Los Escitas
(Capítulo VI, sección 5)

Los Escitas

Lo que los Celtas fueron para la Europa occidental, los Escitas y sus parientes, lo fueron, casi al mismo tiempo, a las llanuras sin árboles del Este. Montando a horcajadas, usando pantalones, y durmiendo en carros cubiertos, se esparcieron rápidamente sobre las praderas de Europa Oriental y del oeste de Asia central, moviéndose tan diestramente que Dario con su ejército no los pudo coger, y desapareciendo casi tan rápidamente desde Europa oriental como habían aparecido. Como los Celtas, fueron ambos deslumbrantes y efímeros. Pero a diferencia de los Celtas, su manera de vivir, adaptada perfectamente a los prados en los cuales vagaron, su identidad como pueblo estaba destinada a sobrevivir por largo tiempo.

Cerca del 700 A.C. los Escitas se hicieron notar por vez primera en las tierras al norte del mar Negro56. Su dominio abarcaba desde el norte del Danubio y este de los Cárpatos, hasta las fértiles llanuras del este de Europa central y de Rusia meridional, al río Don. De este país se supone que habían expulsado a los bastante misteriosos Cimeros. Aunque el Don formó su límite al este, más allá de él vivieron otros grupos de gente nómada culturalmente similar a los Escitas. Éstos incluían a los Sármatas, sus vecinos inmediatos al este, que eran, según Herodoto, el resultado de la total unión de los jóvenes Escitas y las doncellas Amazonas. La lengua de los Sármatas se decía que era algo diferente a la de los Escitas, debido a la inclusión de las palabras Amazonias y de un modo Amazonio en la pronunciación. Más allá de los Sármatas, vivían los Masagetas, y más allá de ellos, los Saka. La palabra Saka, sin embargo, fue utilizada por los persas como término general, para incluir a toda la gente nómada al norte de la meseta iraní, en los dos Turkestanes.

En traje, en armas, en métodos de transporte, en viviendas, y en la totalidad de la cultura material, esta gente formó una zona cultural continua desde los Cárpatos hasta China. Ha sido costumbre el considerar a los Escitas, un pueblo de origen asiático que desarrolló esta alta y especializada forma de nomadismo pastoral en Asia central, y que la habían traído con ellos a Europa Oriental. Los autores de esta escuela han sugerido que los Escitas era un pueblo mongoloide, y que emplearon una cierta forma de lengua Altaica. Otra escuela sostiene que eran europeos en tipo físico, y hablaban iraní, mientras que su tierra de crianza cultural se extendía en alguna parte al este del mar Caspio.

No sabemos qué lenguaje hablaron los Escitas, ni es probable que su afiliación exacta sea definitivamente establecida alguna vez. Su posición geográfica, sin embargo, y su asociación con los persas antiguos, hace la hipótesis iraní muy probable. Esta teoría es consolidada más a fondo por el estudio del lenguaje del Osetios, actual pueblo del Cáucaso, que se supone, en los argumentos históricos, son los descendientes de los Alanos, una rama de los Sármatas. Su lenguaje es definitivamente iraní.

Aunque el modo general de vida gozado por los Escitas se asemeja en grado notable al de los Hunos, de los Turcos, y de los Mongoles posteriores, uno busca en vano algunos de los rasgos culturales de estos posteriores Altaico-parlantes que se puedan atribuir a un origen siberiano relativamente reciente. Éstos incluyen la yurta o la casa plegable de domo de fieltro, y el tipo de shamanismo Turco-Mongol. Los Turcos y los Mongoles, indiscutiblemente, adoptaron casi totalmente el entero estilo cultural de los Escitas, pero agregaron a él los sus propios elementos que reflejaban su hábitat y su modo de vida anteriores. Algunos rasgos conectan a los Escitas con sus vecinos del norte, los Fineses; entre éstos se podría citar el baño del vapor (sauna).

Los mismos Escitas poseyeron un tipo de organización feudal dirigida por un rey, que gobernaba sobre cuatro provincias, cada una de las cuales tenía gobernadores locales; Estos reyes Escitas eran todos enterrados en una cementerio real, en la región llamada por los Griegos la tierra de Gerrhi, que se situaba en la curva del río de Dnieper, cerca de Nicopol. No importa dónde el monarca de los Escitas muriera, su restos serían depositados, en una cámara funeraria, con una gran ceremonia y con una cantidad extravagante de sacrificios humanos, debajo de un enorme túmulo erigido para ese propósito. La riqueza de los entierros, y el derroche al por mayor, son evocadores de los antiguos Sumerios y Egipcios. El eventual origen Sumerio de este costumbre Escita no es inverosímil.

