ojo, sean claros puros o mezclados; por otro lado, el tipo de cabello rubio ceniza, normalmente acompaña a un iris grisáceo. Actualmente parece no haber ninguna razón directa para estos vínculos, pero tenemos mucho que aprender de estas materias.

De cualquier manera, cuando aplicamos esta distinción en el mapa, vemos que la combinación dorado-azul es más común en la mitad occidental de nuestra zona nuclear de pigmentación clara, en Noruega y las islas Británicas; mientras que la combinación ceniza-gris es más típica de Suecia y de las tierras al este del Báltico. En la mitad occidental del núcleo rubio, y especialmente en su periferia Británica, hay una asimetría en el vínculo, porque en Irlanda, por ejemplo, un radio extremo de ojos claros en el mundo, está asociado con el cabello que es a menudo castaño o castaño oscuro. Por el lado oriental, lo opuesto es verdadero; en Polonia y Rusia meridional, el cabello ceniza de una tonalidad muy clara va frecuentemente con los ojos café o café oscuro mezclado. Estas asimetrías regionales debilitan la total unidad de la rubicundez, pero no la destruyen.

Para posteriores correlaciones entre tipos de pigmentación y otras características, tales como la estatura, constitución física, talla craneal, forma craneal y forma facial, es posible demostrar que la variedad rubio-azul, con rufosidad, está en parte asociada con la antigua rama cazadora Paleolítica, mientras que el extremo ceniza-gris va más hacia el rango de tipos Nórdicos de la Edad del Hierro, y con los rubios de Europa oriental de varios grados de mongolismo superficial. Dentro de épocas históricas, la zona de rubicundez frecuente abarcaba desde Europa noroccidental, a través de las estepas de Rusia, hasta Asia central donde tocaba China, pero los violentos y rápidos movimientos étnicos en Asia, han casi eliminado esta extensión oriental. No sabemos cuánto tiempo atrás el mapa de distribución de la rubicundez asumió su actual carácter concéntrico y semi-glacial.

Es muy probable que la pigmentación es definitivamente capaz de alteración, en respuesta al medioambiente, a través de la selección. Los Rubios en los trópicos están en desventaja, particularmente su viven bajo condiciones culturales primitivas. Una piel negra con una profusión de glándulas sudoríferas, como aquellas del negro Africano, debe ser mejor que una capa rosácea que está sujeta a repetidas quemaduras y ardores, e incapaz de broncearse30. En el iris, el pigmento en la pared posterior actúa como un diafragma completamente a prueba de luz, y por lo tanto puede no haber una desventaja funcional directa para un ojo gris o azul, como con el de un albino. Pero debido a que el color del iris parece estar, como Wilmer lo ha demostrado31, correlacionado con la pigmentación de la retina, los ojos claros pueden servir para indicar la presencia de una desventaja funcional. Es concebible, pero aún no demostrable, que las celdas de pigmento café chocolate en el fundus del negro, podrían dar a su nervio óptico más confort en el resplandor del desierto, que la retina rosácea y casi sin pigmentación del hombre blanco rubio.

La piel negra y los ojos negros, entonces, pueden ser variables que son ventajosas bajo condiciones de luz ecuatorial, brillante y caliente. Una condición de piel y fundus parcialmente sin pigmento puede posiblemente sobrevivir sin desventaja, solo en un clima donde la luz es débil. Al cabello rubio, sin embargo, no se le puede asignar ningún valor de supervivencia, sea de carácter negativo o positivo. Hasta que haya evidencia experimental definitiva a nuestro alcance, debemos postular que solo a través de su parcial vínculo genético con el color de piel y ojos, es determinada la rubicundez u oscuridad de cabello. En fin, la totalidad de la evidencia con respecto a la rubicundez como una unidad indica que este fenómeno es un carácter recesivo endémico en la familia racial blanca, y que se ha transformado en un carácter racial mayor solo entre grupos de pueblos viviendo bajo condiciones de luz de intensidad sub-glacial. Esto se aplica en parte o completamente, a la raza del Paleolítico superior, y a ciertas ramas más norteñas de los Mediterráneos. Los Mongoloides y los Amerindios viviendo en condiciones paralelas, aparentemente carecen de la tendencia mutativa inicial necesaria para este desarrollo.

En la zona Europea de máxima rubicundez, se incluyen poblaciones altas y bajas, dólico y braquicéfalas, aquilinas o sub-nasales; muchas de tales variaciones aparecen de acuerdo al grado de pigmentación que parece más adecuado. Dentro de dos tipos mayores de rubicundez, los compuestos raciales son más claros, pero en su totalidad, la rubicundez sola asume el carácter de una mutación desvinculada.

Sin los mapas modernos, tiene poca utilidad la revisión de la distribución del sistema piloso y de las partes blandas, de una manera más directa, debido a que esto será discutido con mayor extensión en los capítulos siguientes. La forma del cabello, que de acuerdo a Haddon es el más importante criterio racial encontrado en el hombre, es de poca utilidad al distinguir a los sub-grupos blancos. La mayoría del cabello Europeo es liso o ligeramente ondulado, a pesar que individuos excepcionales en los grupos de cabellos más lisos, tienen formas rizadas. El pelo crespo de esta descripción es bastante común en Irlanda occidental y en Gales; también es frecuente en la totalidad de Noráfrica y en el litoral Mediterráneo occidental de Europa. En Europa oriental predominan los cabellos lisos, y a medida que uno se aproxima al territorio mongoloide, esta condición obviamente se vuelve más pronunciada.

La cantidad de vello corporal en el hombre adulto está estrechamente relacionada con la cantidad de barba, y ambos se vinculan con la edad, porque un hombre velludo se volverá más velludo a medida que envejece. Al mismo tiempo, la calvicie es más frecuente entre aquellos con vello corporal más denso y barbas más cerradas. Arcos superciliares, y otras protuberancias óseas de una naturaleza hipermasculina, están estrechamente vinculados con el excesivo desarrollo piloso del cuerpo y la barba, y con una tendencia a la calvicie. Los Europeos, en su totalidad, están entre los grupos de hombres más velludos corporalmente y de barbas más abundantes, siendo igualados o excedidos solo por los Australianos y los Ainus. Las condiciones de piel de negroides y mongoloides son desfavorables para el desarrollo piloso excesivo, a excepción del cuero cabelludo.

Los pueblos Mediterráneos, en su mayoría, son menos velludos que otros Europeos. los dolicocéfalos Europeos puros, del tipo Mediterráneo normal, sean rubios o morenos, tienden a los tórax sin vello y a las barbas ralas. Entre los Arabes, una barba completa es rara, y se considera un signo de carácter perverso. Uno debe ver la abundancia de vello, y un desarrollo de barba grande, así como una alta incidencia de la calvicie, como una manifestación endocrina múltiple asociada con una gran diferenciación sexual hacia una dirección masculina. Los Alpinos y los Centroeuropeos, en general, ostentan un exceso de esta combinación, y así numerosos pueblos Balcánicos y del Cercano Oriente. Esta combinación está asociada en Europa, con el elemento no-Mediterráneo en la composición de la familia blanca, a pesar que en Asia la separación no es tan clara. La calvicie que es parte de este complejo, es de motivación genética, y difiere en causas de la alopecia de sequedad de cuero cabelludo y fineza capilar, asociada con la rubicundez extrema.

La morfología del ojo externo está también sujeta a distribución regional. Las órbitas altas, sin pliegues, son características de los Dináricos, y de la mayoría de los pueblos del Cercano Oriente; las órbitas de altura moderada, y con una tendencia a pliegues externos durante la madurez y la vejez, acompañan a los pueblos dolicocéfalos de ambas variedades, rubias y morenas, mientras que un pliegue medio, indicativo de órbitas bajas y un grueso depósito de grasa en la región ocular, van más hacia los mesocéfalos y braquicéfalos rubios Eslavos y Fineses. El verdadero pliegue interno o mongoloide no es común en Europa y se encuentra en grandes números solo en el Este, en los distritos Calmucos y Tártaros de Rusia, y en el lejano norte.