Esta región de los sepulcros reales Escitas, ha sido una fuente de la gran actividad para cazadores de tesoros y arqueólogos. Los Escitas tenían una idea definitiva que ese era el lugar en el cual sus reyes estaban naturalmente en casa, y mientras es razonable no recalcar demasiado este hecho, pareciera que esta localización pudo haber reflejado sus nociones en cuanto a su lugar de origen, o por lo menos el de su clan real. Semejantemente, los Mongoles en épocas posteriores enterraron a sus muertos en una restringida área en las montañas Altai, que consideraban tierra santa.

Durante el primer siglo A.C., el Sármatas penetraron hacia el oeste, cruzando el Don, y expulsaron a los Escitas de sus territorios previos. Cerca del 200 D.C., los Godos tomaron el país de los Escitas a los Sármatas, y a su turno adoptaron mucho de la cultura de Escito-sármatas, convirtiéndose en grandes jinetes y aprendiendo a vivir en carros. Los Alanos fueron la única rama de los Sármatas en conservar su integridad de frente a este impacto Germánico. Construyeron un gran reino entre el Don y el Volga, llegando hasta el Cáucaso, incluyendo en él la mayoría del noroeste del Turkestan. Entre el 350 y 374 D.C., los Hunos destruyeron el reino de los Alanos. Algunos de los Alanos se fueron hacia el oeste con los Hunos, otros acompañaron a los Vándalos hacia África del norte, y algunos, mencionados previamente, sobreviven en el Cáucaso como los Osetios.

Aunque estos iraníes (si los Escitas y los Sármatas eran realmente iraníes) fueron substituídos por Altaico-parlantes en la Rusia meridional, a lo largo y ancho de su dominio asiático, este proceso tomó cierta tiempo; y los lenguajes iraníes se aferraron por largo tiempo en Kashgaria y en los oasis de Turkestan ruso. Indudablemente, los Escitas y sus hermanos no fueron destruidos, sino que fueron absorbidos y reincorporados.

Al estudiar el tipo racial de los Escitas, uno debe recordar que no eran considerados un grupo homogéneo por Herodoto, que es nuestra principal fuente histórica. Consistían en un clan interno llamado los Escitas Reales o Escitas Verdaderos, quienes eran los nobles y los líderes; y como segundo elemento, el grupo entero de las tribus nómadas de las cuales los Escitas Reales era la fuerza que los cohesionaba. Herodoto también deja en claro que los Escitas mantenían muchos esclavos. Solamente los Escitas Reales rechazaban la tenencia de esclavos, pero empleaban a jóvenes de pura sangre Escita como guardias de corps, y sacrificaban a éstos en sus tumbas. De esta forma, los túmulos sepulcrales reales Escitas deben contener a un grupo relativamente puro de Escitas.

Uno no debe imaginar que los Escitas y sus esclavos fueron los únicos habitantes de del sudeste de Europa durante los siete siglos pasados antes de Cristo y de los primeros dos de nuestra era. Herodoto menciona a los agricultores Escitas, que eran probablemente algún pueblo o pueblos sedentarios anteriores que permanecían como vasallos de los Escitas y sus abastecedores de cereales. Debemos recordar que mucho del territorio de los Escitas había sido cultivado desde épocas Neolíticas.

Puede haber poco duda, incluso antes de examinar la evidencia esquelética, que los Escitas y los Sármatas eran básicamente, si no enteramente, hombres blancos y en ningún sentido mongoloides. La única descripción definitiva de ellos que tenemos de la literatura clásica como el de Hipocrates, quien los llamó de piel blanca y obesos, pero esta designación fue empleada por el padre de la medicina para probar una de sus teorías ambientales. En épocas posteriores, los Alanos son descritos como poseedores de cabellos dorados.