La extrema irregularidad y aspereza de los caracteres faciales, incluyendo la frente, la región superciliar, los malares, las mandíbulas, y la nariz, están asociadas con el área marginal del extremo occidental, y especialmente con la región de los cráneos más grandes y de máxima superviviencia Paleolítica. Los Nórdicos y los Mediterráneos, sea en Europa, Noráfrica o Asia sudoccidental, tienen un máximo de relieve facial, sin esa apariencia de masividad ósea. Los malares están lateralmente comprimidos, la nariz delgada y a menudo proyectante. La platitud facial, intensificada por los depósitos grasos sobre los malares, aunque más típica de mongoloides, se hace característica en Europa oriental y se extiende dentro de Polonia, Finlandia y Hungría.

La nasalidad máxima de los pueblos del Cercano Oriente, o cualquiera que sea la forma craneal, está acompañada por un gran número de caracteres relacionados. Uno de estos es la aparición de cejas sobre la nariz, lo que está geográficamente centrado en el Medio Oriente. Otra es la convexidad predominante de la nariz como un todo, y la depresión de la punta, especialmente en la edad avanzada. En el hombre, la nariz pasa a través de un ciclo definitivo y continuo de cambios de crecimiento, comparables en forma, si no en grado ni detalle anatómico exacto, a aquellos encontrados entre el mono narigudo. Sin embargo, la más cercana aproximación al mono narigudo en el grado de cambio nasal se encuentra entre los habitantes del Cercano Oriente, desde Armenia hasta Afganistán. En Europa, lo mismo vale, en un menor grado, en Albania y Montenegro.

Un mapa mostrando la forma del perfil nasal tendría centros de convexidad en el área Dinárica y a través de Asia occidental, con la excepción de Arabia; los centros de concavidad se asentarían en el norte de Escandinavia, y a través de la totalidad de Europa oriental, desde el Báltico hacia adelante. El resto del mapa sería relativamente indistinto, con todas las formas presente, pero el perfil recto mayoritariamente común.

Notas:

22 Las únicas expeciones válidas parecen ser los beduinos del Ruwalla y los Tuaregs. Ver Capítulo XI, secciones 2 y 12.
23 La Melanina es approximadamente un 55 % carbono, 6 % hidógeno, 12 % nitrógeno, 2 % azufre, y un 25 % oxígeno. Young, W. J., BJ, vol. 15, 1921, pp. 118 seq.
24 Glodt, H. R., Melanogénesis, una tésis aceptada por el departamento de Antropología de la Universidad de Harvard, Abril, 1937. MS. en la Librerería del Museo Peabody, Universidad de Harvard. Citado desdela pág. 71. Con permiso del autor. Esta entera sección fue tomada casi completamente de Glodt.
25 Cunningham, I. J., BJ, vol. 25, 1931, pp. 1267 seq.
26 Conitzer, H., ZFMA, vol. 29, 1931, pp. 83-147. Hausman, L. A., AJPA, vol. 12, 1928, pp. 276-277. Jankowsky, W., ZFRP, vol. 5, 1932, pp. 1-48,111-119; also VGPA, vol. 6, 1931-32, pp. 66-69.
27 Conitzer, H., op. cit. Klinke, K., BZB, vol. 160, 1925, pp. 28 seq.
28 Conitzer, H., op. cit. He separadamente confirmado este argumento haciendo 130 tablas de contingencia, de 6 o más separaciones, entre color de pelo y ojo, en cada uno de los cuales una supuesta cantidad de rufosidad estaba presente. En cada instancia el cabello rojo se encontró como absolutamente complementario al color de ojo.
29 Bryn, H., Homo Caesius, p. 19.
30 Baur, E., Fischer, E., and Lenz, E., Human Heredity, p. 134.
31 Wilmer, W. H., Atlas Fundus Oculi.