Afortunadamente, no estamos limitados a las referencias literarias. Los mismos Escitas, bajo la influencia de las poderosas colonias griegas en la orilla del norte del Mar Negro, y particularmente en Crimea, produjeron un estilo distintivo de arte realista en oro repujado. Estas representaciones incluyen un número de retratos de Escitas en actitudes muy vívidas y realistas. Muestran un tipo bien definido de hombres densamente barbados, de cabellos largos, con narices prominentes y a menudo convexas. Los arcos supercialiares son moderadamente marcados y los ojos hundidos. Estos rostros son llamativamente evocadoras de los tipos comunes entre los actuales europeos del noroeste, en fuerte contraste con aquellos mostrados en el arte de los Sumerios, de los Babilonios, y de los Hititas, que son definitivamente medio-orientales. El rostro, por lo tanto, es definitivamente nórdico, mientras que la estructura del cuerpo parece a menudo compacta y muy muscular, pero esto puede ser debido a la ropa, que incluye holgados pantalones y chaquetas de manga larga. Los sombreros cónicos que usan y el pelo largo hacen imposible formarse una opinión real de su forma craneal, pero esto es innecesario, puesto que podremos pronto descubrirlo utilizando como referencia al material craneal. Las representaciones persas de los Saka muestran exactamente el mismo tipo, descritas por los seguidores de una escuela enteramente distinta de arte, y por lo tanto este tipo no puede haber sido una convención infundada.

Hay, en la literatura antropométrica, suficientes datos para permitir la reconstrucción del tipo o de los tipos craneales de los Escito-sármatas. El grupo más extenso, y que se puede utilizar como serie básica, es la colección de Donici de setenta y siete cráneos de Escitas de los kurganes de Bessarabia, que era una de las tierras favoritas de pastoreo de los Escitas durante el apogeo de su dominio57. (véase el apéndice I, cot 37.) Los 57 cráneos masculinos de esta serie no son homogéneos, sino que caen en dos tipos, un dolicocéfalo y uno braquicéfalo, con el anterior completamente mayoritario.

Los promedios de estos cráneos Escitas los muestran como mesocéfalos bajos, de dimensiones craneales moderadas, pero con una altura baja de la bóveda. Los promedios craneales son, de hecho, casi idénticos a los de la serie Céltica de Francia y de las islas Británicas. Se asemejan a los cráneos de Aunjetitz y de Hallstatt tanto como las series de los Celtas mencionados se asemejan a éstos últimos. Son, además, métricamente idénticos a los cráneos previamente estudiados de la región de Minussinsk de Siberia meridional, que pudieron haber sido contemporáneos con ellos.

Una de las particularidades de los cráneos de los Escitas es un índice facial superior de meseno bajo, inferior al de los Celtas o de la gente de Minussinsk. Donici ha mostrado, sin embargo, que este índice facial superior bajo está asociado sobre todo al elemento braquicéfalo en el grupo, y lo mismo es verdad para muchos de los cráneos cameconchicos y mesorrinos. Cuando se elimina el elemento braquicéfalo, por lo tanto, uno encuentra que estos cráneos son de rostros y narices mucho más angostas, cayendo casi en una categoría Nórdica de Europea central. Otras series de cráneos de Escitas de Rusia meridional y del Cáucaso muestran las mismas características generales que el de la serie del tipo de Donici, pero son en la mayoría de los casos puramente dolicocéfalos, lo que conduce uno a suponer que el elemento braquicéfalo en los cráneos rumanos, pudo haber sido por lo menos en parte, de origen local58.

Otras colecciones de cráneos Escitas varían en sus índices craneales promedio, a partir del 72 hasta 77. Ésos de la región de Kiev, un centro Escita, tienen un promedio de 7359 Unas series de dieciocho cráneos Sármatas del Volga, aunque de cualquier otra manera igual a los otros, tienen un índice craneal de 80,360 Sin embargo, uno vacila al considerar esto totalmente típico de los Sármatas, puesto que los Alanos61 y los antiguos Osetios62 eran dolicocéfalos. El anterior preservó el tipo nórdico original de los Escitas hasta el siglo IX D.C.

De interés especial es un rico kurgan en el distrito funeral de los Escitas Reales63, cerca de Alexandropol; éste era uno de los kurganes más imponentes de Rusia, no solamente por su talla sino para las cantidades de oro colocadas junto al rey muerto, y por los animales sacrificados en su honor. El kurgan contenida cinco cráneos en la cámara primaria; uno de éstos era de un varón grande del tipo de las Cerámicas Cordadas64. Otro era un braquicéfalo con una bóveda especialmente ancha por detrás, con un rostro amplio y una nariz estrecha, asemejándose a un Turco o quizás a un tipo de los Vasos Campaniformes; dos son cráneos estrechos de la variedad nórdica normal de los Escitas, mientras que el quinto, de que ocupaba la cámara real, era de talla moderada, dolicocéfalo, con una bóveda baja, la frente inclinada, una nariz alta y prominente, y arcos zigomáticos bastante anchos. Los malares son grandes, y hay, a este respecto, una leve sugerencia mongoloide. Uno no puede, sin embargo, con esta evidencia solamente, identificar el Clan real con los turcos o Mongoles.

Sabemos muy poco de la estatura de los Escitas. Nueve esqueletos masculinos de la Ucrania polaca, asociada a cráneos del tipo estándar Escita, tienen un promedio sobre el 1.70 mts65.

Es una tentación el encontrar el origen de los Escitas en la población previa de la llanura de la Rusia meridional. Una serie de cráneos de la Edad del Bronce de la región más baja de Volga es idéntica, por lo menos en índices, al grupo posterior de los Escitas, y así también con los Campos de Urnas ucranianos. Tres cráneos de supuestos "Cimeros" no muestran ninguna desviación importante66.

Además, una importante serie craneal de inicios de la Edad del Hierro, del distrito de Sevan de Armenia, datando probablemente de la mitad anterior al primer milenio A.C., y por lo tanto probablemente anterior a los Escitas en Europa, o por lo menos tan antigua como su primera aparición, es exactamente igual al elemento más dolicocéfalo del grupo Escita, y manifestamente Nórdico. La bóveda, como la de los Escitas, es baja, la nariz es leptorrina, el rostro lepténico, con una zygomatía más comprimida67. (véase la columna 38 del apéndice I.) Morfológicamente, estos cráneos armenios se caracterizan por una frente medianamente inclinada, arcos superciliares moderados y gran desarrollo muscular; una depresión del nasion moderadamente profunda, y perfil nasal recto o ligeramente convexo; una proyección del occipucio que es más marcado en el segmento más bajo, y acompañado por un cierto aplanamiento lambdoide; una compresión típica en la región malar. Esta serie responde a un propósito doble: mostrar que un tipo nórdico entró en la mezcla armenia moderna, y definir la variedad iraní de los Nórdicos que pudo haberse implicado además en la colonización de Persia y de la India68. Además, es muy similar, métrica y morfológicamente, al arcaico grupo craneal germánico, y esta virtual identidad une los dos extremos geográficos de una familia originalmente unida.

Hemos visto que los Escitas y los Sármatas, aunque incluyeron indudablemente en sus filas a muchos individuos de diversas afiliaciones políticas, formaron sin embargo un tipo racial principal absolutamente constante, que era esencialmente iraní y una forma de Nórdicos. En su característica bóveda craneal baja, como en otras dimensiones, se asemeja específicamente a la antigua forma Europea oriental y Nórdica de Asia central. Era esencialmente un miembro de la capa racial asociada a la expansión del lenguaje indoeuropeo "Satem" en Europa Oriental y Asia.

Notas:

56 Las fuentes para las porciones históricas y culturales de esta sección, incluyen a Herodoto, Libro IV, ch. 59-75; Hipócrates, de Aere; Minns, E. H., Escitas y Griegos; Junge, J. ZFRK, vol. 3, 1936, pp. 68-77; y la obra de Win. M. McGovern, Los antiguos imperios de Asia central, que fue consultada antes de su publicación.
57 Donici, A., Crania Scythica, MSSR, ser. 3, Tomul X, Mem. 9, Bucharest, 1935.
58 Donici es de esta opinion. Él encuentra el mismo tipo braquicéfalo en una colección de cráneos de un antiguo monasterio de Moldavia.
59 Debetz, G., Ann. Lab. Anth. Tb. Vovk. Acad. Sc. Ukraine, T. III, Kiev, 1930, citado por Donici.
60 Igual.
61 Jendyk, R., Kosmos, vol. 55, 1906, sec. 1-2.
62 Ivanovsky, A. (after Daniel), TILE, vol. 71, Moscow, 1891.
63 Baer, C. E. von, AFA, vol. 10, 1878, pp. 215-231.
64 Otro cráneo pronunciadamente Cordado de origen Escita, fue exhibido por Majewski, E., in Swiatowit, vol. 9, 1911, pp. 87-88.
65 Talko-Hryncewicz, J., Przyczynek do poznania, Swiata Kurhanowego Ukrainy.
66 Stolyhwo, K., Swiatowit, vol. 6, 1905, pp. 73-80.
67 Bunak, V. V., RAJ, vol. 17, 1929, pp. 64-87.
68 Series no exhibidas de pueblos modernos de las montañosas regiones del norte del Punjab, y de la provincia fronteriza del Noroeste, que serán exhibidas por el Dr. Gordon T. Bowles, se ciñen bastante a las especificaciones métricas y morfológicas de este tipo.